tag:blogger.com,1999:blog-42948029061708891702024-03-17T19:59:53.329-07:00miblog-acidoGustavo Colorado Grisalesmartinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.comBlogger693125tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-964641944489792342024-03-01T10:21:00.000-08:002024-03-01T10:52:44.807-08:00Ay, Hamlet<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpGbQaLPBVy7zz0drs4UDZ4qUIcfbf7bJgERYafUGMwEP20239hQkgSv_aMOS0LxJ_Dmh1chnlZvunxpTyMkSmGUzATvmTlf9AeeltUOZnIy14Ib0nJ68YFLyQ43cEdtifkGlY1uaLKJQvk6ZjQ2Cgb1ob6mhTSxvcglL7bfxDIBa_KJ_bp7UbuClbdggH/s300/Hamlet.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpGbQaLPBVy7zz0drs4UDZ4qUIcfbf7bJgERYafUGMwEP20239hQkgSv_aMOS0LxJ_Dmh1chnlZvunxpTyMkSmGUzATvmTlf9AeeltUOZnIy14Ib0nJ68YFLyQ43cEdtifkGlY1uaLKJQvk6ZjQ2Cgb1ob6mhTSxvcglL7bfxDIBa_KJ_bp7UbuClbdggH/s1600/Hamlet.jpg" width="300" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal"><br /></p>
<p class="MsoNormal"><span style="text-align: justify;">Hace más de
medio siglo la rubia Lida, mi profesora de inglés en el bachillerato, nos
repetía una y otra vez que si no entendíamos a la perfección el sentido del
verbo ser o estar, jamás aprenderíamos a cabalidad el idioma. Acto seguido
escribía en el tablero con viejas tizas de cal las dos palabras que nos
abrirían de par en par las puertas del reino.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Pero era inútil:
enloquecidos por la testosterona, sus imberbes estudiantes sólo teníamos
atención para el contoneo de sus<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>caderas mientras escribía con letras mayúsculas: </span><span lang="ES-CO" style="font-size: 22pt; line-height: 107%;">TO BE, TO BE, TO BE…<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">De modo que me
perdí la primera oportunidad de meterme como quien dice en el terreno de la que
después se convertiría en una de mis obsesiones: el lenguaje como dimensión del
ser, como aquello que nos permite ex-presarnos, salir del ensimismamiento del
cascarón y entrar por fin en diálogo con el mundo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Sospecho que, en
últimas, Lida tampoco entendía el porqué, pero repetía lo leído en el manual
escolar con una insistencia que la volvía convincente.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>De modo que, cuando a la vuelta de unos años
me encontré de frente en una sala de teatro con el príncipe Hamlet en persona,
empecé a sospechar no sólo que algo olía mal en Dinamarca, sino que un asunto
todavía más complejo se cocinaba tras bambalinas.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por lo visto, esas dos palabras en apariencia
tan simples se guardaban su as bajo la manga.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">El misterio
apenas empezaba. Un día aprendí que el castellano es el único idioma conocido
en el que se emplean dos palabras para marcar una diferencia clave entre ser y
estar.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Me demoré otro tanto para
entender que eso supone una sutileza filosófica de proporciones mayúsculas.
¿Por qué una lengua específica experimentó esa necesidad y las otras no?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbGJXKtUzpRsyZE8zAaaWLellp6B0n0tawcnOg2o4wrVzaPeGYelhFaFrmJzao4bKG53LuwjKzprjKGTERlFL_-vVa5cLDd2XGB4YHxiq5JcTw1XCWABULvdqPxuVxmjEWVJ_sGmDKpWUCzPT2oKd7M5-Fl-4B3-ZBViCD8L3Oc4re7rqJ9VEtfBiBEExN/s225/Verbo%20To%20be.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="225" data-original-width="225" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbGJXKtUzpRsyZE8zAaaWLellp6B0n0tawcnOg2o4wrVzaPeGYelhFaFrmJzao4bKG53LuwjKzprjKGTERlFL_-vVa5cLDd2XGB4YHxiq5JcTw1XCWABULvdqPxuVxmjEWVJ_sGmDKpWUCzPT2oKd7M5-Fl-4B3-ZBViCD8L3Oc4re7rqJ9VEtfBiBEExN/s1600/Verbo%20To%20be.jpg" width="225" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">La mayoría de
los idiomas parecen haber encontrado las síntesis, el punto de convergencia en
el que las nociones de espacio- tiempo se cruzan, se coagulan y se hacen una.
Estar en el espacio equivale a ser y devenir implica estar en algún lado. Así,
para Hamlet, el problema no consiste en estar o no estar. Eso es algo que se da
por hecho. El problema para él es de otra índole y por eso interpela a su
propia legión de sombras, de recuerdos, de fantasmas, o como ustedes prefieran
llamarlos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Para quienes
intentamos expresarnos en castellano la encrucijada se multiplica como en un
juego de espejos enfrentados: ¿es posible ser sin estar o, estando, podemos no
ser?<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Un intento de respuesta a la
pregunta convoca a la historia, a la ciencia, a la filología, a la filosofía y
a todos los campos del saber, en tanto ese espejo presenta grietas y por lo tanto
distorsiona la información: los cuerpos y las ideas reflejados nunca son
confiables del todo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Vuelvo a las
clases de Lida que, para acabar de completar, era rubia teñida, lo que la
acercaba a las mujeres que aparecían en las páginas a color de la revista <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Sueca, </i>nuestro principal medio de
educación sexual para esa época sin internet.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Siempre sin
salirse de la cartilla, nuestra profesora explicaba que sin el To be sería
inútil<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>todo intento de aproximación al
to live , al to play, y enseguida enhebraba una lista infinita: to Kiss, to
work, to drink, to run, to dance, to eat , to fly, to walk. Un día cruzamos el
umbral del decoro y añadimos a hurtadillas el to fuck, que nos acarreó la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>expulsión de clases durante una semana.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSNkS_Y1hpxhUpAceeXiksP55N__JKCQyOJSAl4bnyBfpLDzI2vUdtwA80sMQoP9Qu4-9f7vvY7bBEsBzK5TEKKE0yhyD5W6aOL0luNOwVkA7zmbQ0h1HKQsdxjC0oIZquIo8bi5fQRYE-ZUym6ktxY-kl3xykwfo9aZIL93wzouR9kVTQscndcOlic1dV/s284/espejo%20agrietado.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="177" data-original-width="284" height="177" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSNkS_Y1hpxhUpAceeXiksP55N__JKCQyOJSAl4bnyBfpLDzI2vUdtwA80sMQoP9Qu4-9f7vvY7bBEsBzK5TEKKE0yhyD5W6aOL0luNOwVkA7zmbQ0h1HKQsdxjC0oIZquIo8bi5fQRYE-ZUym6ktxY-kl3xykwfo9aZIL93wzouR9kVTQscndcOlic1dV/s1600/espejo%20agrietado.jpg" width="284" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Procacidades
aparte, lo que el manual pretendía explicarnos era diáfano en su funcionalidad:
sin el ser es imposible vivir, es decir, estar. Más elemental todavía: sin
jugador no hay juego. Una obviedad, dirán ustedes. Pero llegar hasta allí les ha
costado a los filósofos - y por lo tanto a la humanidad-<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>siglos y más siglos de un recorrido que no
acabará nunca, porque en la naturaleza del misterio estará siempre el remitir a
otros misterios. Si su claridad, precisión y concisión hoy nos resultan obvios
es porque no hemos tenido que hacer el esfuerzo de alcanzarlas. Por lo demás,
lo mismo sucede con todas las proezas del pensamiento y de la ciencia. Cuando
en condición de consumidores procedemos a un uso rutinario y a menudo desganado
de alguno de los muchos avances tecnológicos puestos en nuestras manos, hacemos
tabla rasa de todos los esfuerzos que supuso ponerlos a nuestra disposición.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">En el principio era el Verbo</span></i><span lang="ES-CO">, reza la primera frase del libro del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Génesis</i>, el texto fundacional en la tradición judeo- cristiana. El
Verbo, la potencia, el principio vital del lenguaje que nos lanza hacia el
mundo y nos permite pasar del yo al nosotros, del aislamiento a la comunión.
Con seguridad, Lida tampoco era consciente de la poderosa conexión entre esa frase
y su tozudo empeño en que hiciéramos nuestra la esencia del To be. ¡Ay Lida! ¡Ay
Hamlet!<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">PDT. Les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada:</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">https://www.youtube.com/watch?v=G1cJixPCcNY</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-CO"><o:p> </o:p></span></p>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-51265095252366874152024-02-14T11:48:00.000-08:002024-02-14T12:03:10.881-08:00La gran ilusión<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgp611WGxhmgkTFyOoNVHM1x_27Lsis52-y9UteELlq1abQDSRm4HvRQ9lpjv041ty9k_EjF53JNZCN58WnLMfIFf4yNrShQJLC81karzIgRsWBFdhHf711r7a6MpE6DjCCqXswZdlIgsFkwIpalOriISH4mxNca-IxhyphenhyphenPTmkYejIMg9gvdVT1z4GQUMKLd/s300/NEWS.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgp611WGxhmgkTFyOoNVHM1x_27Lsis52-y9UteELlq1abQDSRm4HvRQ9lpjv041ty9k_EjF53JNZCN58WnLMfIFf4yNrShQJLC81karzIgRsWBFdhHf711r7a6MpE6DjCCqXswZdlIgsFkwIpalOriISH4mxNca-IxhyphenhyphenPTmkYejIMg9gvdVT1z4GQUMKLd/s1600/NEWS.jpg" width="300" /></a></div><br /><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO"><br /></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span lang="ES-CO">“Menos Whatsapp y más historias</span></i><span lang="ES-CO">”, esta frase afortunada dirigida por el periodista Franklin Molano
a sus colegas y a sus jóvenes estudiantes debería constituir un mandato para
todos los seres humanos de este tiempo, abismados como andamos en el consumo enloquecido
de información, no ya como una ayuda
para comprender la sociedad y tratar de intervenir en ella, sino como un fin en
sí misma. En la era del consumo compulsivo, devorar y derrochar información se
convirtió en otra manera de competir por un lugar en el mundo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">El célebre
derecho del ciudadano a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“estar bien
informado</i>” perdió así su sentido original para devenir reacción impulsiva
ante la sensación de quedarse por fuera de algo muy importante sino se está
conectado las veinticuatro horas del día- y unos minutos más- a la máquina
proveedora de datos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Para la muestra,
tengo un vecino, profesor de alguna cosa en una Institución Educativa, que va
por<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el mundo dictando sentencia sobre
cuanta cosa pasa en todos los rincones de la tierra. Las medidas de Milei en
Argentina, las peleas de Petro en Colombia, el regreso de Trump en Estados
Unidos, la tragedia de Gaza, el estado de la economía china, los incendios
forestales en Chile, el reinado de Bukele en El Salvador, los juegos
geopolíticos de los poderosos con los dramas de Ucrania y el Medio Oriente, los
huracanes en el Caribe… y mejor paremos porque la cadena no acaba nunca. Esa es
una de sus características: en el mundo de hoy la información es una bestia que
se alimenta de sí misma, como la serpiente que se muerde la cola de los
cabalistas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8pLet1pHMuJus_HvQmNP1i0PWi36em_VqwWuk6Teu4iD7Cd8dUJDbxQAoeVOPm0VRjvWU6eCXOdTIy8HCoMLMRfTJD7sNYzJzj-ZgWGZkYBwv6oTV-UYi2tO6ip0r5wnxLGBwzRsMLhyHHr3CPUtSan5OjIlxZ5EHys5GaGs_HSe14FxSEOsIZUMuSoED/s183/Aud%C3%ADfomps.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="148" data-original-width="183" height="148" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8pLet1pHMuJus_HvQmNP1i0PWi36em_VqwWuk6Teu4iD7Cd8dUJDbxQAoeVOPm0VRjvWU6eCXOdTIy8HCoMLMRfTJD7sNYzJzj-ZgWGZkYBwv6oTV-UYi2tO6ip0r5wnxLGBwzRsMLhyHHr3CPUtSan5OjIlxZ5EHys5GaGs_HSe14FxSEOsIZUMuSoED/s1600/Aud%C3%ADfomps.jpg" width="183" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">¿De dónde le
viene el convencimiento a nuestro profesor? Él mismo lo explica: <i>“En el mundo de hoy el que no está bien
informado no puede ser competitivo. Y no está bien informado quien se
desconecta de los acontecimientos”.</i> Ahora entiendo por qué el tipo va todo
el tiempo con unos enormes audífonos como orejas sustitutas que hace tiempo
pasaron a hacer parte de su anatomía. Sospecho que no se los quita para dormir,
ni para tomar un baño, ni para los juegos del sexo… si todavía le queda algún
resquicio para esos menesteres tan poco elevados.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Eso sí, tenga
usted cuidado de no indagar acerca de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>su
nivel de comprensión sobre los tan mentados <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“
acontecimientos”</i> porque- en otra reacción instintiva-, se sacará de la
manga una respuesta multiusos: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“en RCN ,
en Caracol,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en CNN, en Fox News<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>o en las redes sociales<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lo dijeron</i>”. De<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>modo que los mencionados medios son su
autoridad, su escriba, su gurú.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Y aquí reside
una de las claves del problema. Por lo menos en otros tiempos había un solo
gurú, un escriba, una autoridad. La gente les obedecía o se rebelaba y trataba
de encontrar su camino, con alto riesgo de ser condenada a la hoguera. Pero hoy
son legión, como los demonios del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nuevo
Testamento.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Así pues, la
única defensa frente a esa amenaza es el criterio. El acopio de elementos de
juicio que permitan aproximarse al cada día con una mirada propia capaz de
descorrer el velo de la confusión. Ahí está el gran desafío. Para hacerse con
la herramienta se necesita tiempo, pausa, lentitud y eso<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es lo que el sistema no permite, porque a lo
largo de los tiempos cuando la gente se pone a pensar suele volverse peligrosa
y adquiere la grosera costumbre de formular preguntas incómodas para los poderosos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8faXcz2jDo6rPK5FmSkw4mraM6MeJaoqsO0NpBxIxMLAkcNBbiUIUEDfQ_Dp8vp_BQ5pGYACxzcn7TBIn69SzUDyguP5AuGP9TcwwFo0MFTIKIjsv6IIZJqFqD2r6esX5vh3uSlwFh2hxzS_7pIRVL1_sqnbHUZeY0_6AHvCXlX5th-sSH4zpk0sLlT2c/s275/Amigos%20del%20barrio.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="183" data-original-width="275" height="183" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8faXcz2jDo6rPK5FmSkw4mraM6MeJaoqsO0NpBxIxMLAkcNBbiUIUEDfQ_Dp8vp_BQ5pGYACxzcn7TBIn69SzUDyguP5AuGP9TcwwFo0MFTIKIjsv6IIZJqFqD2r6esX5vh3uSlwFh2hxzS_7pIRVL1_sqnbHUZeY0_6AHvCXlX5th-sSH4zpk0sLlT2c/s1600/Amigos%20del%20barrio.jpg" width="275" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">La adquisición
de ese criterio implica en sí misma una lucha contra la alienación propia y
ajena. En el siglo XIX Karl Marx profundizó en ese concepto y nos mostró un
individuo despojado de sí mismo, obligado a luchar por objetivos que no son los
suyos y, por lo tanto, deshumanizado, convertido en cosa, en mercancía. Corrida
la segunda década del siglo XXI ya ni siquiera somos eso. La máquina productora
de información nos convirtió en cifra, en pura abstracción ¿Se han fijado en
esos recuadros de los noticieros de televisión, que al lado de imágenes de
muertos y heridos- otra forma de banalizar las tragedias- nos ofrecen números a
modo de respaldo, en un recurso que le da una vez más la razón a Hannah Arendt
cuando formuló su advertencia sobre <i>“La
banalidad del mal”?</i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">De ahí la
validez de la frase del periodista Molano. Menos <i>Whatsapp i</i>mplica tomar distancia para emprender la reflexión. Y más
historias nos devuelven a la calle, al barrio, a la esquina, a la cancha de
fútbol, a la iglesia, al café, al parque, a la tienda. En suma, a los lugares de encuentro
donde el rostro de los otros cobra plenitud en el cotilleo, en el apunte
humorístico, en la mamadera de gallo, en la capacidad para burlarse del propio
infortunio.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Vale la pena
intentarlo. Por ese camino, a lo mejor el consumidor pasivo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de información vuelva a ser sujeto dueño de
sí mismo, actor<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de su propia vida y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no mera comparsa<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en la gran ilusión<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de participación aupada por la industria del
espectáculo,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ese negocio colosal<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del que las noticias que tanto excitan<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a nuestro profesor de instituto son apenas
otro insumo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">PDT. les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada:</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">https://www.youtube.com/watch?v=aIuCdQtNBgg</span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-CO"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-CO"><o:p> </o:p></span></p>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-27116286603868483672024-01-31T11:56:00.000-08:002024-01-31T11:56:29.227-08:00La poesía del potrero<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBOqaC4UV-118LXKE1gqxVvXOLt8D6B3Alj_tSA2kQOu_hIDRMmRFmY85rkseoIJO7mh7WIrR-nSSW-beAYe_vtM8uMymAoMeDSl1ZpnoDY2jRlwHYPR1d7lTNQDiJFIVVIT1XoF5EvotRwOolFqAU22Hws44zzEsGJjLoarTsuovp05TVtI7gZH4qjHCv/s1600/WhatsApp%20Image%202024-01-31%20at%2011.36.58%20AM.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBOqaC4UV-118LXKE1gqxVvXOLt8D6B3Alj_tSA2kQOu_hIDRMmRFmY85rkseoIJO7mh7WIrR-nSSW-beAYe_vtM8uMymAoMeDSl1ZpnoDY2jRlwHYPR1d7lTNQDiJFIVVIT1XoF5EvotRwOolFqAU22Hws44zzEsGJjLoarTsuovp05TVtI7gZH4qjHCv/s320/WhatsApp%20Image%202024-01-31%20at%2011.36.58%20AM.jpeg" width="240" /></a></div> <i><b><span style="font-size: xx-small;">Mateo González</span></b></i><br /> <p></p>
<p class="MsoNormal"><br /></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-CO"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Para
el pequeño Mateo González y para todos los<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>frecuentadores de potreros</span></i><span lang="ES-CO">.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-CO"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Le decíamos
“Julio Muelas” y en mi memoria nunca tuvo otro nombre. Pasó por mi adolescencia
y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por mi temprana juventud como un
superdotado pleno de gambetas, túneles, sombreritos, taquitos, bicicletas,
rabonas y otras tantas maravillas encargadas de alimentar un diccionario que
sólo los fieles devotos del fútbol como juego desinteresado<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>podemos comprender. En resumen, “ Julio
Muelas” era lo que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en la jerga del
deporte suelen llamar un súper crack; sólo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que él lo ignoraba y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ni falta que
le hacía saberlo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">La primera vez
que vi a Ronaldinho en la televisión el recuerdo de “Julio<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Muelas” se reavivó en mi interior: idéntica
figura esmirriada con ese rostro en el que asomaban unos dientes
superlativos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hechos para mordisquearse
el mundo de a poquitos. Igual que el célebre brasileño, nuestro héroe de los
potreros daba la sensación de burlarse de los rivales cada vez que los sometía
a uno de sus lujos y eso desencadenaba en algunos una sensación de
resentimiento próxima al odio. Cualquiera que haya jugado al fútbol alguna vez
sabe lo que es ser víctima de un túnel o de un sombrerito, para no hablar de la
jugada del bobo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Pero qué le
hacemos si los genios son así.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Con todo y para
fortuna del juego, todavía eran los tiempos en que este era un puro goce, un
dejarse llevar por la tentación de una pelota y once rivales empeñados en
demostrar que eran<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mejores… aunque no
tuvieran un “ Julio<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Muelas “ en sus
filas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-Tt5-leMqgVn1zJUUTR0Gqshl4vZ2OSxny-DAYM0bdrFfgVQEcCPOdlC9zn8KrRhMpa9RbpSpfK2xSwO2sWwBTXte9s6zQyI6fDDLfupBlxyPr035PP6YcAl4wzMwnnRfKhkYPLrAeIts9rpajOzW_SDDfYRqNnzon9plEoW_dZj-rE5JBaOylc2DFY7H/s268/POTRERO.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="188" data-original-width="268" height="188" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-Tt5-leMqgVn1zJUUTR0Gqshl4vZ2OSxny-DAYM0bdrFfgVQEcCPOdlC9zn8KrRhMpa9RbpSpfK2xSwO2sWwBTXte9s6zQyI6fDDLfupBlxyPr035PP6YcAl4wzMwnnRfKhkYPLrAeIts9rpajOzW_SDDfYRqNnzon9plEoW_dZj-rE5JBaOylc2DFY7H/s1600/POTRERO.jpg" width="268" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">En su compañía,
junto a una panda de la que formaban parte César Patiño, Pedro Vicente Ramírez,
Santiago Valencia, Nelson Marín y José Ferney Escobar- muerto hace un par de
años-, recorrimos los potreros de Pereira y Dosquebradas en busca de rivales. A
veces nos dábamos el lujo de jugar en canchas consagradas como “Las Canarias,
“El Acero”, “La Rosa” o “Bavaria”. Pero esa era la excepción, porque la mayoría
de las veces teníamos que competir con vacas, caballos y otros semovientes para
ocupar una franja de potrero donde instalar las porterías armadas con guaduas o
a menudo con la propia ropa amontonada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Toda posible
dicha terrenal se resumía en esa liturgia de jóvenes sudorosos envueltos en
polvaredas o chapoteando entre el barrizal, dependiendo de la temporada. De vez
en cuando el milagro se interrumpía cuando un balón estallaba de puro viejo,
para reanudarse unos segundos después ante la aparición de un repuesto surgido
de no sabía dónde. Los dioses del fútbol siempre fueron pródigos con sus
criaturas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Alguna vez, allá
por los días del Mundial 78, durante unas vacaciones de mitad de año a “Julio
Muelas” lo llevaron a entrenar con el Deportivo Pereira. Creíamos haberlo perdido
para siempre pero, para fortuna de todos, a los cuatro días el tipo se aburrió.
Eso de cuadricular la cancha, de moverse en diagonales y de no transitar por
zonas vedadas no iba con su sentido anarquista del juego.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Después de todo, en su manera de vivir las
cosas la magia del fútbol consistía en hacer lo<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>que a uno le daba la gana o lo que la necesidad del momento le dictaba.
En su mente, el concepto de profesión aplicado al fútbol carecía de sentido.
Mucho menos tenían cabida en su entraña asuntos como la fama o la idea de
hacerse millonario, o billonario, que ya los hay. Lo suyo era gozar y ya.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRa2IYHry8gewgl_F-xYHCgs36qEB9lIwq5CJjxXs3jKxOrZjRUfPLjxRqPxjQ9ud4cL3V-jWj4jw76q8ALXkXJI-W5vLQNEY08I1FNY7AToT0iq69dStAz43dSOdYffa1si6mREonl2k0ykOoKgwg3gpfui-ojumYWkLZeHO4hmRRvRliKdDqVh_0O_iq/s300/BAL%C3%92N.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRa2IYHry8gewgl_F-xYHCgs36qEB9lIwq5CJjxXs3jKxOrZjRUfPLjxRqPxjQ9ud4cL3V-jWj4jw76q8ALXkXJI-W5vLQNEY08I1FNY7AToT0iq69dStAz43dSOdYffa1si6mREonl2k0ykOoKgwg3gpfui-ojumYWkLZeHO4hmRRvRliKdDqVh_0O_iq/s1600/BAL%C3%92N.jpg" width="300" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Por esas razones
estoy convencido, como algunos de quienes compartimos los potreros con él, que
en su momento “Julio Muelas” fue el mejor jugador de mi mundo, de nuestro
mundo. Porque eso de “El mejor jugador del mundo” es una creación mediática y
de mercadeo surgida cuando el fútbol empezó a revelarse como un negocio colosal
codiciado por toda suerte de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>carteles de
los que forman parte dirigentes, empresarios, periodistas deportivos,
apostadores, padres de familia, entrenadores, agencias de publicidad,
empresas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de comunicación y, claro, la
materia prima, es decir, los niños y jóvenes que aspiran al reconocimiento y a
la redención económica de los suyos a través de esa disciplina.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Una vez, en la
cancha del colegio “Deogracias Cardona”, este Julio de dientes colosales se
fajó un gol- lo juro-, mil veces más bello que los célebres de Maradona y
Messi. Sólo que no había cámaras de televisión ni mucho menos teléfonos
digitales para registrar el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>prodigio. El
hombre partió de nuestro propio terreno eludiendo rivales y al final dejó al
arquero sentado en medio de la nada antes de empujar la pelota al otro lado de
la invisible línea de gol que, como tantas otras cosas, constituía un asunto de
fe.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">La estampa impagable
de ese gol me volvió a la memoria cuando Julio González me contó que su hijo
Mateo había abandonado la escuela de fútbol donde lo preparaban para la fama y
la riqueza. En su lugar decidió dedicarse a recorrer potreros con una pelota
bajo el brazo en busca de compinches para la diversión. Razón suficiente para
no perder del todo la esperanza.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">PDT. les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><span style="font-size: large;">https://www.youtube.com/watch?v=yXa2ycPqR_U</span></span></p>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-62492444482749220972024-01-22T10:10:00.000-08:002024-01-22T10:17:33.257-08:00Confunde y reinarás<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiug52AWsPPFZZfzv9n7c-_oRONHDrF-i3fXsG9-Ei99Ojr1lHSFsVc_Oit9IZ__Szm8VTOoSAwkWM9LgXAGR5NEJGOtEogFm1iKY75O8DUl9rBt2zi6uMFWNBZttcgFsFPkdJ_9g8lEB-iSXXWR6AR1mRFJaTI8zJTiho9FXbfOwC7ebD0pCuw67kAbJ4H/s251/CNN.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="200" data-original-width="251" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiug52AWsPPFZZfzv9n7c-_oRONHDrF-i3fXsG9-Ei99Ojr1lHSFsVc_Oit9IZ__Szm8VTOoSAwkWM9LgXAGR5NEJGOtEogFm1iKY75O8DUl9rBt2zi6uMFWNBZttcgFsFPkdJ_9g8lEB-iSXXWR6AR1mRFJaTI8zJTiho9FXbfOwC7ebD0pCuw67kAbJ4H/s1600/CNN.jpg" width="251" /></a></div><br /><p><br /></p><p><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Los expertos en
mercadeo político y religioso lo saben muy bien: una mente confundida y sin
facultades críticas puede precipitarse por el despeñadero de cuanto fanatismo
le ofrezcan en el portafolio de servicios. Sólo se necesita una buena dosis de
miedo y la promesa de una cura para todos los males.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">De ahí que la
retórica de iglesias y partidos se pueda intercambiar con tanta facilidad:
palabras como salvación, abismo, infierno y perdición abundan en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los pronunciamientos de candidatos y
pastores. O de candidatos- pastores, porque cada vez estamos más atrapados en
el viejo contubernio entre política y religión.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Y confundir una
mente es lo más simple del mundo. Usted toma una buena dosis de información
falsa, le suma algunos datos imprecisos o un manojo de verdades a medias que al
final resultan ser las peores, las cuece a fuego lento, las viste con un ropaje
incendiario y puede lanzarse a la carrera política o sacerdotal sin fijarse en
gastos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Del resto se encargan
los medios de comunicación con su poder multiplicador.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Tomemos nada más
tres casos de gran repercusión en tiempos recientes: la masacre perpetrada
contra el pueblo palestino por parte del actual gobierno de Israel, la llegada
de Javier Milei a la presidencia de Argentina y la campaña electoral en Estados
Unidos. Con algunas excepciones, en los tres casos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el abordaje de las noticias se ha
caracterizado por la inmediatez de un lenguaje tremendista al que los análisis
de “expertos” le dan apariencia de seriedad. Un dato clave: tanto Trump como
Milei se lanzaron como figuras públicas a través de espacios televisivos bastante<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>próximos al formato del reality-<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>show.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtJKStYW1dEUNsIX00cJFdGcltoTJOVbBBPCMZHhQS7VfeoyklG7kwNTQ2VCp6UlkO8ANXMDSJ0Ld8v5TwvRrzwo44cFYZLqLlJxgzXJ5YcADi2ClS2PM-kKL28RbdaW2iyitAnXxzp9mLKpvrlThEDRnkWVemx6nvpuZUD-xOqmFCm1C3eSLaNG1AjEpS/s275/Milei.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="183" data-original-width="275" height="183" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtJKStYW1dEUNsIX00cJFdGcltoTJOVbBBPCMZHhQS7VfeoyklG7kwNTQ2VCp6UlkO8ANXMDSJ0Ld8v5TwvRrzwo44cFYZLqLlJxgzXJ5YcADi2ClS2PM-kKL28RbdaW2iyitAnXxzp9mLKpvrlThEDRnkWVemx6nvpuZUD-xOqmFCm1C3eSLaNG1AjEpS/s1600/Milei.jpg" width="275" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Este último
concepto es elocuente:<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la realidad como
espectáculo o el espectáculo como realidad. Para los medios, y más aún sí
circulan a través de la internet, la frontera entre los dos mundos se diluye.
Desde que CNN asumió la información sobre la Guerra del Golfo como un
espectáculo transmitido en vivo y en directo, con franja de comerciales
incluida, cualquier distanciamiento crítico se hizo imposible. Entre el
mercadeo del Super Bowl y las noticias de la guerra no hay diferencias.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Algo similar
pero peor sucede con la desinformación acerca del drama en la Franja de Gaza.
Si ustedes se han fijado, las notas “periodísticas” se presentan bajo un
encabezado en letras mayúsculas que dice: “GUERRA ISRAEL- HAMAS”. A
continuación se muestran imágenes de edificios destruidos, de heridos o muertos
cubiertos con sábanas, seguidos de cuadros con cifras y más cifras.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Con los cada vez
menores niveles de discernimiento de la masa humana alienada por toda suerte de
poderes, no es difícil prever las consecuencias de esa manera de abordar las
cosas. Lo he comprobado en la calle hablando con algunas personas. Muchas de
ellas creen que sí Israel es un país en guerra con Hamas, entonces este último
también es un país. Así las cosas, Palestina desaparece de la mente de los
consumidores de información… si alguna vez estuvo. De cuajo queda suprimida<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>una historia que se remonta a los días del
Antiguo Testamento con sus conflictos milenarios . Leamos los relatos sobre
filisteos, cananeos, babilonios, persas y tendremos una ruta más segura que la
señalada por los medios. Sólo entonces la abstracción “GUERRA ISRAEL- HAMAS”
pierde consistencia y el drama de los palestinos se revela en toda su
dimensión.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Con Israel pasa
algo parecido. Como la información es pobre y tendenciosa, no se hace claridad<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sobre la diferencia entre la cultura y la
religión del pueblo judío,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que son
patrimonio de la humanidad por un lado, y el programa<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sionista de poder político y económico a
nivel planetario<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por el otro. De ese modo los
elementos de comprensión se reducen a cero. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjetz4hEmvYRcSnDgpWictJ9m2jC6h-Vn-f1QCrnjv7SwWfTjjvKGAOvZCOxHkhNqsmPsQi85XS2nhgF0hdwk816CnWuzjbDAsGvcIjiIKGH_OuuamIXn4w9lbCq6d6o17D7Jj73XdfXiEMkbZWfZfbMFUE9wz087HdJiCWNwbHEXM8F7ke3E88ZthFhp0j/s263/TRUMP.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="192" data-original-width="263" height="192" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjetz4hEmvYRcSnDgpWictJ9m2jC6h-Vn-f1QCrnjv7SwWfTjjvKGAOvZCOxHkhNqsmPsQi85XS2nhgF0hdwk816CnWuzjbDAsGvcIjiIKGH_OuuamIXn4w9lbCq6d6o17D7Jj73XdfXiEMkbZWfZfbMFUE9wz087HdJiCWNwbHEXM8F7ke3E88ZthFhp0j/s1600/TRUMP.jpg" width="263" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">El caso de la
dupla Milei- Trump es ejemplar por lo peligroso. En ambos el uso de la mentira
para manipular la mente de masas carentes de todo criterio dio unos resultados
que se traducen en un nada prometedor modelo para el mundo. Ambos hablan de
devolverle a sus países una improbable y perdida grandeza: la misma invocada
por los nazis para garantizar su llegada al poder o por los estalinistas para
restituir el paraíso terrenal a la clase obrera.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El norteamericano dice que le robaron las
elecciones pasadas y que su triunfo en las próximas debe ser algo así como un
acto de justicia universal. A su vez el argentino ha repetido en todas partes
que su país llegó a ser el más rico del mundo, y que su misión consiste en
devolverle esa condición. Los datos de los historiadores y economistas más
conservadores desmienten esa versión. Tampoco Trump ha podido probar el robo y,
sin embargo, sus fieles devotos lo repiten en las plazas y en las redes
sociales, ese imparable agente multiplicador de imprecisiones y falacias.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Y es aquí donde
aparece el concepto más peligroso: el de “misión”. A lo sumo, un político pude
tener un proyecto o un programa de gobierno realistas y realizables. Pero eso
no vende. Mejor dicho, no es mercadeable ni mueve las potencias instintivas de
los eventuales electores. Así las cosas resulta más rentable a nivel electoral
apelar a la movilización de los instintos, empezando por el miedo y la
necesidad de imponerse sobre los otros. Como una vez alcanzado<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el objetivo de hacerse con el poder la misión
resulta imposible de cumplir, sólo queda el recurso de huir hacia adelante,
aumentando así los niveles de confusión y de paso<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>creando nuevas necesidades de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>redención.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">El Leviatán ha
aprendido entonces a alimentarse de sí mismo; es decir, de la masa acrítica que
lo constituye. En ese punto la noria empieza de nuevo a girar… a no ser que
decidamos romperla y para eso debemos recuperar la capacidad de pensamiento
perdida en algún recodo del camino.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">PDT. les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><span style="font-size: large;">https://www.youtube.com/watch?v=g4OsiIAkoXo</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><span style="mso-spacerun: yes;"><span style="font-size: large;"> </span></span><o:p></o:p></span></p>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-66093862607939436682023-12-28T13:04:00.000-08:002023-12-29T01:52:45.604-08:00Experiencia mortal<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgs7osVKb7SOZ2o2jwHFmBXe8km13Xkhy3dAwbTyJ3hrHdy7YCe1SR_wv_OjTRXECwJl-rvUptgRPwMpj05KN98Nl9r1DqYiAevTkdPQyxxEkfWfG0Gz6g-_Aw1KEFc_IR1CvHRmzdwlmHEOznpsEYG6PMy-xmPEQq8WFVK0tPMSK0thmAdPWKGhQ8CWHEv/s259/Calvo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="194" data-original-width="259" height="194" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgs7osVKb7SOZ2o2jwHFmBXe8km13Xkhy3dAwbTyJ3hrHdy7YCe1SR_wv_OjTRXECwJl-rvUptgRPwMpj05KN98Nl9r1DqYiAevTkdPQyxxEkfWfG0Gz6g-_Aw1KEFc_IR1CvHRmzdwlmHEOznpsEYG6PMy-xmPEQq8WFVK0tPMSK0thmAdPWKGhQ8CWHEv/s1600/Calvo.jpg" width="259" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Es curioso. A medida que la realidad se banaliza y las cosas pierden consistencia,
el lenguaje se hace más sofisticado, en una especie de intento de compensación.
A lo mejor se alienta la esperanza de que el resplandor de las palabras
distraiga de la pérdida de sentido de nuestros actos.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Caminaba por el centro de Pereira cuando vi el anuncio a la entrada de un
Centro Comercial:<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Experiencia capilar, nuestras
manos son lo mejor para usted</i>. La frase titilaba desde el fondo de un
tablero electrónico. De entrada pensé en un sitio de masajes, aunque no me
resultaba claro a qué pelos se referían con lo de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">experiencia capilar</i> ¿O se trataba de una nueva terapia basada en
los secretos de las melenas al estilo Sansón?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Me acerqué un poco más y descubrí, un tanto decepcionado, que se trataba de
una simple peluquería. Perdón, olvidé que, siguiendo la corriente de los
tiempos, los peluqueros desaparecieron hace rato.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ahora se llaman asesores de imagen.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Mi abuelo Martiniano se hubiera
quedado de una pieza. “Camine mijo a que nos peguen una peluquiada”, decía el
viejo cuando me veía el pelo sospechosamente cerca de los hombros.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El culto a la imagen estaba todavía lejos. Al
menos en su escala de valores era más importante ser que parecer.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Unas cuadras más adelante pensé con tristeza en mi compinche, el escritor
Rigoberto Gil Montoya. Ni en el más delirante de sus sueños el pobre hombre
podrá vivir una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">experiencia capilar</i>:
hace décadas el último pelo huyó de su cabeza como quien escapa de un enemigo
implacable.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">El asunto está claro: uno ya no va a que lo peluqueen sino a vivir una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">experiencia capilar</i> pero ¿ cuándo se
produjo ese cambio?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">A primera vista tiene una relación con la asepsia del lenguaje, esa manía
de no llamar las cosas por el nombre, que se gestó en los terrenos de la
corrección política y pronto se trasladó a otras instancias de la vida ¿Recuerdan
la expresión “pesca milagrosa” para referirse a un secuestro masivo o <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“falso positivo” para<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aludir a un asesinato?.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisOQx5fsBtd31Vf8Xqbweyn711HZvV3QwBxX3YrB_yM3Yqju7KbPMnZcWcWBRhyphenhyphenBO1BPaAESZYvM7YVxhcWYhvHpnqLPuWkicI61CE6V7m-b0whO2FNnljD4e6_TF9HX85U26Lm-nL6HVf8X9gNf6mBaBqn-1D8TAFWV4oD0K-czNDjFQY__DfAIjls6CJ/s340/Crimen%20de%20estado.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="148" data-original-width="340" height="139" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisOQx5fsBtd31Vf8Xqbweyn711HZvV3QwBxX3YrB_yM3Yqju7KbPMnZcWcWBRhyphenhyphenBO1BPaAESZYvM7YVxhcWYhvHpnqLPuWkicI61CE6V7m-b0whO2FNnljD4e6_TF9HX85U26Lm-nL6HVf8X9gNf6mBaBqn-1D8TAFWV4oD0K-czNDjFQY__DfAIjls6CJ/s320/Crimen%20de%20estado.jpg" width="320" /></a></div><br /><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">“Dorar la píldora” le decían antes a esa forma de la hipocresía y el
disimulo. Y aquí vamos encontrando el hilo del asunto. Los magos de la publicidad
y el mercadeo aprendieron bien temprano que la necesidad de ascenso social y el
consiguiente reconocimiento son dos de los grandes motivadores de la conducta
humana. Diferenciarse, o al menos sentirse diferente de los otros se convierte
en algo esencial. El hábito de salir de compras apunta en esa dirección:
consumo, luego existo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Y es ahí donde las palabras, al menos en apariencia, recuperan su papel
fundacional. Nombrar las cosas de otra manera es asignarles un nuevo lugar en
el mundo, por ilusorio que este sea.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Así que, aupada por la publicidad y por el ímpetu de competir, la gente
dejó de salir de paseo y en su lugar emprendió una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">experiencia de viaje</i>. Las personas no volvieron a comer para
dedicarse a tener <i style="mso-bidi-font-style: normal;">experiencias
gastronómicas</i>. Ya no se asiste a cine sino a una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">experiencia cinematográfica</i>. Como sucede siempre, muy pronto esa
práctica alcanzó niveles de estupidez. Hace unos meses le escuché a un yuppie
de la parroquia decir que su padre estaba viviendo una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">experiencia de cáncer</i>. Por lo visto, la fórmula de los
publicistas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>empezaba a perder su
connotación placentera para tomar otras derivas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Con las cosas de ese tamaño no resistí la tentación de escribir que mi
abuelo Martiniano no se murió a secas,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>o
que “estiró la pata” como a él le<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>gustaba decir<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en ese lenguaje
montañero que me dejó a modo de herencia, sino que tuvo una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">experiencia mortal</i> en un enero, hace
ya<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cincuenta años.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">PDT. les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-size: large;">https://www.youtube.com/watch?v=kw4cbx3tVGY</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-64341664101901442952023-12-04T09:57:00.000-08:002023-12-04T09:57:24.057-08:00Serrat: lo nuestro es pasar<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjR5yhRxKcxwJQd5o_AZPZaZv-Cea_1Ao6BkKA3h5BzHVa-yVsgFw82cnNgv7ekwtWvCneOWlMukFuw7TenFTFl7YStlpithGs4kgFSv2cYm1zErCnE70xCxjjj8F08KN-a-0vVTfAzBLTljQQka0ssY0Ujhr_P9yMUBLvb97H9tmGeMtwUcSeu41ZMr_kB/s300/EstelaMaris%20-%20Serrat.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjR5yhRxKcxwJQd5o_AZPZaZv-Cea_1Ao6BkKA3h5BzHVa-yVsgFw82cnNgv7ekwtWvCneOWlMukFuw7TenFTFl7YStlpithGs4kgFSv2cYm1zErCnE70xCxjjj8F08KN-a-0vVTfAzBLTljQQka0ssY0Ujhr_P9yMUBLvb97H9tmGeMtwUcSeu41ZMr_kB/s1600/EstelaMaris%20-%20Serrat.jpg" width="300" /></a></div> <i><b><span style="font-size: xx-small;">Ilustración de Stella Maris para LaColadeRata</span></b></i><p></p>
<p class="MsoNormal"><br /></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-CO"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">En uno de esos
cuestionarios predecibles que le formulan a la gente célebre, el entrevistador
le preguntó a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Joan Manuel Serrat:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">-¿Quién es la<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>persona más entrañable en su vida?<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">El cantor catalán
lo dudó un par de segundos antes de responder en medio de una carcajada:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">-Iba a decir que mi mamá, pero me acordé de
Ronaldinho.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Ese fino humor
es una de las improntas de su personalidad y de su obra poético- musical. Es su
manera de hacerle un guiño permanente al absurdo y a la ironía como antídoto
contra todo trascendentalismo, aunque se refiera a los asuntos más graves. Por
eso mismo, cincuenta años atrás pudo responderle a otro periodista, inquieto
por su renuncia a representar a España en el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Festival de Eurovisión</i> si no le permitían cantar en catalán:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Periodista:
<i>Serrat</i><i style="mso-bidi-font-style: normal;">: ¿Quién a Eurovisión?<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Serrat<i style="mso-bidi-font-style: normal;">: ¡A mí que me importa!<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">La capacidad
para burlarse de sí mismo y del mundo es, bien lo sabemos, una virtud cada vez
más escasa en un mundo regido por una egolatría sin límites traducida en la
pregunta tantas veces oída: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿Usted no
sabe quién soy yo?</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Desde luego, esa
impronta es también un asunto cultural. No por azar, el folclor catalán
produjo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>esos célebres muñecos conocidos
con el nombre<i> </i>de </span><i><span lang="ES-CO">Caganers </span></i><span lang="ES-CO">que, en efecto,
aparecen en cuclillas cagando ante la vista del respetable. ¿A quién </span><span lang="ES-CO">se le ocurre
semejante burla en una ciudad que se autodenomina condal y cuya matrona es la
mismísima <i>Nuestra Señora de Montserrat?.</i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><i><br /></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcYNKxYWK5-ls5iwNIVogQsud8jdJt9_QYyk6KoEAJdLFURXPbAUAnO_JcXQ0xSPeXOC0VFgO4Lrvd1XkXKJBK20xif_yDOslg-HvbH2DEBzEpLD9EaMU6fB1aH4naAkKAA7tPQE0FyFzkbe9ikPvoHcN-7rnpidSAjmFsbOTd-9xn0UUaBRfZ4W8-kL_Z/s248/Caganer.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="248" data-original-width="175" height="248" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcYNKxYWK5-ls5iwNIVogQsud8jdJt9_QYyk6KoEAJdLFURXPbAUAnO_JcXQ0xSPeXOC0VFgO4Lrvd1XkXKJBK20xif_yDOslg-HvbH2DEBzEpLD9EaMU6fB1aH4naAkKAA7tPQE0FyFzkbe9ikPvoHcN-7rnpidSAjmFsbOTd-9xn0UUaBRfZ4W8-kL_Z/s1600/Caganer.jpg" width="175" /></a></div><br /><i><br /></i><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Pienso en esas
cosas ahora que el poeta se apresta a celebrar ochenta años de vida, mientras
los fieles devotos de sus versos no paran de crecer, como lo recordaron los
organizadores de un reciente tributo brindado por la Universidad de Harvard.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">¿Dónde reside el
secreto de su vigencia?, preguntan algunos. En primer lugar, no hay secretos.
Cosa rara en el mundo del espectáculo, Serrat ha permanecido fiel a sí mismo.
Formado en la lectura de los poetas del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Siglo
de Oro</i>, así como la de los de las generaciones del 98- la de la
Guerra de Cuba- y la del 27- la del preludio de la dictadura franquista y la de
entreguerras mundiales-, su acento es el de un romántico descreído que les
rinde tributo a las causas perdidas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Consciente de
que para seguir siendo hermosa la utopía no puede materializarse sin devenir
pesadilla, Serrat no ha hecho nada distinto a cantarle en sus versos:<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Y para
no olvidarme de lo que fui/ mi patria y mi guitarra/ las llevo en mi/ una es
fuerte y es fiel/ la otra un papel.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Dicho de otra manera,
lo suyo es la coherencia entre la persona y la obra. Entre el amigo, el padre,
el esposo y el hombre público, como lo anotó su compinche Joaquín Sabina que,
sin embargo, le reclama en una canción: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mi
primo el Nano/ que no me toca nada y es mi hermano.<o:p></o:p></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEho9OdjGW-wf9KCfVs3ZQ4JMlh2XFOaoFX5lAovJ2PW3E9NuxZ75BcFrt9XTjtFjoQOZ9yOmkCJvD3_IDf7gN9cdtPz0xvxUNmFUw-kvvmzMyI_0dm1mHJHpH3bTKjD3E-rcy5PPHLpMbz6S2utWyMV4OzP_JGpaY0P-3alH_n3eGtrommMcyMdXbpq3P4l/s245/Serrat%20al%20campo%20de%20juego.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="245" data-original-width="205" height="245" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEho9OdjGW-wf9KCfVs3ZQ4JMlh2XFOaoFX5lAovJ2PW3E9NuxZ75BcFrt9XTjtFjoQOZ9yOmkCJvD3_IDf7gN9cdtPz0xvxUNmFUw-kvvmzMyI_0dm1mHJHpH3bTKjD3E-rcy5PPHLpMbz6S2utWyMV4OzP_JGpaY0P-3alH_n3eGtrommMcyMdXbpq3P4l/s1600/Serrat%20al%20campo%20de%20juego.jpg" width="205" /></a></div><br /><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Lo mismo
sentimos los amantes de ese cancionero ya antológico: como si de primos suyos
se tratara. No podía ser de otra manera con este fulano hecho del más puro
desparpajo. Volviendo a su pasión por el equipo de casa, al que aprendió a amar
en la infancia cuando correteaba pelotas astrosas en las calles del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Poble Sec, </i>una vez declaró que al Barca
le dicen el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">equipo culé</i> por el dolor
de culo que produce entre la hinchada su ciclotímica historia llena de gloria y
desastres.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">Lo nuestro es pasar</span></i><span lang="ES-CO">, cantó
su querido Antonio Machado. En su tránsito, el primo Nano nos ha regalado
bellezas como esta:<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Irene tiende sus trapos al sol/ prestando misterios a la siesta/ de
bragas comprometedoras/ y sábanas alcahuetas/ Irene tiende el alma en el
balcón/ y el viento indiscreto la explora/ </i></span><i><span lang="ES-CO">resucitando
formas/ gorditas y habladoras..</span></i><span lang="ES-CO"> Ese guiño a las
delicias y pavores del sexo es apenas uno entre los muchos pequeños milagros deparados
por este cantor que, como Dylan, Cohen, Aute o su querido Joaquín, puede decir
con don Antonio: <i>He andado muchos
caminos.</i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">Los caminos de
América<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">Vuelve Serrat, el español más querido de América</span></i><span lang="ES-CO">, tituló en su portada la revista <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cambio </i>al despuntar la década del ochenta. Y no se quedó corta:
para al menos dos generaciones de latinoamericanos y españoles Serrat es
símbolo de libertad, de respeto, de solidaridad y, claro, de utopías. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ay Utopía cómo te quiero/ porque les
alborotas el gallinero,</i> dice en una canción. Para el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>poeta catalán, lejos de ser quimera la utopía
es fuerza propulsora. No importa si a cada tanto nos damos de bruces contra la
prosaica realidad. De ahí que en un continente donde todo está por hacerse- a
despecho de los profetas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El fin de la
Historia- </i>los versos de Serrat suenan a promesa y huelen a pan fresco de
cada día.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;"><span lang="ES-CO">De México a Argentina sus canciones son plegaria, acción de gracias
y grito de rebelión, todo a la vez. No por casualidad, seres tan siniestros
como Pinochet y Videla decidieron que sus discos y sus canciones resultaban
peligrosos. Por eso su regreso al cono sur prefiguró el fin de las dictaduras. ¡
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">¡No se va/ El Nano no se va!</i> coreaban
los asistentes a sus<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>recitales.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhS7PoMH0qPa3ULz8GWS7c53isGijwHGdrDlLS7dfvrsD1w5XETNx8w-QJttBBLFmNBeWwrYienMad_hIWsM1e7Unhjenfc7_ROIjSpJMcQPymBMcK2hOe2bEy9fCGKSSBi5Nfqm2uKw8movbW_rY84ktNxhdnmJqFlGq5shT05_n9l9odyMFtDl_nO17J_/s231/Machado.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="218" data-original-width="231" height="218" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhS7PoMH0qPa3ULz8GWS7c53isGijwHGdrDlLS7dfvrsD1w5XETNx8w-QJttBBLFmNBeWwrYienMad_hIWsM1e7Unhjenfc7_ROIjSpJMcQPymBMcK2hOe2bEy9fCGKSSBi5Nfqm2uKw8movbW_rY84ktNxhdnmJqFlGq5shT05_n9l9odyMFtDl_nO17J_/s1600/Machado.jpg" width="231" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Es tanto el fervor, que hasta se le perdona su militancia en el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Partido Socialista Obrero Español,</i> esa
entelequia de la cual sus críticos aseguran que sólo se puede verificar su
españolidad porque lo de socialista y obrero ya es pura arqueología.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Candela Tiffón, la esposa de Serrat, odiaba el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Camp Nou</i>, el estadio del Barca.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Decía que su marido pasaba más tiempo en sus graderías que en casa…
hasta que llegó Ronaldinho y fue ella la que se mudó al estadio. Así que el
genial brasileño fue el responsable de que se les viera juntos en el palco
enfundados en sendas camisetas azul y grana.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;"><span lang="ES-CO">De esos pequeños detalles están hechos la vida y obra de este cantor
de pequeñas cosas que no ha parado de andar los caminos desde su nacimiento en
el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Poble Sec</i> un 27 de diciembre de 1943-
por un pelo no vino al mundo el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Día de
los santos Inocentes</i>-.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Y ahí va, con su guitarra al hombro y su irrevocable voluntad de
volcar el mundo en una canción.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;"><span lang="ES-CO">PDT. les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada:</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><span style="font-size: large;">https://www.youtube.com/watch?v=KiiV6PJPaJc</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><o:p> </o:p></span></p>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-74770963491738434252023-11-20T10:01:00.000-08:002023-11-20T11:35:43.734-08:00 Alcalde: ¿"La radio que llevas en el corazón"?<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoANx6Clj56O9qXAcs410ucVZAUAb5bSds3dV_AOErOoeLhniUaNEy7-Zm1qoKwyFs9LTy32ziNr3E6kSPsaMjxAreD-s3I8x-3vWIn_VRSaXOxAtYn4ZFJt7FbEnM5rpLrkO-Wjmxfn3h1kfcbrg33RDSRmiEzJeDRBy2j1l8TnVvj7xniPFcH4c2BR7-/s800/Emisora-Cultural-800x576.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="576" data-original-width="800" height="230" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoANx6Clj56O9qXAcs410ucVZAUAb5bSds3dV_AOErOoeLhniUaNEy7-Zm1qoKwyFs9LTy32ziNr3E6kSPsaMjxAreD-s3I8x-3vWIn_VRSaXOxAtYn4ZFJt7FbEnM5rpLrkO-Wjmxfn3h1kfcbrg33RDSRmiEzJeDRBy2j1l8TnVvj7xniPFcH4c2BR7-/s320/Emisora-Cultural-800x576.jpg" width="320" /></a></div><br /><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO"><br /></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO"><br /></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Dime de qué presumes y te diré qué te hace falta</span></i><span lang="ES-CO">”, reza un viejo proverbio, certero como toda sabiduría digna de ese
nombre.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">La sentencia me
vino a la mente cuando el lunes 20 de noviembre leí a primera hora de la mañana el comunicado enviado por
los realizadores de contenidos en la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Emisora Cultural de Pereira</i></b>. Después
de todo, la demagogia oficial repite todo el tiempo la cantilena de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Los ingentes<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>esfuerzos y recursos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>destinados al quehacer cultural”, </i>seguida, en el caso que nos ocupa, del lema:<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> "Emisora Cultural de Pereira, La radio que llevas en el Corazón".<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">No hay pago de incentivos para realizadores
de la Emisora Cultural de Pereira”,</i> se lee en el encabezado. Luego, en el
primer párrafo, los 31 firmantes de la denuncia declaran:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Los realizadores de los diferentes programas de la </span></i><span lang="ES-CO">Emisora Cultural de Pereira Remigio Antonio Cañarte 97.7 fm,<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> informan a la opinión pública que el día
viernes 17 de noviembre de 2023, fueron convocados por parte de la directora,
Mayra Alejandra Aguirre Espinoza, a una reunión donde se informó qué, por
indicaciones del alcalde de Pereira, señor Carlos Alberto Maya López, no se
realizará el pago por falta de recursos a los más de cuarenta realizadores,
correspondiente al año 2023”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">La indignación
me desbordó por todos los frentes. He consagrado mi vida a hacer gestión y
periodismo cultural<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en Pereira y
Risaralda. Sé que las buenas prácticas públicas en relación con la cultura son
la excepción entre nosotros. Puedo incluso citar buenos ejemplos: María Aydee
Botero Serna, Alonso Molina Corrales, Adriana Vallejo, Luz Stella Gil y a lo mejor se me escape
otro nombre.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Lo demás es
politiquería pura y dura: nombramientos a dedo de bibliotecarios que no leen, vejaciones
a los músicos y a los artistas en general, gerentes sin noción alguna de lo que
la cultura significa para una sociedad y engendros parecidos. A lo mejor ni siquiera
han leído en la Constitución Política que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“La
cultura es la base de la nacionalidad y por lo tanto es deber del Estado(…)”.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">*Si quieren
conocer el párrafo completo los invito a leer la Constitución de 1991.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Soy oyente
asiduo de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Emisora Cultural</i> desde
su salida al aire el 15 de mayo de 1990. He escuchado nacer cada uno de sus
programas. Unos me gustan más que otros, pero es eso nada más: cuestión de
gustos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>De lo que no tengo dudas es del
alto nivel profesional de cada uno de sus realizadores. Si usted se sienta a
escucharlos percibe de entrada la seriedad, la rigurosa documentación, la
calidad de las entrevistas y el nivel de las músicas emitidas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Por ese sólo
hecho creía que los profesionales orientadores de esos espacios percibían unos
honorarios a la altura de su competencia. Pero que hablen de unos simples “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">incentivos”</i> resulta ofensivo. Dejando a
un lado el eufemismo, la noción de incentivo es poco menos que una palmadita en
el hombro por ser buen muchacho. Insisto: los realizadores de contenidos en la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Emisora Cultural de Pereira</i> merecen una
remuneración a tono con su calidad profesional y, por ahora, que se les pague
en los términos pactados. O si no ¿Cuál es el sentido conceptual y técnico de
la palabra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">presupuesto?</i> Eso, para no
hablar del casi extinguido valor de la palabra empeñada.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><a name="_Hlk151360354"><o:p></o:p></a></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIc91HMIHYyFPDHyuwdiVX1Y5WJXSxXBas0KgGedW5EpN-JaeV1JJu07BJxLaXLezUri_IJZeUHfcW82Z9mCeleU3Q7u87Plzl5ehrykdhHjXQZOW9Bwqi7TYzizR1nWMC-gpx1eSPzsGJkwfqBrGTHKhV_TgjFXFBfh_CNYNhhQpFONeV9w7SdKAv_OuD/s370/RAC.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="136" data-original-width="370" height="118" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIc91HMIHYyFPDHyuwdiVX1Y5WJXSxXBas0KgGedW5EpN-JaeV1JJu07BJxLaXLezUri_IJZeUHfcW82Z9mCeleU3Q7u87Plzl5ehrykdhHjXQZOW9Bwqi7TYzizR1nWMC-gpx1eSPzsGJkwfqBrGTHKhV_TgjFXFBfh_CNYNhhQpFONeV9w7SdKAv_OuD/s320/RAC.jpg" width="320" /></a></div><br /><span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span><p></p>
<span style="mso-bookmark: _Hlk151360354;"></span>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Desde hace
muchos años, sucesivos alcaldes de Pereira han tratado de convertir la
frecuencia de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Emisora Cultural</i> en
un apéndice de sus oficinas de comunicaciones<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>y de su aparato de propaganda política. Eso por si sólo es una
distorsión de los objetivos. Pero que, a seis semanas de finalizar la actual
administración y en medio del despliegue mediático por la edición XXI de los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Juegos Deportivos Nacionales</i> se les
anuncie a los profesionales que no habrá pago por falta de recursos es,
reitero, una afrenta.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Frente a esa
circunstancia, si vamos a ser coherentes, todo el sector cultural de la ciudad
y la región está llamado, por principio, a solidarizarse con los afectados y a
sentar un precedente para que el respeto a la cultura como agente de vida y
transformación social cobre validez real entre nosotros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">*Por
considerarlo de interés público, reproduzco a continuación la lista de 31
firmantes del comunicado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">COMUNICADO A LA CIUDADANÍA. <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><b><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Vocería y contacto:
3147240521. </span></b><span lang="ES" style="font-size: 11pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Alejandro Patiño
Sánchez, realizador de la RAC, programa <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fusión
Colombia. <o:p></o:p></i></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Atentamente, <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Realizadores con sus
respectivos programas: <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Carlos Alberto Muñoz
Calle - <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Love songs</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Jhon Castrillón - <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Onda Global</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Jhon Cruz - <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rock Sin Fronteras <o:p></o:p></i></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Édison Marulanda Peña -
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cantando Historias</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Esneider Marín Torres –<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Cantautores</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Juan Guillermo Orozco
Restrepo - <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Letras y Música</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: EN-US;">John
William Arredondo Martinez - <i style="mso-bidi-font-style: normal;">This Is
House Music Radio</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Cecilia Caicedo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">– Literatura Hoy</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">John Jairo Muñoz<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> - Estrellas de Medianoche</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Melkin Buitrago – <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Bitácora de Vuelo</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Andrea Murillo Bernal -
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Desde el Cafetal</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Gustavo Acosta Vinasco
– <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Paisaje Audiovisual</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default" style="break-before: page; page-break-before: always;"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Alejandro Salgado <i style="mso-bidi-font-style: normal;">–
Estación Reggae</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Ricardo Gutiérrez - <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Legión Extrema</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Franklyn Molano Gaona -
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Las Voces de la Cultura</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Cristian Osorio - <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Sinfonía Rock y Programas Especiales</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Gustavo Mejía Rodas - <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Clásicos del Futuro</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Francisco Javier Molina
- <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Camino a la Navidad</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Patricia Zorro – <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Librería</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fantástica</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">José Alejandro Patiño
Sánchez – <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fusión Colombia</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Sara Gaviria Piedrahíta
- <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Arte Sonoro</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Fermín Torreglosa – <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Juglares Vallenatos <o:p></o:p></i></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Martha Isabel
Castrillón – <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Creciendo Juntos</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Alex Giraldo – <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Una cita con el tango</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Juan Carlos Álvarez – <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Suena la Vitrola <o:p></o:p></i></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Fabio Castaño Molina – <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Paisaje Cultural Cafetero <o:p></o:p></i></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Belfor Galeano – <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rhythm</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Edwin Hoyos – <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ancestro Montañero</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Ricardo Herrera –<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Mestizajes</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="Default"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;">Santiago Rengifo – <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Desde los 90</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-CO">Enrique Benavides – <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Jardín de las Canciones</i><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-CO"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-CO">PDT. les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada</span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-CO"><span style="font-size: large;">https://www.youtube.com/watch?v=xk7h4K_JSiI</span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-CO"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-18143406949825151662023-11-14T11:51:00.000-08:002023-11-14T11:51:52.553-08:00Balboa: café con azúcar<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbUPDdOU_Bel4aF4sNbqsRkGtqM1aR_19-le_Knf4WnHXQZ77f80LVvLWkn4-pf-mcxoBymwN6zfwUITKo6CWrRresVmQrWDsImB0on4als714VP0T2OUXiNlxG4Z5BivvDiMM5XVW6Zthy6ynRYJlI19_Dc1cpgZXZtW5vQ5kVfoUT-Z5I10v1333Jd3s/s225/Panor%C3%A1mica%20Balboa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="225" data-original-width="225" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbUPDdOU_Bel4aF4sNbqsRkGtqM1aR_19-le_Knf4WnHXQZ77f80LVvLWkn4-pf-mcxoBymwN6zfwUITKo6CWrRresVmQrWDsImB0on4als714VP0T2OUXiNlxG4Z5BivvDiMM5XVW6Zthy6ynRYJlI19_Dc1cpgZXZtW5vQ5kVfoUT-Z5I10v1333Jd3s/s1600/Panor%C3%A1mica%20Balboa.jpg" width="225" /></a></div><br /><p class="MsoNormal"><br /></p>
<p class="MsoNormal"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><i><span lang="ES-CO">Caminos de
piedra</span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Dicen que por
aquí pasó <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“El invencible</i>”, el caballo
del explorador Jean- Baptiste Boussingault, el agricultor, científico y químico
francés que llegó a Venezuela en 1922, en compañía del geólogo peruano Mariano
Rivero durante las guerras de independencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Buscaba una ruta
hacia<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Santafé de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Bogotá cuando se adentró en estas tierras de
riscos donde sólo los caballos muy<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>audaces podían <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>afirmar sus
cascos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Tan empinadas
son<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sus laderas que en tiempos recientes
los ingenieros tuvieron que hacer una intervención para construir la plaza
principal de Balboa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Hubo quien dijo,
al contemplar el pueblo desde la cima donde se asienta Belalcázar, que el
caserío escalonado sobre la loma<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>parecía
una máquina de escribir.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Mucho antes del
nunca probado paso de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Boussingault,
los<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>indígenas Chápatas, pertenecientes
al pueblo de los ansermas,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a su vez
ligados a la familia Caribe, ocuparon<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>las tierras que el cronista Pedro Cieza de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>León definiera como ubicadas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a mitad<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>del camino rocoso que conducía de Caramanta al río La Vieja. Añade el
cronista que el algodón, el oro y la sal eran la fuente de subsistencia de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>esos pueblos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Las tumbas
encontradas por los primeros colonizadores antioqueños dan cuenta de esos días
de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>prosperidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Y de las guerras
por apropiarse de esas riquezas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Igual que los
indígenas, después de cruzar el río Cañaveral, Boussingault habría acampado en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Alto<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>del<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Rey </i>antes de sortear las
corrientes de los ríos Totuí<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y Sopina,
después bautizado como Risaralda.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Era duro
transitar esos caminos de piedra. Por eso durante al menos tres siglos los
aventureros prefirieron ensayar otras rutas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Sólo los
fugitivos de las guerras civiles se atrevían<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>a escalar las lomas. Lo agreste del terreno las convertía en refugio
seguro.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAsRzex582nX7Asvomk62my7djfnKuEtlHYKUYJntU3C5s3lVF5Ai7Tb0_HdjhdIAPeM2Pub0filiilKEny5Xcb2X0LvR2SudV-Y1ltCWoiKYc9Mma0MBH6Fl2uEMaDdNUpxTmgcHWHqkiOkb8SUoZqBegPohW5o6HdKHOOapc5opFTHC_oLQdY9IQvoOu/s300/Sabio%20Balboa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAsRzex582nX7Asvomk62my7djfnKuEtlHYKUYJntU3C5s3lVF5Ai7Tb0_HdjhdIAPeM2Pub0filiilKEny5Xcb2X0LvR2SudV-Y1ltCWoiKYc9Mma0MBH6Fl2uEMaDdNUpxTmgcHWHqkiOkb8SUoZqBegPohW5o6HdKHOOapc5opFTHC_oLQdY9IQvoOu/s1600/Sabio%20Balboa.jpg" width="300" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">El hilo de la
memoria.<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">El profesor
Diego León Franco es descendiente de Leonidas,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>un hombre que, hastiado del fragor de las balas, escapó<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de los campos de batalla de Santander,
durante la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guerra de los Mil días.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Seducido por el
verbo del general Rafael Uribe Uribe se enroló en uno de sus escuadrones. Muy
pronto vio caer, uno a uno a sus compañeros de aventura, un grupo de casi niños
que habían convertido los machetes, hasta ese momento sus herramientas de
trabajo, en armas mortíferas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">A<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sus cincuenta y ocho años Diego León es
catedrático<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en la Universidad de Caldas.
Estudió sociología en un intento por entender el empeño de sus compatriotas en
destruirse mutuamente. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Año tras año.
Siglo tras siglo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Contemplando el
paisaje desde una de las bancas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del
barrio Chipre en Manizales, el hombre va atando los hilos de su memoria, que no
tardan en conducirlo a los tiempos de la fundación de Balboa, en un relato
escuchado de los labios de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>su<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>abuelo Ramón, que a su vez lo había
escuchado<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en boca de Leonidas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Franco.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Fue la pura necesidad lo que llevó a los primeros
colonos antioqueños a arriesgarse en esas laderas.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Fue allá por el siglo XIX,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>uno
de los picos altos de la oleada colonizadora que alcanzó la parte montañosa del
Valle del Cauca y el Tolima.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Dicen las crónicas que un pacoreño llamado<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Miguel Ceballos abrió una fonda a la que
bautizó con el nombre de </span></i><span lang="ES-CO">San Roque<i style="mso-bidi-font-style: normal;">, el santo de su devoción.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">Corría el año 1903, cuando<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>todavía se sentían los ecos de última
guerra. La posada funcionó junto al </span></i><span lang="ES-CO">Alto del<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Rey,<i style="mso-bidi-font-style: normal;">
uno de los lugares donde se afirma la identidad de Balboa. Por lo demás, no
deja de ser curioso que nuestro país bautizara<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>sus pueblos con los nombres de quienes los avasallaron. Conquistadores,
reyes. Personajes de esos”.<o:p></o:p></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBj2h_qneFPjtraKQ_6ufSHzEUZPewHN7U1EU4sNSmOQoQrr1e5_fD9Mo98Wr7UZBv7HA6IFarNRI38Tmw7hbQ2NIQaLgouMh78GNtfNRw2rk32npYaClHwDFIt8sjz7sOrSbImO6Acve9R-qBfPfw7G8honSIhsUczLm2L7m6mk3577LyVjDAUTrZ0BU1/s299/Willys%20Balboa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="299" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBj2h_qneFPjtraKQ_6ufSHzEUZPewHN7U1EU4sNSmOQoQrr1e5_fD9Mo98Wr7UZBv7HA6IFarNRI38Tmw7hbQ2NIQaLgouMh78GNtfNRw2rk32npYaClHwDFIt8sjz7sOrSbImO6Acve9R-qBfPfw7G8honSIhsUczLm2L7m6mk3577LyVjDAUTrZ0BU1/s1600/Willys%20Balboa.jpg" width="299" /></a></div><br /><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Diego León
acaricia su barba blanca y se concentra en los tonos rojizos del atardecer<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>antes de reiniciar su relato.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Ese lugar era frecuentado por los hombres de la
familia Benjumea, así como por Cesáreo Agudelo, Jacobo Ruíz, Juan de Jesús
Ospina y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Jesús Gallego.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Según los testimonios, en el año 1908 una mujer
llamada Leonor Agudelo regaló unas tierras para que se fundara el pueblo. Fue
así como nació el poblado de </span></i><span lang="ES-CO">El Carmen<i style="mso-bidi-font-style: normal;">, que tiempo después<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se convirtió en corregimiento de Santuario.
Se le bautizó con el nombre de </i>Alto del Rey.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Quince años después, en 1923,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mediante ordenanza expedida por el
gobernador,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se convirtió en municipio de
Caldas.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Para variar, no se les ocurrió una idea mejor que
bautizarlo con el nombre de un conquistador. Así ha funcionado nuestra
mentalidad de colonizados”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">La marea
política<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">La historia de
Balboa como municipio empezó durante la hegemonía conservadora, cruzó la
República<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Liberal y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>al igual que otros municipios de Caldas, se
ancló en medio de la marea política conocida con el nombre de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“La
Violencia", </i>así a secas. En el pueblo los más viejos todavía recuerdan que en
1948 los liberales se alzaron en armas y formaron una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Junta Revolucionaria Local</i>. Familias enteras que se habían dedicado
a sembrar café, maíz, fríjol, yucas y plátanos<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>huyeron hacia Pereira, Armenia y Manizales, donde ocuparon<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tierras<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>en la periferia, muchas de ellas a la vera <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>las
líneas del ferrocarril , plantando así la semilla de barrios enteros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Diego León lo
cuenta así:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“El historiador Alfredo Cardona Tobón, un muy juicioso
investigador de la región, recoge el testimonio de una mujer llamada Inés
Hurtado, que el 16 de enero de 1950 declaró ante el alcalde<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Balboa cómo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un domingo mientras
estaba sola en la finca Tambores, de propiedad de un señor Pedro Mejía llegaron
al menos cuarenta hombres armados, quienes tumbaron puertas y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>le prendieron<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>fuego a la casa.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">En este caso los asaltantes eran liberales. Pero en la
finca siguiente podía ser al revés.”<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">Al son que me
pidan<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Albeiro se gana
la vida interpretando canciones de despecho en distintos pueblos del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Eje cafetero</i>. Aunque muchas de ellas son
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>autoría de Jhony Rivera, también tiene
algunas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>composiciones propias. En ellas
exorciza <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los recuerdos de Marleny, la
muchacha que lo desairó cuando era un adolescente, allá por 1978.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Fue<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el año en
que empezó a funcionar el Ingenio Risaralda. Lo recuerdo mucho porque aspiraba
a trabajar en esa empresa.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En esa época
no había tanto problema<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para darles
empleo a los menores de edad. Quería trabajar allí para proponerle matrimonio a
Marleny, la muchacha de la que estaba enamorado<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>desde mi niñez, cuando la veía pasar hacia la escuela con su uniforme a
cuadros. Ya habíamos hablado con el reclutador de personal y teníamos listo
todo. Una tarde de sábado me armé de valor y le propuse matrimonio.”<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“La respuesta<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>todavía me tiene frío: </span></i><span lang="ES-CO">Pero si usted es un
culicagao. A mí me gustan los hombres<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>hechos y derechos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Después de eso, me conseguí una guitarra prestada y
compuse mi primera canción, titulada asÍ: El culicagao:<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><u><span lang="ES-CO">La muchacha
que pretendía hacer mi esposa/ me llamó culigagao/ Yo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>quería trabajar en el ingenio / y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>serle fiel hasta que la muerte nos separara /
pero con las hembras<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nunca se sabe/ y
aquí estoy doblao en la cantina / sin más amigos que mi botella de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span> aguardiente/ y decidido a quedarme solterón”<o:p></o:p></span></u></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">¡Pero si eso no
rima! <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Se burlaban mis amigos.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">¡Pero es verdad,
guevones! <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Les respondía, y con eso los
callaba.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cumplió. Desde entonces se hizo hijo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del camino y recorre los pueblos con su sarta
de canciones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Mis padres querían que yo aprendiera el cultivo del
café, pero a mí me llamaba el azúcar, la caña. Como muchos jóvenes de la época,
sentía que el Ingenio iba a cambiar nuestras vidas. Ese año de 1978 el Ingenio
empezó a moler<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ochocientas toneladas de
caña al día ¡Ochocientas toneladas! Eso era para hacerse muchas ilusiones, pero
las mías se esfumaron con el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>desplante
de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Marleny. Desde ese día voy por
pueblos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y veredas recitando mi consigna:
Canto al son que me pidan.<o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO"><br /></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIEyvaA8Sey6HYM_Wc0AoLat2mi3saSOCdaH2Aw2MWQ6IB1ddB6pAOY8kCHdbYy5osha0bF-mreAq0fRtTF8iUcKMM2hMuk1bgw6MpfmmGgpZR0xOv7M5IaPAbV9POHm0ikIBj-nWtX4wxg-fIXBbamtN_ciLqSRchIFsWS3rOalExfnESR-Y7JMJvU669/s300/R%C3%ACo%20Balboa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIEyvaA8Sey6HYM_Wc0AoLat2mi3saSOCdaH2Aw2MWQ6IB1ddB6pAOY8kCHdbYy5osha0bF-mreAq0fRtTF8iUcKMM2hMuk1bgw6MpfmmGgpZR0xOv7M5IaPAbV9POHm0ikIBj-nWtX4wxg-fIXBbamtN_ciLqSRchIFsWS3rOalExfnESR-Y7JMJvU669/s1600/R%C3%ACo%20Balboa.jpg" width="300" /></a></i></div><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /><span lang="ES-CO"><br /></span></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">Azúcar y café<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Desde 1978 la vida
económica de Balboa transcurre entre azúcar y<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>café. Como el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ingenio Risaralda</i>
está ubicado en su territorio, sus impuestos representan el mayor ingreso
fiscal del municipio. Para algunos eso supone una garantía. Otros piensan
que esa dependencia vuelve<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>al pueblo muy
vulnerable.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Entre azúcar y
café transcurre la vida de Abelardo y Miguel, dos hermanos que cada mañana se
suben a sus bicicletas y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pedalean cuesta
abajo hacia las plantaciones de caña donde se ganan la vida trabajando como
corteros<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para empresas contratistas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Es un trabajo
duro. Muy duro. El sol muerde las espaldas como un animal de presa. La pelusa
de la caña se adhiere a la piel, provocando una comezón insistente. Las
hojas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>abren cortes sanguinolentos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los
brazos y eso atrae a los mosquitos, ávidos de sangre.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Tal vez por eso,
los corteros de caña se cuentan entre los mayores jugadores de chance y lotería
del país: todos a una<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>esperan que el
azar los libre de ese trabajo para el resto de sus días.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">O por una semana
al menos: algo es algo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Por eso<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Abelardo y Miguel han decidido unirse para
sitiar a la suerte. Con los dígitos de sus fechas de nacimiento juegan cada día
dos números.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Creen que un día
el destino<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se cansará de ese asedio y
los premiará con un buen fajo de billetes. Por eso entran a los locales de
apuestas con el aire ansioso y expectante de quien ingresa a un templo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Esa ilusión prendida
en la piel les da fuerzas para<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>emprender
la cuesta de regreso<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a casa. Mientras
pedalean hacen<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>bromas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y juegan a imaginar lo que harán con el
billete cuando uno de los dos le pegue al número de la suerte.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Con todo y lo
duro de la faena, Abelardo y Miguel prefieren ganarse la vida honradamente,
porque no quieren que a su pueblo vuelvan los días del narco.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Estábamos muy chiquitos </i>- dicen casi al
unísono, turnándose para urdir el relato-<i style="mso-bidi-font-style: normal;">
pero recordamos que muchos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>niños y
jóvenes igual de pobres que nosotros, se metían a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>trabajar para los traquetos de la zona.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Al poco tiempo volvían al pueblo montados en
severas camionetas y acompañados de tamañas viejas. El problema era que no
demoraban mucho en aparecer muertos en algún cañaduzal. Muchos de ellos eran
peones de un<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mafioso que una vez tuvo un
problema con los directivos del Ingenio y para resolverlo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ofreció comprarles ese trapiche. Esas fueron
las palabras que utilizó: Ese trapiche.”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">Bienvenida
esperanza<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Luisa y Gabriel
pertenecen a la cosecha de muchachos que sucedieron a esa generación perdida
por el narcotráfico. Por eso en el pueblo<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>los ven como una esperanza viviente. Lejos de querer abandonar sus
tierras para emigrar a la capital o al exterior, están decididos a demostrar
con su ejemplo que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no sólo se puede
sobrevivir en el campo: también es posible<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>vivir de él con dignidad y con muy buenas condiciones de vida. A sus
diecisiete y diecinueve años son beneficiaros<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>de un programa de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>formación en
horticultura, ofrecido por la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Universidad
Tecnológica de Pereira.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Allí aprendemos a conocer<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el ciclo completo de las<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>huertas”,</span></i><span lang="ES-CO"> dice
Luisa, toda sonrisa ella, mientras Gabriel asiente, al tiempo que revisa las
hojas de una planta de pimentón en busca de señales de buena salud.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Empezamos por comprender que la tierra es un
organismo viviente, con sus ciclos bajos y altos. Las plantas en general y las
hortalizas en particular son los habitantes de ese organismo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En esa cadena, los humanos somos los
beneficiaros finales. Por eso debemos fijarnos en cada detalle. Así garantizamos la calidad de los tomates,
de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la cebolla, de la zanahoria. Sólo así
podemos exigir precios justos en los mercados. Con nosotros estudian jóvenes de otros municipios de Risaralda y a todos nos une un sentimiento: la esperanza de
seguir viviendo en el campo. En nuestro campo.”<o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO"><br /></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXMRuqfHck-HhKKohi2srud0QCcKq6pt5d1aijkjDwrUgVcGOlg-XZSWmv7NH9H2Ec7jnD1kU8V4OjTdHYHr8B9YbpHfwBhAY8xk3szwp99NIPQoRPP5u76tE_Msgjn5RH_u_6VrCNpRP8-ZH6ypo9biH5Bi3aZOZsiESx_HglOCjcNq3JhbeONT3Vu_6o/s301/Calle%20Balboa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="301" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXMRuqfHck-HhKKohi2srud0QCcKq6pt5d1aijkjDwrUgVcGOlg-XZSWmv7NH9H2Ec7jnD1kU8V4OjTdHYHr8B9YbpHfwBhAY8xk3szwp99NIPQoRPP5u76tE_Msgjn5RH_u_6VrCNpRP8-ZH6ypo9biH5Bi3aZOZsiESx_HglOCjcNq3JhbeONT3Vu_6o/s1600/Calle%20Balboa.jpg" width="301" /></a></i></div><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /><span lang="ES-CO"><br /></span></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">Cuando cae la
tarde<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Al fondo, el
cielo se deshace en arreboles.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Desde el
balcón que es Balboa se ve a lo lejos el Cristo de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Belalcázar con los brazos abiertos. Abajo,
el río Risaralda parte en dos el valle como una navaja que ofrece destellos de
plata a quienes contemplan desde lo alto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">La humareda de
los cañaduzales se hace una con una nube solitaria. Abelardo y Miguel pedalean
cuesta arriba con su alijo de ilusiones a cuestas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Los dos ignoran
que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a lo mejor sus pasos fueron hollados
una vez por los cascos de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“El invencible”</i>,
el caballo que le permitió a <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Jean-Baptiste Boussingault alcanzar sano y
salvo el otro lado de la montaña.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">PDT. les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada:</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><span style="font-size: large;">https://www.youtube.com/watch?v=0E9TXpGbBQs</span></span></p>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-31679276756679171102023-10-31T07:05:00.002-07:002023-10-31T07:35:37.881-07:00Tres mapas del infierno<p> </p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-CO"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span lang="ES-CO"><span style="mso-spacerun: yes;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqfmff4NcTYb328UDrXP-2Q4-yYw1ukxZpMP6mbKQK9qyU9lGKAg99kxml2MEgAnYdPbggzycinE0IcXAFmYT-bMWQku6vR1Hba7dYoq7wtalEkmye0-Oo4_HN9lhrgKJa0wTnqEidWK-pW6WLUcWax6HNYRllYYm4fs5LV980ukv9vdM98DABFDrKTglF/s280/Nosotros.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="280" data-original-width="180" height="280" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqfmff4NcTYb328UDrXP-2Q4-yYw1ukxZpMP6mbKQK9qyU9lGKAg99kxml2MEgAnYdPbggzycinE0IcXAFmYT-bMWQku6vR1Hba7dYoq7wtalEkmye0-Oo4_HN9lhrgKJa0wTnqEidWK-pW6WLUcWax6HNYRllYYm4fs5LV980ukv9vdM98DABFDrKTglF/s1600/Nosotros.jpg" width="180" /></a></span></span></div><span lang="ES-CO"><span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span></span><p></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-CO"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-CO"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-CO"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-CO"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Yo no quiero comodidad.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Yo quiero a Dios, quiero
poesía,<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></i><i><span lang="ES-CO">quiero peligro real, quiero
libertad,</span></i></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>quiero pecado.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO"><br /></span></i></b></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">El corazón del Estado Único<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">La declaración
de principios inicial pertenece a John, apodado <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Salvaje</i>, personaje clave de la novela <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Un mundo Feliz</i> del escritor británico Aldous<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Huxley, ocho años posterior a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nosotros,</i> del ruso Yevgueni Zamiatin, publicada<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>primero en inglés en 1924 y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>seis décadas más tarde en ruso, en 1988,
durante el llamado <i style="mso-bidi-font-style: normal;">deshielo </i>previo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a la desintegración de la Unión Soviética.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">La misma Unión
Soviética que empezó con la promesa de instaurar en la tierra el paraíso de los
trabajadores, el regreso a una improbable <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Edad
de Oro</i> y no tardó en convertirse en pesadilla para millones de seres
humanos, como sucede con todas las promesas que hablan de la humanidad en
abstracto, como si se tratara de un gigantesco bloque monolítico y no del
siempre impredecible resultado de las relaciones y choques entre seres
disímiles y movidos por distintos intereses.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">El Salvaje</span></i><span lang="ES-CO">, si bien fue
concebido por Huxley, puede ser el punto de fuga que nos permita trazar una
línea común entre las tres grandes novelas distópicas del siglo XX: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nosotros, 1984</i> de George Orwell y la
mencionada <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Un mundo Feliz</i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Es más, los protagonistas de las tres obras
podrían desplazarse entre ellas por una suerte de pasadizo secreto. Por ejemplo,
trasladado a la novela de Zamiatin, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
Salvaje</i> podría devolverle el equilibrio a un mundo enfermo por exceso de
racionalización, donde se rinde culto a Frederick Winston Taylor, ingeniero
mecánico norteamericano, célebre por sus fórmulas enfocadas a la organización
científica del trabajo que, un siglo después, siguen inspirando a muchos
capitanes de empresa en el mundo entero.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Son tantas las
similitudes, que en todos los casos el concepto de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Estado Único</i> vale para el tipo de sociedad que se ha implantado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Si Taylor es un
profeta, Henry Ford es la divinidad y su célebre automóvil <i style="mso-bidi-font-style: normal;">T Ford, el</i> camino a seguir<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>si se quiere alcanzar la felicidad sobre la tierra. Tanto, que en lugar
de la cruz de los cristianos, el gran símbolo del mundo fordiano es una T, ante
la que todos deben postrarse. A diferencia del cristianismo, en este mundo no
hay un antes y un después de Ford, porque la historia del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Estado Único e</i>mpieza con él.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Un detalle: en
la Tabla de valores del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Estado Único,</i>
nociones como el alma, la soledad, la libertad o la individualidad son
enfermedades incurables, estorbos para el propósito último de limitar lo
infinito, que es el suelo donde florecen la belleza y la poesía, conceptos
altamente subversivos, porque <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Los poetas
siempre llegan a Marte primero que los científicos”, </i>según sugiere un
disidente y eso constituye en sí mismo una herejía intolerable.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">El narrador de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nosotros</i> es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">D-503,</i> ingeniero encargado de diseñar, poner en marcha y capitanear
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Integral,</i> la nave creada para llevar
el mensaje de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El protector</i> y de
replicar su modelo de sociedad en todos los rincones del universo. En el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Estado Único</i> no hay nombres personales:
eso supondría la existencia de individuos, lo que representaría una amenaza
para los propósitos del poder.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los
individuos piensan, dudan, sueñan, cuestionan y, para colmo, se enamoran, razón
suficiente para extirpar de cuajo esos síntomas de decadencia. De hecho, al
final de la novela asistimos a una escena donde los números hacen fila para
someterse a una cirugía de cráneo cuyo objetivo es suprimir el lugar donde
nacen todos esos peligros: el génesis mismo de la fantasía. Una vez sometidos a
la cirugía todos serán al fin felices, según el modelo fijado por el poder. Y
el que no acepte ser feliz será castigado. En el fondo de todo esto subyace una
idea: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Si la libertad del hombre es cero,
entonces no comete delitos”,</i> lo que equivale a decir que no tiene deseos de
transgredir la Tabla de las Leyes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">D-503 lleva</span></i><span lang="ES-CO"> un Diario en
el que lo anota todo, incluidas sus dudas, y esto lo convierte en ser
vulnerable y, por lo tanto, todavía humano. Sus congéneres, los números, habitan
una ciudad de cristal y acero donde no hay privacidad; si no hay privacidad no
hay Yo y la supresión del Yo da lugar al Nosotros, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Estado Único,</i> la sociedad Fordiana sometida al <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Bienaventurado yugo de la razón”.<o:p></o:p></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span lang="ES-CO"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwz3mipi0IljMlv4JDFKxAPYDMMtYxQZ7lHCwVEVnqQbtWmUL3C-o3F4bIfWvChOnt243JDHhej4yJKbeYV2eFEwtGo30O3Iqs34ZWREx0RximQftHibFk6y99x-xPm7B_dPQOC5q0GFM3jiKpYfH5nWp9PLhyphenhyphenCRZfozOr1YPwZ3EcpsgC5IJuWKQEmsOB/s267/Ciudad%20de%20cristal.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="189" data-original-width="267" height="189" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwz3mipi0IljMlv4JDFKxAPYDMMtYxQZ7lHCwVEVnqQbtWmUL3C-o3F4bIfWvChOnt243JDHhej4yJKbeYV2eFEwtGo30O3Iqs34ZWREx0RximQftHibFk6y99x-xPm7B_dPQOC5q0GFM3jiKpYfH5nWp9PLhyphenhyphenCRZfozOr1YPwZ3EcpsgC5IJuWKQEmsOB/s1600/Ciudad%20de%20cristal.jpg" width="267" /></a></span></div><span lang="ES-CO"><br /><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Desde luego,
hablamos de la “razón” según <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El protector</i>.
Los sometidos a ese yugo son incapaces de juicios críticos y morales. De ahí la
insistencia en que la velocidad de la lengua ha de ser algo menor que la más infinitesimal parte del pensamiento. Esta idea nos conduce en línea recta a la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Neolengua</i> propuesta por <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Gran Hermano</i> en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">1984,</i> la novela de George Orwell publicada en 1949. En <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la Neolengua</i> las palabras son despojadas
de su sentido inicial, al tiempo que la sintaxis<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es quebrantada al punto de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>anular el sentido. El resultado, por
supuesto, es reducir el pensamiento a su mínima expresión. En últimas el
lenguaje deviene aparato ortopédico que sólo sirve para mandar y obedecer.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Pero ya
volveremos a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">1984 y</i> a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Un Mundo Feliz,</i> de Aldous Huxley, publicada
en 1932, ambas obras emparentadas con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nosotros,</i>
la obra de Zamiatin que por ahora nos ocupa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">En<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el lenguaje empobrecido de los habitantes de
la ciudad de cristal y acero existe un eufemismo, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Bajar las cortinas”,</i> para referirse al acto de retirarse a cumplir
con las funciones sexuales, porque el sexo ha sido reducido a eso, una función
que no necesariamente tiene fines reproductivos y es sólo otra manifestación de unos
automatismos entre los que ni siquiera la reproducción está contemplada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Tanto, que al
sucumbir a la tentación de engendrar un niño en el vientre de una mujer llamada
O, D-503 se convierte en un apestado ante sus propios ojos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">En el mundo del
bienhechor todos los esfuerzos se dirigen a un fin último:<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que un día no lejano la totalidad de los 86.400
segundos del día estén controlados. Mejor dicho: el sueño de Frederick Wislow
Taylor llevado<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a s su máximo nivel de
perfección. Por esa razón, en este universo hay cuadrículas para todo: el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Departamento de Cuestiones Sexuales</i> es
apenas una de ellas. También existen <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
Día de la Justicia</i> y el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Día de la
Unanimidad</i>, en el que se reelige al supremo bienhechor para la siguiente
franja de eternidad- recordemos el propósito de limitar lo infinito-.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Como no podía
ser de otra manera, en esas tablas la poesía es tan sólo una función del poder.
Eso explica que se fabriquen versos como estos:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“¡Oh”/ ¿Por qué no seré poeta para ensalzarte
dignamente/ Oh tabla de las leyes?/ Tú, que eres el corazón y el pulso del
Estado Único”.<o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO"><br /></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3PdV4zgmPgIKvkmkDDoL1MHmnxMH6wby__QrTGXiwOAyp6-4BZvDjAzb1WwrIG0zEcNJpiTeEoceKdEZI3FjuQi4nrGqZkVBCXCHogNe7NTc2JRD0BVpsoBKfU7m4Q68geQK-w-4v4gnQLDyWNr1ePZliVAFvawASKzctv0QEuLFtpVS2quIj-7sY6e2c/s294/Un%20mundo%20feliz.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="294" data-original-width="172" height="294" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3PdV4zgmPgIKvkmkDDoL1MHmnxMH6wby__QrTGXiwOAyp6-4BZvDjAzb1WwrIG0zEcNJpiTeEoceKdEZI3FjuQi4nrGqZkVBCXCHogNe7NTc2JRD0BVpsoBKfU7m4Q68geQK-w-4v4gnQLDyWNr1ePZliVAFvawASKzctv0QEuLFtpVS2quIj-7sY6e2c/s1600/Un%20mundo%20feliz.jpg" width="172" /></a></i></div><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /><span lang="ES-CO"><br /></span></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO"><br /></span></i></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">Un Mundo Feliz:
el viaje de Hesíodo<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Volvamos con John<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> El salvaje </i>a su patria inicial.<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">El sueño de
vivir en un estado mejor, pleno de felicidad y justicia ha acompañado a los
seres humanos en su largo recorrido. Alienta en el mito del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Paraíso Terrenal</i> del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Antiguo Testamento.</i> Aparece en las
páginas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los trabajos y los días</i>,
de Hesíodo. Siglos más tarde lo encontramos en Tomás Moro, en Francis Bacon, en
Tomaso Campanella, en Rousseau y, por supuesto, en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Proudhon, Owen, Fourier, Saint Simon y otros
que prefiguraron la esencia de la idea comunista de una sociedad sin clases en
la que todos los hombres serían iguales y dichosos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">En ese trasfondo
debemos leer las novelas de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Zamiatin,
Huxley y George Orwell. Los tres escribieron sus más conocidas obras cuando el
proyecto de los soviets estaba en marcha a la vez que se percibía el nacimiento
de la pesadilla nazi. Vistas así las cosas, no es casualidad que las tres obras
(<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nosotros, Un Mundo Feliz</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">1984),</i> estén llenas de tablas,
departamentos y regulaciones dirigidas a eliminar el individuo con su tendencia
hacia la duda y el desencanto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Si en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nosotros</i> “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hermoso y placentero es solamente lo racional y utilitario”;</i> si los
vigilantes o protectores, equivalen a los ángeles de la guarda de la imaginería
cristiana, en el mundo feliz de Huxley lo mejor es empezar a levantar
muros-<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>o a limitar lo infinito- desde
antes del nacimiento. Igual que en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nosotros</i>
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">“La poesía no es un sollozo dulzón de
ruiseñores, sino que, al servicio del Estado se ha convertido en un elemento funcional
y útil</i>”. Cualquier parecido con el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Realismo
Socialista</i> de los tiempos de Stalin o la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Revolución Cultural</i> del catecismo maoísta no son mera coincidencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">El universo de
la novela de Huxley se sostiene sobre un dogma: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“En una época de tecnología avanzada, la ineficacia es un pecado contra
el Espíritu Santo”</i>. La ineficacia, el demonio combatido por el método de
Taylor y sus prosélitos. Acto seguido se declara que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“El amor a la servidumbre sólo puede lograrse como resultado de una
revolución profunda, personal, en las mentes y los cuerpos humanos”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Para<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>conseguirlo está la ciencia, asumida en su
peor sentido. De ahí que existan entes cono el Centro de Incubación y
Condicionamiento, sostenido en la existencia de Sucedáneos del Embarazo para
suplir viejos atavismos y conjurar cualquier interrupción en la marcha de la
máquina. A resultas de esos las madres no deben ya preocuparse por el cuidado
de los hijos, porque son propiedad del Estado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Como en toda
máquina, la garantía de ese mundo feliz se soporta en el perfecto engranaje de las
piezas. Al fin y al cabo, la fecha de introducción del primer modelo de
automóvil <i style="mso-bidi-font-style: normal;">T Ford</i> se considera el momento
de inicio de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nueva Era</i>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Igual que se hace con los automóviles, aquí
cada pieza debe ser manipulada con perfecta precisión. La clave de todo está en
la repetición. Eso<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>explica la obsesión
de repetir los individuos a partir de su manipulación genética. Desde su
fabricación en el laboratorio- palabras como concepción y gestación están
proscritas en tanto rezagos de los viejos tiempos- se les clasifica con el
ordenamiento anacrónico del alfabeto griego: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Alfas, Betas, Deltas, Gammas, Epsilons,</i> dependiendo de la
predestinación genética. ¿Predestinación? Si, ese concepto tan caro a la
tradición protestante ha sido adaptado para darle un sentido trascendente al
proyecto de su Fordería Mustafá Mond, el<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>equivalente de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Protector</i> y
de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Gran Hermano</i> :<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no es cualquier cosa<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>alcanzar la<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>felicidad para unas criaturas <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>proclives al escepticismo y la desdicha. Si
cada una de esas piezas fabricadas en el laboratorio lleva inscrito en sus
células el rol que han de jugar en el mundo las cosas serán más fáciles.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6yJJgqZvBF8H0_Hv1QjUcxAqaAmqoM-6kBTRXIoynrjVfqUyh9IshOhmQolAmLbwUe7jy6EAgHU6xKKfbdwdwtbu4bYdZyjyU3VJsbYB5_aAtktAYBsyjcQwRG1NPYdv88jy3gLm5Gn29WZuickfxbQ_37K4DXTua53bGgwK-CvCcw1R7_PhQb1zUOZLy/s300/Alfa%20beta%20gama.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6yJJgqZvBF8H0_Hv1QjUcxAqaAmqoM-6kBTRXIoynrjVfqUyh9IshOhmQolAmLbwUe7jy6EAgHU6xKKfbdwdwtbu4bYdZyjyU3VJsbYB5_aAtktAYBsyjcQwRG1NPYdv88jy3gLm5Gn29WZuickfxbQ_37K4DXTua53bGgwK-CvCcw1R7_PhQb1zUOZLy/s1600/Alfa%20beta%20gama.jpg" width="300" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Si, además del control genético, se diseña una
estrategia de vigilancia, castigo y supresión de disidentes- en todas partes
surgen los aguafiestas- el poder dispone de múltiples estrategias para su
extirpación. Para los devotos de la cultura existe el sistema de gaseado con
Licrorefil. Para conjurar veleidades rebeldes están la hipnopedia y el
condicionamiento neopavloviano, por ejemplo. Pero hay más: supresión de libros,
voladura de monumentos históricos. Por esa vía se consigue anular el pasado,
ese incómodo y peligroso fantasma, creando otro a la medida de la Nueva
Era.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A esta altura, encontramos otro
elemento en común con las novelas de Orwell y Zamiatin.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Como si esos
recursos no bastaran, el régimen tiene las oficinas de propaganda, tan eficaces
para los poderosos de todos los tiempos, las escuelas de ingeniería emocional o
periódicos como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Espejo Delta, </i>escrito
con palabras de una sola sílaba, en prefiguración de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Neolengua d</i>e Orwell. Helmholtz Watson, uno de los personajes claves
de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Un Mundo Feliz</i>, lo percibe con
exactitud: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Las palabras pueden ser como
los rayos X, si se emplean adecuadamente, pasan a través de todo”</i>. De ese
razonamiento se desprende algo que los publicistas conocen desde siempre: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Sesenta y dos mil cuatrocientas
repeticiones<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>crean una verdad”,</i>
según pensaba Bernard Marx, especialista en Hipnopedia, utilizando una frase de
un personaje del mundo real: Goebbels, el jefe de propaganda de Hitler, pionero
de lo que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>después sería bautizado con
otro eufemismo: Comunicación Política, para referirse a la mentira pura y dura.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Pero en toda
estructura, por sólida que parezca, a la larga aparecen fisuras.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y en este caso, como bien lo saben los dictadores
de todos los tiempos, esas grietas provienen del humor y de los sentimientos,
dos características irrenunciables de lo humano. Esos dos componentes se reúnen
en la figura de una muchacha llamada, no por casualidad, Lenina, que se enamora
del a menudo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>apocado y en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>otras audaz personaje de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Un Mundo Feliz </i>llamado Bernard Marx, en cuyo corazón anida a ratos
el bicho de la insatisfacción y de la duda, aunque acabe<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sometiéndose<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>a los designios de la máquina confundida al fin con su creador.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Ese guiño de
ironía aparece expresado en etiquetas como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Blues
Maltusianos</i>” o en el apellido Engels de otro personaje, síntomas de que la
máquina no alcanzará jamás la perfección, porque en su engranaje no se puede
ser feliz sino de una sola manera.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDTKQ1nzSeVN6JfynXZRPFhKUJv15SldqNymuLDL73W9Zaq1RqANriax_PZK3_XahFlkqK3HE8ltJWIDAbjl8xh2LmQE19yrGCl4jf0hIodCUmznEbVdMK0FsTJUBcrPFOQxSq0uoZqYibNcBCos8K5yDz7a_LEC3yWD3kjuV8s0Y2X50I5ps0e5p6Va4k/s300/1984.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDTKQ1nzSeVN6JfynXZRPFhKUJv15SldqNymuLDL73W9Zaq1RqANriax_PZK3_XahFlkqK3HE8ltJWIDAbjl8xh2LmQE19yrGCl4jf0hIodCUmznEbVdMK0FsTJUBcrPFOQxSq0uoZqYibNcBCos8K5yDz7a_LEC3yWD3kjuV8s0Y2X50I5ps0e5p6Va4k/s1600/1984.jpg" width="300" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">Los libros que
sabemos<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Los mejores libros son los que nos dicen lo que ya
sabemos”,</span></i><span lang="ES-CO"> sentencia Winston, el protagonista de la novela
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">1984, </i>la última de la saga de grandes
obras distópicas publicadas a partir de la edición de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nosotros</i> en inglés en 1924.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">¿En qué consiste
eso que ya sabemos? La parábola de Orwell no deja de repetirlo en cada una de
las páginas de su obra más evocada. El poder no puede dormir tranquilo en tanto
no haya logrado controlarlo todo. Y ese todo incluye tanto las reglas de funcionamiento
de la sociedad como el más escondido pliegue de la conciencia de los individuos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Como sucede en
las novelas de Zamiatin y Huxley, alcanzar esos objetivos exige delimitar el
infinito, reducirlo todo a cuadrículas, según el modelo propuesto por el ingeniero
Taylor. En <i style="mso-bidi-font-style: normal;">1984 </i>abundan los
compartimientos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En atención al
propósito definido en cada cuadrícula, los métodos se enfocan hacia la
modificación del pasado según la conveniencia del presente (recordemos la
destrucción de libros y monumentos de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Un Mundo
Feliz </i>donde, además, se aconducta a los niños para que odien los libros y
las flores). En <i style="mso-bidi-font-style: normal;">1984 </i>hay caza y
destrucción de libros que nos remiten a otra novela de la que no nos ocuparemos
en esta ocasión<i style="mso-bidi-font-style: normal;">: Farenheit 451</i>, de
Ray Bradbury.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">En la
fabricación del pasado y, por lo tanto, del presente, interviene la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Policía del Pensamiento</i> a través de
organismos como el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Departamento de Novela</i>
donde las obras no se crean<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sino que se
fabrican al ritmo de las necesidades del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Gran
Hermano</i>, entendido como suprema encarnación del <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Partido, o del Estado, esa<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>figura tan cara a Hegel y Hobbes. También
encontramos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Ministerio del Amor </i>y
el de la Abundancia. En esas piezas no pueden existir fisuras, porque <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Incluso el progreso técnico sólo puede
darse cuando sus productos son útiles para disminuir la libertad</i>”. En ese
mundo, la familia ha sido reducida a mera extensión de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Policía del Pensamiento<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">En 1984 también
hay un catálogo de conceptos sospechosos: la libertad es uno de ellos. Pero
también están, cómo no, el amor, la fantasía, el deseo, todos ellos amenazas
para el estado de cosas. Esa sospecha se deduce de las frases que se repiten a
modo de consignas por todas partes: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“La
guerra es la paz. La libertad es la esclavitud. La ignorancia es la fuerza”<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO"><br />
</span></i><span lang="ES-CO">Sólo así se entiende la explicación<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que O Brien le da a Winston mientras lo
tortura:<br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">“ No destruimos a los herejes porque<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se nos<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>resisten. Mientras los resisten no los destruimos. Los convertimos,
captamos su mente; los reformamos. Al hereje político le quitamos todo el mal y
todas las ilusiones engañosas que lleva dentro. Lo traemos a nuestro lado, no
en apariencia sino<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>verdaderamente en
cuerpo y alma. Lo hacemos uno de nosotros, antes de matarlo”.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">A través de esas
palabras, capta uno la honda ironía que se desprende de esta frase de un
personaje<i style="mso-bidi-font-style: normal;">:</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“ En el Estado Único todos<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>tienen el derecho de someterse al castigo”.<o:p></o:p></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span lang="ES-CO"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpqo33AMu9CgxZH8m4aQq8965RXJJadh0iSavxB9qgmgqg_AvVIKlx7xdB8U1XgaTg6d3g1XzXUpaxqTXpI88PsHe_TSpR31Ig0ZK5N9squsEVYc1TMZyNzrLU1BadBbQwws-buBJiBsdr8dwuqV3zK5sXK8FTKPfQPj0uiPVObDK3FR7vXEmSEZHmdgI6/s358/ORWELL%20PANTALLAS.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="141" data-original-width="358" height="126" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpqo33AMu9CgxZH8m4aQq8965RXJJadh0iSavxB9qgmgqg_AvVIKlx7xdB8U1XgaTg6d3g1XzXUpaxqTXpI88PsHe_TSpR31Ig0ZK5N9squsEVYc1TMZyNzrLU1BadBbQwws-buBJiBsdr8dwuqV3zK5sXK8FTKPfQPj0uiPVObDK3FR7vXEmSEZHmdgI6/s320/ORWELL%20PANTALLAS.jpg" width="320" /></a></span></div><span lang="ES-CO"><br /><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Estamos ante el
mismo programa de control que recorre las páginas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nosotros</i> y de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Un Mundo Feliz</i>.
En algunos casos los métodos difieren. En otros coinciden. Pero hay un detalle que los hermana: el talante letal de todas las formas de poder, independiente
del ropaje utilizado para presentarse. En su búsqueda del control absoluto,
poco importa si es el modelo diseñado para producir el automóvil <i style="mso-bidi-font-style: normal;">T Ford</i>, la manipulación genética o un
sofisticado aparato de propaganda. Al final, el poder y sus encarnaciones sólo
estarán tranquilos cuando hayan logrado extirpar todo lo que suene a libertad,
a crítica, a disfrute<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de la vida que no
esté prescrito en el catálogo, en la lista de mandamientos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">No es azaroso
entonces que en las tres obras el principal síntoma de rebeldía sea el
enamoramiento, esa suerte de conmoción interior que puede echar por tierra la
sólo en apariencia monolítica estructura del poder.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Cuando Watson y Julia sienten dentro de sí el
aleteo del amor, Cuando John <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Salvaje</i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>experimenta en sus entrañas el mismo fuego
que animó a Romeo y Julieta en la obra de Shakespeare y cuando D-503 es
sacudido por la presencia de I-330, la mujer que lo eleva más allá de la
satisfacción programada, se están asomando a una de las más antiguas formas de
subversión, prefigurada en la historia de Adán y Eva del Antiguo Testamento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Poco importa si
la esclavitud viene envasada en forma de sensación agradable, porque John <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Salvaje</i> lo captó con plena lucidez:
la felicidad que le ofrecen en una combinación de pastillas y obediencia no
contiene grandeza. Sólo la tragedia se acerca a esta última, como bien lo
señalaron los<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>antiguos griegos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">En <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Un mundo Feliz</i> crean esclavos en el
laboratorio. En <i style="mso-bidi-font-style: normal;">1984</i> lo consiguen con
base en propaganda. En <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nosotros </i>combinan
todas las formas. En las tres novelas la manipulación del lenguaje, es
decir,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del pensamiento, es consustancial
a los objetivos del poder. Por eso se he hacen enormes esfuerzos para recortar
las palabras y dislocar la sintaxis. Si lo consiguen el universo se empobrecerá
y será mucho más fácil que las piezas se ajusten al engranaje de la gran
máquina.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Sin embargo, con
todo y lo pesimista que pueda resultar el panorama trazado por los narradores,
el mundo del ciudadano feliz, trabajador y consumidor de bienes todavía ofrece
grietas. Y por esas grietas se cuelan los bárbaros, los dadores de vida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ese es el clamor de resistencia que llega
desde los márgenes como se deduce de las palabras<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pronunciadas por John <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Salvaje</i> , cuando escucha decir que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“ Uno puede llevar al menos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la
mitad de su moralidad dentro de un frasco”:<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Quieren librarse de todo lo desagradable en
lugar de aprender a soportarlo</i>”, replica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">No sé si Huxley
y Orwell leyeron la novela de Zamiatin antes de escribir las suyas. Pero,
después de hacer una lectura simultánea y a veces entreverada de las tres,
queda la certeza de que miraban en la misma dirección cuando crearon esos
personajes asomados con los ojos bien abiertos al mapa del infierno que llamamos
Historia.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">PDT . Les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada:</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><span style="font-size: large;">https://www.youtube.com/watch?v=Kju1O3laFBw</span></span></p>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-20907924254413534102023-10-17T07:10:00.001-07:002023-10-17T07:10:39.860-07:00Paranoicos y autocensurados<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLzAsrSRAixTVnVCF6amph6l7uQl_EQiLbe4cmYH0vmt7x8sJ7aJbPUlAhitxHFQAoV6z1x4IpaQSwWz2AYVxeGe8mUmbtszt1VHXRbAyZc2D0zkw8aiJaUwXRfvg-yxduoJ4fBUuW-GFtWTpyssS123RspOoix0SclK22_mpvmaFzmZGED8tNxaKgIue2/s288/insultos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="175" data-original-width="288" height="175" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLzAsrSRAixTVnVCF6amph6l7uQl_EQiLbe4cmYH0vmt7x8sJ7aJbPUlAhitxHFQAoV6z1x4IpaQSwWz2AYVxeGe8mUmbtszt1VHXRbAyZc2D0zkw8aiJaUwXRfvg-yxduoJ4fBUuW-GFtWTpyssS123RspOoix0SclK22_mpvmaFzmZGED8tNxaKgIue2/s1600/insultos.jpg" width="288" /></a></div><br /><p class="MsoNormal"><br /></p>
<p class="MsoNormal"><span style="text-align: justify;"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="text-align: justify;">Dicen que el
sentido común es el más escaso de todos. Sin embargo, a menudo es necesario
apelar a esa noción casi inexistente.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Pues bien, el
sentido común enseña que el respeto mutuo es condición indispensable para la
convivencia entre los seres humanos. Sin ese<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>requisito estaremos siempre a punto de regresar a la horda, al extermino
por un “mírame y no me toques”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Hasta ahí todos
estamos más o menos de acuerdo; pero de un tiempo para acá, como tantas otras
cosas de la vida, la idea de respeto empezó a desvalorizarse al punto de perder
por completo su sentido. En un mundo donde la corrección política o, lo que es
lo mismo, la hipocresía en estado puro, son norma de conducta, exigir respeto
se convirtió en un camino expedito para eludir cualquier tipo de
responsabilidad cuando alguien nos emplaza o cuestiona, aunque lo haga con
argumentos sólidos y con razones fundadas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Para no correr
riesgos, todos nos volvimos paranoicos y optamos por la autocensura: es la
manera más segura de escapar a un linchamiento en las redes sociales o en los
medios de comunicación, esas formas modernas de la guillotina. Es aquí donde
surge una paradoja: todo el mundo exige respeto, al tiempo que no se respeta a nadie:
¿Se han fijado en la forma como se tratan los políticos a través de sus cuentas
personales? El que calumnia asegura sentirse calumniado, de modo que el
consumidor de información acaba por extraviarse en un laberinto de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>imprecisiones encontradas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2C6Ck_zR3x9GdhebOnsIYGCOAxJPo5drD7mJKjQFEKtfWclP3_fCHcoQEWePrbxnfixR4P_g5Nf9nQJ-pqu5PIl7rsBf_dB0KUkpv3orBZKwrgmnBZ8ZzJHcono4g8EOXdd1a8Y813CACL8AsPd3TpCgJhPgZoiDv0FSVc74rOu5jMFJPf7kzYX3eDqfB/s321/ADICTO%20REDES.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="157" data-original-width="321" height="157" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2C6Ck_zR3x9GdhebOnsIYGCOAxJPo5drD7mJKjQFEKtfWclP3_fCHcoQEWePrbxnfixR4P_g5Nf9nQJ-pqu5PIl7rsBf_dB0KUkpv3orBZKwrgmnBZ8ZzJHcono4g8EOXdd1a8Y813CACL8AsPd3TpCgJhPgZoiDv0FSVc74rOu5jMFJPf7kzYX3eDqfB/s320/ADICTO%20REDES.jpg" width="320" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">De esas cosas se
ocupan las <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Agencias de Comunicación
Política</i>, otro eufemismo- cómo no- para referirse a las fábricas de mentiras
y confusión tan apetecidas en tiempos de elecciones. Los caudillismos de toda
laya, independiente de su filiación política, manejan esos recursos mejor que
nadie. Si nos ocupamos sólo de América, incluido el mundo anglosajón y
francófono, encontramos que los ejemplos abundan. Al contrario de lo que
recomiendan los procedimientos del derecho, en este caso cualquier cosa que se
diga, cuanto más sucia mejor, puede ser usada en provecho propio. Por eso los mandatarios
gobiernan a través de sus redes sociales: es más efectiva una <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hábil campaña de desinformación que una buena
gestión de gobierno. De Trudeau y Trump hacia abajo, todos se aseguran una
suerte de inmunidad, sin que sus actos demanden el mínimo rigor ético.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Pero no sólo es
en el campo de la política: los discursos de género, de etnia, de religión o de
militancia en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>alguna causa, noble o no,
siguen la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>misma línea de conducta<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Por esa ruta, la
prostitución del concepto de derecho alcanzó niveles de degradación que harían
revolverse <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pensadores como Kant o<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Erasmo, para mencionar sólo a dos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwsqwJlGAiTcvGfwyI8BH3wp9t4TQcvwqpsF6yNl9mjA2rFuK-zYMeB3QLPxIorHQkY1gVv0vJe0fMWO8_AGcdh4rOx5aEfG7DsJ9kWBijzXNZsYNfGMKRnF0YEtDB44eS9TVfoYylTU6IpqwhIlGiIu2L0HBlIoibYUUg5WRqUnKCIttoa0zU_04Koc_z/s275/ddos%20Milei.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="183" data-original-width="275" height="183" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwsqwJlGAiTcvGfwyI8BH3wp9t4TQcvwqpsF6yNl9mjA2rFuK-zYMeB3QLPxIorHQkY1gVv0vJe0fMWO8_AGcdh4rOx5aEfG7DsJ9kWBijzXNZsYNfGMKRnF0YEtDB44eS9TVfoYylTU6IpqwhIlGiIu2L0HBlIoibYUUg5WRqUnKCIttoa0zU_04Koc_z/s1600/ddos%20Milei.jpg" width="275" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">En esa nube de
confusión, los llamados ciudadanos de a pie sucumbimos a cada vez más refinadas
formas de alienación, un virus más letal que los revelados por los
epidemiólogos, porque nos priva de la capacidad de razonamiento y nos impide
formarnos un criterio acerca del mundo y de nosotros mismos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">¿Cómo voy a
respetarme y respetar a otros, si me perdí en medio de la paranoia y la
autocensura?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Con todo, la
vacuna existe. Se llama pensamiento crítico. Si apelamos a ese reducto,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>dispondremos de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>elementos de juicio para tomar distancia de
la avalancha que nos arrasa<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>desde el
mundo de la política, de la publicidad y de sectas de todo tipo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Ustedes se
preguntarán dónde está esa reserva de pensamiento crítico. Para empezar, aunque
muchos no lo crean, está en el legado de quienes nos precedieron en el mundo. Y
no me refiero a los grandes pensadores y poetas, sino a los descubrimientos cotidianos de quienes aprendieron en el camino conceptos como ética y moral,
fundamentos de toda forma de respeto. Son el <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>soporte de las viejas religiones o de axiomas
heredados de los griegos y tomados por ellos de viejas sabidurías orientales:
el budismo es un buen ejemplo de respeto por toda criatura viviente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Así las cosas,
no es absteniéndonos de pensar y de formular nuestras opiniones en público como
podremos recuperar algo de lo perdido. Todo lo contrario: si volvemos a las
fuentes, estaremos mejor dotados para responder con altura al insulto<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y a la difamación. Al <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ojo por ojo</i> verbal o audiovisual podremos replicar con ideas
vigorosas y, sobre todo, claras, precisas y concisas. Si seguimos ese sendero nos
descubriremos de nuevo frente a lo más sencillo: que un argumento bien
fundamentado lo puede todo frente a todas las variantes posibles de la
maledicencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A esa altura del camino,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a lo mejor el concepto de respeto empiece <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a recobrar su antiguo valor.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">PDT. les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">https://www.youtube.com/watch?v=ZiMurnldYqU</span></p>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-72317559746574774672023-10-03T05:19:00.001-07:002023-10-03T05:19:34.582-07:00Todos los zares<p> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3M16jF9gN4DaHQughNs-9SiDDJ0PSCJPP6OIhxB8ZtueNN0G_zUUAksjw1Jn46ijKQXW1-HHTC491rVsfIF5Gm3FQXf8uyd4aciFgW2AnkxtbZyvyHPN2N9zFzwPBtL_vv8ikGXSFQCZjhiod_D9BSIjKcmD_Ee5hAgfrAgy-B7j_YyBx9dxw-21QgkkJ/s296/El%20mago%20del%20Kremlin.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="296" data-original-width="171" height="296" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3M16jF9gN4DaHQughNs-9SiDDJ0PSCJPP6OIhxB8ZtueNN0G_zUUAksjw1Jn46ijKQXW1-HHTC491rVsfIF5Gm3FQXf8uyd4aciFgW2AnkxtbZyvyHPN2N9zFzwPBtL_vv8ikGXSFQCZjhiod_D9BSIjKcmD_Ee5hAgfrAgy-B7j_YyBx9dxw-21QgkkJ/s1600/El%20mago%20del%20Kremlin.jpg" width="171" /></a></i></div><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /><span lang="ES-CO"><br /></span></i><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO"><br /></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span lang="ES-CO">“No es lo que los hombres hagan con el poder; es lo
que el poder hace con los hombres”</span></i><span lang="ES-CO">. Esta convicción
subyace en las 334 páginas de <i>El mago del
Kremlim</i>, la novela del escritor italo- suizo Giuliano da Empoli editada en español por <i>Seix Barral.</i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">El poder es a la
vez abstracción y fuerza devastadora capaz de anular de golpe a individuos y
pueblos. Parte de una idea, de una manía, para adquirir en su desarrollo un
aplastante peso específico. Sus marcas aparecen registradas a lo largo de los
siglos en lo que llamamos historia. O, para ser más precisos: La Historia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Para ilustrarlo
bastan ejemplos como los de la Roma de Julio César, la Francia de la
Revolución, el delirio Nazi o la sociedad sin clases del temprano Imperio
Soviético fundado por Lenin y llevado al punto del delirio por Stalin.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">El mago del Kremlin</span></i><span lang="ES-CO"> se
desenvuelve sobre esas claves. Si el escritor Erich Auerbach sentó en su obra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La representación de la realidad en la literatura
occidental</i> las bases para la comprensión de la urdimbre en la que ficción y
realidad se hacen una sola sustancia, la novela de Giuliano da Empoli bien
puede ser leída como minuciosa crónica, un fresco sobre lo que la Rusia<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de los últimos diez siglos ha significado
como expresión<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>suprema del poder sobre
la tierra.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">La historia gira
alrededor de Vadim Baranov, conocido como "el hechicero", lo que de inmediato nos
lleva a evocar la figura de Rasputín, el personaje de quien se dice manejaba al
zar como un titiritero con sus muñecos.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>En el caso de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El mago del Kremlin</i>,
es el consejero más cercano a Putin, el todo poderoso gobernante que volvió al
primer plano tras la invasión de Rusia a su vecina Ucrania- como una respuesta
a las embestidas de Estados Unidos y sus aliados para sacarlo del juego-<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y las consecuencias que ese hecho tiene hoy
en la economía y en la geopolítica mundial.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNVSsr5bxCb8zNaZ7xmPTOrymH3KXqrnNaB7GnkgVelMYXVp0hYhZvJq4Ds1EWoUjXUxZahU37EM62nNjJKZlzNsYQUa6EeA33AGY2mMm8-FI1NKHeH_SkQxuZsVpaulV27O0XY4ViScW_XDvzyklYBcoglceshGS4uHqzr6UxI2IezbfnX6rqk3baaWB4/s300/Kremlim.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNVSsr5bxCb8zNaZ7xmPTOrymH3KXqrnNaB7GnkgVelMYXVp0hYhZvJq4Ds1EWoUjXUxZahU37EM62nNjJKZlzNsYQUa6EeA33AGY2mMm8-FI1NKHeH_SkQxuZsVpaulV27O0XY4ViScW_XDvzyklYBcoglceshGS4uHqzr6UxI2IezbfnX6rqk3baaWB4/s1600/Kremlim.jpg" width="300" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Esa invasión ya
había sido prefigurada en el sangriento ataque a Chechenia, justificada por
Putin por los actos terroristas de los fundamentalistas chechenos, aunque
siempre quedó la sospecha de que fueron los organismos de seguridad rusos los
que perpetraron los ataques para sembrar el miedo y llenarse de razones para
actuar sin cortapisas,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Es el viejo
truco de todos los que pretenden hacerse con el poder o eternizarse en él:<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>desencadenar el pánico y acto seguido,
ofrecerse como redentores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">A modo de materialización
de ese poder milenario, el narrador de la<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>novela se remite a la arquitectura del Kremlin, descrita así en la
página 121 del libro:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“El que habita en el Kremlin posee el tiempo. Todo
cambia alrededor de la fortaleza, mientras que en el interior la vida parece
haberse detenido, pautada tan sólo por las solemnes campanadas del reloj de la
torre Spassky y las rondas de centinelas de la guardia presidencial. Desde hace
siglos, quien cruce el umbral del gigantesco fósil que Iván el Terrible quiso
como centro de Moscú siente sobre él la mano de un poder sin límites, habituado
a estrujar los destinos de las personas con la misma facilidad con que se
acaricia la imagen de un recién nacido”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Un poder que
mata con delicadeza, incluso con ternura. Con esa imagen magistral, el narrador
desvela la sutil máquina de aniquilar que los poderosos van creando a medida
que sus ambiciones y miedos se incrementan: la figura del padre severo y
protector cobra aquí su pleno sentido.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>En ese punto uno entiende por qué los zares y sus sucesores fueron
concebidos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">como “padres de todas las
Rusias”.</i> Sobre esas bases se cimentó el Imperio Soviético desde el triunfo
de la Revolución de 1917. José Stalin encarnaría a partir de ese momento la
figura del zar sanguinario y protector.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Esa figura fue clave en la formación personal y política de Vladimir
Putin, un oscuro y astuto funcionario del KGB, que mientras el imperio se
derrumbaba, alentaba la secreta ambición de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“restaurar
la vieja grandeza de Rusia”,</i> según declararía después.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_pu1kpxMfL8UDDcuRsbJHbfRtzKlyjCDxSB6uVnx5C8rgb8-OFzTH1eTmmyeVLgg-M9A_GkOPv2Y2jvLyrj5N17ZNOILxxvciqejlSv0kot3GaA4inlSpolLSjUPpLDX74mPM803TAFF9h_cYeKgmbUhw2LgEsa7mtgtTErLyLR1g0jPOd-BR9cikFX4X/s300/Putin.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_pu1kpxMfL8UDDcuRsbJHbfRtzKlyjCDxSB6uVnx5C8rgb8-OFzTH1eTmmyeVLgg-M9A_GkOPv2Y2jvLyrj5N17ZNOILxxvciqejlSv0kot3GaA4inlSpolLSjUPpLDX74mPM803TAFF9h_cYeKgmbUhw2LgEsa7mtgtTErLyLR1g0jPOd-BR9cikFX4X/s1600/Putin.jpg" width="300" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">¿Les suena
conocida esa frase? Claro, es la misma utilizada por Trump y por todos los
caudillos empeñados en recuperar algo que nunca existió, pero que les sirve de
señuelo para movilizar simpatizantes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">Donde hay
cenizas<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“No hay nada más sensato que invertir en la locura
humana</span></i><span lang="ES-CO">”, concluye Baranov en diálogo con<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Prigozhin, uno de los áulicos de Putin,
beneficiado en sus negocios por su proximidad al soberano. El tipo ha sabido
pescar lo suyo en esas aguas agitadas por tiburones a la caza de su presa, al
tiempo que se destrozan entre ellos<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">La Historia nos
enseña que cuando un imperio se desploma se desencadena el caos. La autoridad
central se desvanece y los apetitos particulares se desatan abriendo el espacio
para una guerra civil. Desconcertada y temerosa, la población invoca la figura
de una mano fuerte, de un redentor o un caudillo que restablezca el orden
perdido. Con tal de recuperar ese orden, es capaz de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>patrocinar cualquier atrocidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Vladimir Putin
tuvo la sagacidad de captar esas fuerzas y no desaprovechó la oportunidad de
convertirse en redentor. En la página 131 el narrador lo dice de esta manera:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“ Y no es eso. La política tiene un solo objetivo: dar
respuesta a los terrores humanos. Si el Estado no es capaz de salvaguardar del
miedo a los ciudadanos, el fundamento mismo de su existencia se pone en
cuestión. Cuando en el otoño de 1999 la batalla del Cáucaso se desplaza a Moscú
y los edificios de nueve plantas empiezan a desmoronarse como castillos de
arena, el honrado ciudadano moscovita, desconcertado ante los hechos, ve por
primera vez alzarse ante él el espectro de la guerra civil. La anarquía, la
disolución, la muerte”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Es el momento
esperado por Putin, el nuevo zar.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ahora
dispone de elementos para revalidar la vieja y conocida sentencia atribuida a
un muy joven Luis XIV: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“ El Estado soy
yo”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Y empieza otra
vez la purga. La panda de oligarcas enriquecidos con las privatizaciones es
puesta en la mira. Las mafias que florecieron en medio del caos y se
consagraron a extender sus redes por toda Europa intuyen que no tendrán lugar
en el nuevo círculo de poder.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Así se lo
hacen saber al mundo el zar y sus hombres durante su intervención en la cumbre
de las Naciones Unidas. Los tiempos de la Guerra Fría son agua pasada y la geopolítica
tendrá que contar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>otra vez con la
madrecita Rusia. Así funciona el movimiento pendular del poder.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhd9ImLhZDdEklXz4Lgxi9b4p_VGG2NMenWSqVcFgbyeGPZi9qM6msZY3sq61DUgu0bYxzxAdQp-0h_pGs74dUo8xjpdKZtpnKdG0F8aAD7imKvMfBf4s8Ip4CJtaP3NH1Oyc4C_YaDK-umRGc5IPNGlp4QegLUIYqB0Fa1Dnx6z9Sru8gW7INPeyi9UAey/s225/Rasput%C3%ADn.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="224" data-original-width="225" height="224" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhd9ImLhZDdEklXz4Lgxi9b4p_VGG2NMenWSqVcFgbyeGPZi9qM6msZY3sq61DUgu0bYxzxAdQp-0h_pGs74dUo8xjpdKZtpnKdG0F8aAD7imKvMfBf4s8Ip4CJtaP3NH1Oyc4C_YaDK-umRGc5IPNGlp4QegLUIYqB0Fa1Dnx6z9Sru8gW7INPeyi9UAey/s1600/Rasput%C3%ADn.jpg" width="225" /></a></div> <i><b><span style="font-size: xx-small;"> Rasputin<br /></span></b></i><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Puestas la
fichas del juego en el escenario de la política global- lo que el pensador Karl
Popper<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>bautizó como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“ la alta delincuencia internacional”,</i> Putin y sus aliados recurren a una nueva baza: jugar con las mismas cartas de quienes controlan el
mundo desde la caída<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del Muro de
Berlín. Tomemos una muestra de ese estado de cosas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“La política es un curioso oficio. Para hacer carrera
en ella tienes que estar muy pegado al suelo. Interpretar las aspiraciones del
ama de casa, del ferroviario, del pequeño comerciante. Además, cuando llegas a
la cima, te lanza al escenario global. De repente, los líderes del mundo se
convierten en tus pares”</span></i><span lang="ES-CO"> (página 157). Asistimos
aquí al desafío de hacerse a un lugar en la cambiante puesta en escena del
poder mundial.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Justo el momento en que
el poderoso debe inventarse una personalidad ante su pueblo y otra para exhibir
en el teatro del mundo. Y esa ya es tarea de la publicidad y los medios de
comunicación.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Ese es, entre
otros, uno de los deberes de Vadim Baranov.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Por momentos, la
novela de Giuliano da Empoli adquiere el ritmo trepidante de un Thriller
sociológico sobre la Rusia post soviética. Al fin y al cabo asistimos a un
mundo donde la codicia, las traiciones y las intrigas están a la orden del
día.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En un párrafo dedicado a
Berezovski, magnate y cortesano caído en desgracia, leemos:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Pocas cosas hay más tristes que los lugares de
poder abandonados, donde los fantasmas del pasado son más fuertes que los
hombres de carne y hueso obstinados en habitarlos. En la mansión Logovaz me
hallé frente a un Berezovski ya prácticamente solo”.<o:p></o:p></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjq2irzs0fJGsog7OP0qaEmMt7XN32qJhpNBshBPQC3CxLsJxJWy6viOG67aQjEMlz4d4LT2em2pMkHLF7QRlxE4olzzmCUJM69h95ENd1qssATOuk6K4S9dHSMoCLqkO0TVkbPS5OFPdatltckoerkqYqUretCYS0Likd1EQV2dpYMjrh_OcXIKuB-dqaN/s300/Guerra%20de%20Ucrania.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjq2irzs0fJGsog7OP0qaEmMt7XN32qJhpNBshBPQC3CxLsJxJWy6viOG67aQjEMlz4d4LT2em2pMkHLF7QRlxE4olzzmCUJM69h95ENd1qssATOuk6K4S9dHSMoCLqkO0TVkbPS5OFPdatltckoerkqYqUretCYS0Likd1EQV2dpYMjrh_OcXIKuB-dqaN/s1600/Guerra%20de%20Ucrania.jpg" width="300" /></a></div><br /><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Aparte de
mafiosos, oligarcas, consumidores voraces y nuevos cortesanos, esa sociedad en
erupción produce personajes tan singulares como Eduard Limónov, cuya vida parece
a ratos sacada de una obra de Dostoievski. En la página 165 de la novela nos es
presentado de esta manera:<br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">“ A mi regreso de Estados Unidos, decidí
tomarme una noche libre. No es que tuviera mucho tiempo para mí en aquella
época, pero a veces me daba por frecuentar de tarde en tarde el ambiente de los
artistas moscovitas que había dejado cuando empecé a trabajar con el zar. Tan
irritantes como pueden ser los tics nerviosos, ellos seguían dándose
importancia, pero su júbilo sobreactuado constituía un paréntesis con respecto
a la rapaz vigilancia de mis colegas del Kremlin. Había especialmente entre
ellos un personaje que exhibía toda la afectación de un gran escritor sin
haberse molestado jamás en escribir una obra a la altura. Limónov, así se
llamaba: Eduard Limónov”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Es ese tipo de
entrecruzamiento entre la ficción y personajes de la vida cotidiana lo que le
da a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El mago del Kremlin </i>esa atmósfera
de fascinación onírica que mantiene al lector atado hasta el final. En la
página 173 encontramos una muestra de esa atmósfera:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Era esa hora de la noche en que la muerte entra en el
mundo y. mientras recorría los largos pasillos blancos del Kremlin, tenía la
sensación de encontrarme en el único lugar de toda<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Rusia que no estaba sumido en las tinieblas”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">No podía ser de
otra manera: el Kremlin no está sumido en las tinieblas porque el halo de luz mesiánica
del poder lo mantiene a salvo de manera provisional- en realidad de manera muy
provisional- de la oscuridad en la que se debaten sus súbditos. De esa
dimensión es la parábola que surca de principio a fin las páginas del libro.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">PDT. Les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada:</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><span style="font-size: large;">https://www.youtube.com/watch?v=ni_CRPAw_5Q</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-56813104613612040122023-09-18T13:21:00.000-07:002023-09-18T13:21:50.675-07:00Destellos de locura<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-Ki_Z4XkV-u4Bsgjr2EuXb_2t6UhK8vRNZBaqdEe-Z3LWLH6u-HZlawkNAlarp_wgGOaz4gNqVDi57XKpp54xlv4jb3zijW0jDsXXCH4tp3rNmbiw3cUU3Yw_4ENnjkwDiXsweIKjCIQiX1dhIKetBnOPuKq9yBj-di4tvfccER9W3UrG2ee0BKmbSwqO/s300/LOCURA%20CASTILLO.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-Ki_Z4XkV-u4Bsgjr2EuXb_2t6UhK8vRNZBaqdEe-Z3LWLH6u-HZlawkNAlarp_wgGOaz4gNqVDi57XKpp54xlv4jb3zijW0jDsXXCH4tp3rNmbiw3cUU3Yw_4ENnjkwDiXsweIKjCIQiX1dhIKetBnOPuKq9yBj-di4tvfccER9W3UrG2ee0BKmbSwqO/s1600/LOCURA%20CASTILLO.jpg" width="300" /></a></div><br /><p class="MsoNormal"><br /></p>
<p class="MsoNormal"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">La gran
literatura es pródiga en imágenes que al final resultan premonitorias. En <i>El Castillo, </i>la perturbadora novela de
Franz Kafka, el narrador que mejor supo poetizar la angustia contemporánea, de
repente se nos habla de una ventana que, de vez en cuando, <i>“daba destellos de locura”.</i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Al otro lado del
mundo, más o menos por la misma época, el gran Roberto Arlt despliega en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los siete locos- </i>a mi modo de leer, la
mejor novela de la literatura argentina- una sucesión de estampas de los
tiempos por venir, en las que Buenos Aires obra a modo de metáfora de un mundo
en constante desintegración, regido por las normas del malevaje.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">En ese sentido,
cada página de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los siete locos</i> es una
ventana que da destellos de locura.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Eso, para no
hablar de la narrativa norteamericana que vino después. Basta con adentrarse en
las novelas de Thomas Pynchon, David Foster Wallace o Jonathan Franzen- no por
casualidad devotos del rock, esa música que todo el tiempo da destellos de locura-
para darse de bruces con<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mundos a los
que la manida etiqueta de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“ realismo
mágico”</i> les queda corta.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-8BwgkdcBNRuvMMth-h0uG4fBpQZc0XN02R9nomhw6U7nPvKBGwrtIh_V3f0qDX7kPf5FsGOtpjhppIxISkRaNLPy6vdv20rXIvK5yGyaJxcU7SvgBSmHLBbICWhdKqL11nG0HQ1fCFvozkEvURPGhiMIEBaRSP2r-vqkQo0J4i7D0ZU2bHP9faRE5dfU/s259/PYNCHON.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="259" data-original-width="194" height="259" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-8BwgkdcBNRuvMMth-h0uG4fBpQZc0XN02R9nomhw6U7nPvKBGwrtIh_V3f0qDX7kPf5FsGOtpjhppIxISkRaNLPy6vdv20rXIvK5yGyaJxcU7SvgBSmHLBbICWhdKqL11nG0HQ1fCFvozkEvURPGhiMIEBaRSP2r-vqkQo0J4i7D0ZU2bHP9faRE5dfU/s1600/PYNCHON.jpeg" width="194" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">¿O que es, si
no, la sacralización de los espectáculos de masas y las series televisivas como
último ritual de un mundo en disolución? No por azar, los personajes de Pynchon
y Wallace a menudo parecen salidos de un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">reality
show</i> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>donde la vida cotidiana es
perpetua parodia de sí misma. Igual que en la obra de ficción de Arlt, la
sociedad norteamericana, y por lo tanto mundial, está gobernada por las normas
del crimen organizado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Son las normas
que subyacen en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El bueno, El Malo y El
Feo</i>, la película de 1966 dirigida por Sergio Leone y protagonizada por Clint
Eastwood, Lee Van Cleef y Eli Wallach, apodados <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Blondie</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Sentenza/ Angel Eyes</i>
y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tuco,</i> en ese orden.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">La anécdota es
simple: tres hombres muy violentos se disputan un botín de doscientos mil
dólares enterrados en un cementerio durante la Guerra Civil.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Cada uno de ellos posee un fragmento del mapa
del lugar donde está escondida la caja con el dinero, así que no tienen
alternativa distinta a la de unirse a pesar del odio que se profesan.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcIVzVtzpGQA4CGRAfBEWsO8neYuJJC2tjYGIa9l_ORGgGRXRZsvwb6E7evxBhU8R3bDaYYmuG27cL3o0mO0DACjzrwei4s9lmhBUMo_bwHNJ5oEilYIXL0tVo8Bnn-AEaQbr3-0QzI8blidnvjPx70D9-_zdlDqRvecrsSEHy53RE6v9DxVVrLx58oZnu/s255/pistoleros.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="198" data-original-width="255" height="198" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcIVzVtzpGQA4CGRAfBEWsO8neYuJJC2tjYGIa9l_ORGgGRXRZsvwb6E7evxBhU8R3bDaYYmuG27cL3o0mO0DACjzrwei4s9lmhBUMo_bwHNJ5oEilYIXL0tVo8Bnn-AEaQbr3-0QzI8blidnvjPx70D9-_zdlDqRvecrsSEHy53RE6v9DxVVrLx58oZnu/s1600/pistoleros.jpeg" width="255" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Lo que se desata
es un juego geopolítico. El mapa puede ser el de la tierra entera y más allá.
Los bandidos son los dueños del capital que anhelan acumular más y no
encuentran otra salida que firmar una tregua si quieren hacerse con el botín.
Son los tiempos de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guerra Fría</i> y
la intuición poética de Leone se puso a prueba para construir esta parábola
surcada por destellos de locura.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Vietnam fue eso.
África y América Latina fueron eso: delincuentes en guerra por un tesoro que de
vez en cuando pactaban un alto el fuego para redefinir la línea de las nuevas
fronteras. Poco importaba si aldeas enteras de los arrozales asiáticos tenían
que ser arrasadas con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Napalm</i>. Mucho
menos peso tenía la decisión de poblar continentes enteros con dictadores de
bolsillo encargados de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“restaurar el
orden, la democracia y los valores liberales”,</i> según la manida frase que
hizo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>carrera en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>labios de Henry Kissinger, una suerte de
Ángel Exterminador- el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Angel Eyes</i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de la película de Leone- con licencia para
sembrar la muerte en todos los rincones de la tierra, excepto en su propio
país,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>claro. Como pueden ver, no es sólo
la ventana de la novela de Kafka: es el mundo entero el que da destellos de
locura.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Esos destellos
conducen a los personajes de Pynchon, Wallace, Franzen y Arlt a los manicomios,
a las sectas religiosas, a las drogas, a los espectáculos de masas y a la más
extrema violencia, como esos individuos de la Norteamérica contemporánea que
irrumpen con una ametralladora en una escuela o en un centro comercial y
disparan sin piedad contra toda criatura viviente que se cruce en su camino.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWrXEnUvWB9JgGVYFIWolXn0oXwBtay2wLOhVkB2_zZIqx4N3XYSRdB1tiA51LfNJIgoJOH_KQkEDJflg6X0NtQAViaPfN_ef3AD_xI4uiCvslSqGOT_WvQ4th8mzz8KtrB5aDUUHq2xC-nYrM7zlRvZOn6bdp3rZp7WHFWm6SL2-zp4Ex8VG0zTBcUvhu/s264/VIETNAM.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="191" data-original-width="264" height="191" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWrXEnUvWB9JgGVYFIWolXn0oXwBtay2wLOhVkB2_zZIqx4N3XYSRdB1tiA51LfNJIgoJOH_KQkEDJflg6X0NtQAViaPfN_ef3AD_xI4uiCvslSqGOT_WvQ4th8mzz8KtrB5aDUUHq2xC-nYrM7zlRvZOn6bdp3rZp7WHFWm6SL2-zp4Ex8VG0zTBcUvhu/s1600/VIETNAM.jpeg" width="264" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">En un organismo
enfermo todo es síntoma.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y la sociedad
humana es presa de la insania desde el comienzo de los tiempos. Dense una
vuelta por el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Antiguo Testamento</i>, la
Roma de Cicerón, la Francia de la Revolución, la Unión Soviética de los
bolcheviques, la Norteamérica desde los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Peregrinos
del Mayflower</i> y verán. Asesinatos, corrupción, codicia y mentira andan a la
orden del día. Y sucede así porque esas cosas no alientan en el afuera. Todo lo
contrario: anidan en lo más hondo del corazón humano. Un día si y otro también,
crujen los diques de la llamada civilización, la bestia que somos se desata y
convierte el mundo en un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Armagedón</i>,
el lugar donde, según el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Apocalipsis de
san Juan</i>, tendrá lugar la batalla del juicio final.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Ustedes ya
saben: los poetas siempre se adelantan y tienen un don sobrenatural para captar
los destellos de la locura en todas las épocas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJYonEwGW0Cof-az6iGFE22NuO5jXAqOJ9jiiBhDWMBypW8XpYVIqkwepn1yZMHe-I6Me1lXfcCQaK_y9HNbbMugMYEpKlVqF555Fv4Q15y7HngcmN1dB-kA6EY8BZFS7RGLh7Jgdpq1nw-uMROVQaYHCT2ZD6RBvQ5FM2UqvyTeVT1lV4oIebuYyUpy6R/s259/familia%20gringa.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="194" data-original-width="259" height="194" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJYonEwGW0Cof-az6iGFE22NuO5jXAqOJ9jiiBhDWMBypW8XpYVIqkwepn1yZMHe-I6Me1lXfcCQaK_y9HNbbMugMYEpKlVqF555Fv4Q15y7HngcmN1dB-kA6EY8BZFS7RGLh7Jgdpq1nw-uMROVQaYHCT2ZD6RBvQ5FM2UqvyTeVT1lV4oIebuYyUpy6R/s1600/familia%20gringa.jpeg" width="259" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Dime de qué presumes y te diré qué te hace falta</span></i><span lang="ES-CO">”, reza un viejo proverbio oriental que evoco a menudo. Como hoy,
por ejemplo, cuando pienso en los miles de libros, páginas web, canciones,
series televisivas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y películas que
pregonan la idea de la felicidad en abstracto; de la defensa de la libertad, la
democracia y los derechos; del<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Home, sweet<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>home</i> a modo de evangelio; de la incitación constante<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>al consumo como fuente de dicha terrenal.
Tanta insistencia resulta sospechosa. Es en ese punto donde me vuelve de golpe
la imagen de esos destellos de locura que el visionario Franz Kafka o el lúcido
Roberto Arlt atraparon para siempre en las páginas de sus novelas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">PDT. les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><span style="font-size: large;">https://www.youtube.com/watch?v=w772GXG5LnE</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><o:p> </o:p></span></p>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-43425524800675556422023-09-01T12:37:00.004-07:002023-09-01T12:37:32.452-07:00Guática: leyendas de Gamonrá<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLHdH55-BzUA0R57zJsFDJP_DsECck7AMoGJxR-rrOu0hxi30LLbyDg06Or264g0hVfN0YsENMGLw88k2blqc9nuQ--2oIEU72INKnlZuErFmmzqSRpoR3jODSez42eRQoYPYjM2XVO4cCal7yZFQM2vnWgh07EAdyFanyIYALSgXPdr2V5bkpIQyApyCy/s300/IGLESIA%20GU%C3%81TICA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="200" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLHdH55-BzUA0R57zJsFDJP_DsECck7AMoGJxR-rrOu0hxi30LLbyDg06Or264g0hVfN0YsENMGLw88k2blqc9nuQ--2oIEU72INKnlZuErFmmzqSRpoR3jODSez42eRQoYPYjM2XVO4cCal7yZFQM2vnWgh07EAdyFanyIYALSgXPdr2V5bkpIQyApyCy/s1600/IGLESIA%20GU%C3%81TICA.jpg" width="200" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><i><span lang="ES-CO">Los otros
Dorados</span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Igual que tantos
semejantes en los confines del mundo, los hermanos de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ordilio González bajaron desde Jericó,
Antioquia, atendiendo al llamado de las leyendas que yacían guardadas por
embrujos indígenas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en las cuevas
del<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cerro<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Gamonrá.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Corría el año de
1902 y Colombia ardía en medio de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guerra
de los mil días.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Familias enteras
buscaban refugio en las selvas gobernadas por<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>indígenas, serpientes y fugitivos de otras batallas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">A 2600 metros de
altura el cerro fue desde un comienzo una fortaleza casi infranqueable para los
conquistadores que, encabezados por Jorge Robledo, venían desde<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Antioquia buscando la estela del oro dejada
por los relatos que circulaban de boca en boca entre los pueblos indígenas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Entre<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>las muchas historias estaba la del cacique <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guaticam.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">En pugna
constante con sus vecinos asentados en el Valle de Umbría, en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Irra y en Arma, el cacique habría enterrado
lo mejor de sus tesoros en enormes cuevas cavadas por sus hombres en lo más
profundo del cerro. Para reforzar la seguridad invocó al panteón de divinidades
grandes y pequeñas que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>habían acompañado
a los suyos desde el comienzo de los tiempos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEmlV6RRppg54HE3PmNO5J-8dM8KHeZpQBKkYr6L6-8iS-QypWzFX5XhbSttsScQSOmhZqnYoZdj2E65b6HpQXmI_z0U9bgCTeCszRofFyTOfnwq8khxkwL_cU8jZjzuQVW7bvxgBhXy1B4Spu1BJfsD0ltxULll5AXdvxvNvUNNMo_KDsXIRtEFTXKd_1/s262/Gamonr%C3%A1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="192" data-original-width="262" height="192" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEmlV6RRppg54HE3PmNO5J-8dM8KHeZpQBKkYr6L6-8iS-QypWzFX5XhbSttsScQSOmhZqnYoZdj2E65b6HpQXmI_z0U9bgCTeCszRofFyTOfnwq8khxkwL_cU8jZjzuQVW7bvxgBhXy1B4Spu1BJfsD0ltxULll5AXdvxvNvUNNMo_KDsXIRtEFTXKd_1/s1600/Gamonr%C3%A1.jpg" width="262" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Por agua no iban
a padecer los aventureros de antes y de ahora. El territorio está surcado por
un ramal de ríos y quebradas bautizados con nombres como : <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Río Frio, quebrada Castillón, Río del Oro, Opiramá, Tarqui, El Salado,
Ocharma, La mesa, Sirva, El Jordán, Agua Bonita, El Caucho, La Carmela,
Paraíso, Los Chorros, Cristalina, Albarán, Guaravita, La Esperanza</i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En los libros de historia<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se dice que el primer asentamiento fue
fundado en 1537 por<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un pueblo indígena
comandado por el cacique Guaticam. Pertenecían a la familia Anserma, a su vez
un ramal de los caribes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">La familia de
Ordilio González caminó con sus bestias y cacharros a la orilla del río Cauca
alimentándose de arepas de mote y carne salada. A la altura de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Irra emprendieron el ascenso a través de
interminables cortinas de niebla para descender luego hacia una hondonada<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en la que se apretujaban menos de cien casas:
Era el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>distrito de Nazareth, creado en
1892. Su cabecera era Guática, hasta que en<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>1986 se unieron y configuraron un solo asentamiento en el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Alto de Mismis.</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Para<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>1905 el nombre<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>había cambiado. Ahora el lugar se llamaba <i style="mso-bidi-font-style: normal;">San<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Clemente</i> hasta que en 1921 Guática se convirtió en municipio del
Departamento de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Caldas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Pero eso son
cosas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de la política. Al no encontrar
oro en Gamonrá, los González, que ya se habían reproducido en el camino,
siguieron de largo, vadearon el río Guática y más tarde el de las Loras, antes
de internarse en las selvas del Chocó, de donde no volvieron a salir<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hasta treinta años después, para asentarse
definitivamente en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tierras de Riosucio,
Caldas, donde se dedicaron a plantar café y maíz.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">Ven a calmar mis
males<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tú eres mi amor/ mi dicha y mi tesoro/ mí
solo encanto/ y mi ilusión”.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Es noviembre de
2017. Una insistente llovizna<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>empapa de
a poco a la multitud que se congrega<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en
la plaza municipal de Guática.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Han llegado de
todos los lugares de Colombia: De Cundinamarca y Antioquia; de la Costa<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Atlántica y del Valle del Cauca.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Otros<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>viajaron<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>desde países tan
distantes como Canadá, España, Inglaterra y Chile.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Como dice<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>María<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Eugenia, una rubia oxigenada llena de joyas: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“El gasto y el viaje valen la pena. Son las fiestas del regreso y uno
tiene que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ahorrar otros cinco años para
volver”.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Vive desde hace
diez años en Girona,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Cataluña. En su
mano izquierda<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>empuña una botella de
aguardiente<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y lleva una hora escuchando
cantar a Genaro González, descendiente lejano de Ordilio, el mismo que pasó por
aquí hace más de un siglo, buscando el oro de Gamonrá.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">María Eugenia,
que nada sabe de esas historias, no para de cantar bajo la lluvia siguiendo el
hilo de la voz de Genaro:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Ven a calmar mis males/ mujer no seas tan
inconstante…”<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">De niña bebió
los versos de esa canción en la voz de<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Julio Jaramillo, el ecuatoriano que se encargó de la educación
sentimental de varias generaciones de latinoamericanos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZrN11qgheaV9mDFXKvj3V7og_6KGqfm_DlPODWMyWUxd2i6pAE8wBZVSDQ1wqzgG6A30zappiJTvTGWvqGTKyhfaPbc3cMXEWl4CKbRnoQ5gZLm1Yzjb0XzWAcnXshxmr16cNXeU0tPxUMa_t4Vn-E_72mrvE62TPq3eOAAutzwLwpsuP1FtNKCEN1MuZ/s300/TEJEDORA%20GU%C3%81TICA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="200" data-original-width="300" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZrN11qgheaV9mDFXKvj3V7og_6KGqfm_DlPODWMyWUxd2i6pAE8wBZVSDQ1wqzgG6A30zappiJTvTGWvqGTKyhfaPbc3cMXEWl4CKbRnoQ5gZLm1Yzjb0XzWAcnXshxmr16cNXeU0tPxUMa_t4Vn-E_72mrvE62TPq3eOAAutzwLwpsuP1FtNKCEN1MuZ/s1600/TEJEDORA%20GU%C3%81TICA.jpg" width="300" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">A media noche,
acostada en su cama solitaria de dama otoñal en la vieja Cataluña, la
tararea<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y de repente se <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>le arremolina en la sangre el rumor de amores
ya olvidados.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Entre otras
cosas, la canción le devuelve el aroma de la cebolla que ascendía en la
madrugada de las plantaciones de su padre, antes de que llegaran guerrilleros y
paramilitares con su hálito de ruina y los obligaran a empacar maletas sin
tiempo siquiera para llamar a los perros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Yo te daré mi fe /mi amor/ todas mis ilusiones tuyas
son”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">María Eugenia
nada sabe de la historia de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ordilio y
sus mayores, pero en esta fría noche de Guática<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>sus voces se hermanan para emprender un fugaz viaje de regreso al
paraíso perdido.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Aunque mañana,
al despuntar el alba, todo sea otra cosa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">Con aroma a
cebolla.<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Augusto Trejos
ronda los<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sesenta años y es, como el
mismo se define: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Un tipo hecho de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>esta tierra”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">Hecho:</span></i><span lang="ES-CO"> no solo nacido.
Dejemos las cosas claras<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Así lo
atestiguan sus<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>brazos duros y sus manos
que parecen<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>enormes terrones
petrificados.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Son las cinco de
la mañana y está bebiéndose su primera taza de café del día. Después vendrá una
veintena más.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Ah… y un paquete
de cigarrillos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Pielroja</i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>antes de que caiga el sol.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Hay algo de
litúrgico en esa manera suya de beber el café, aspirar el humo del cigarrillo y
mirar el cielo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Esa
sensación<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se acentúa todavía más cuando
cuenta su historia con una voz densa, lenta y siempre enfática.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“A la mitad de cuarto de bachillerato abandoné mis
estudios porque no resistía más el llamado de la tierra”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“El llamado”, </span></i><span lang="ES-CO">dice: como
si faltara algún detalle para completar su aura sacerdotal.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBRXfvJdkDG2YL6XgIEO9MYLoQNub6FGU3vbvGWEMqRrjgt3FTlX9ge3qUNQsBICcOAtwuCJ-IuuaQuH9PUCTQJe_MahF5uBszLooI-XKYVhHdIGo53tk0Picb_vlbkdtoUgUxcpbQbnnmmI_uPD7e4Tog6TAX_teXcTe4F4i7y6AdSfmFYxUpMwrnqoOE/s300/CASER%C3%93N%20GU%C3%81TICA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="200" data-original-width="300" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBRXfvJdkDG2YL6XgIEO9MYLoQNub6FGU3vbvGWEMqRrjgt3FTlX9ge3qUNQsBICcOAtwuCJ-IuuaQuH9PUCTQJe_MahF5uBszLooI-XKYVhHdIGo53tk0Picb_vlbkdtoUgUxcpbQbnnmmI_uPD7e4Tog6TAX_teXcTe4F4i7y6AdSfmFYxUpMwrnqoOE/s1600/CASER%C3%93N%20GU%C3%81TICA.jpg" width="300" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><i>“Tendría quince años, al finalizar los años setenta, cuando
abandoné los estudios y me consagré por entero a la tierra. Por esos días mucha
gente vivía de cultivar cebolla para abastecer el</i><span style="font-style: italic;"> </span><i>mercado nacional. Aquí llegaban los
camiones</i><span style="font-style: italic;"> </span><i>y uno se entendía con los
intermediarios que la negociaban en las plazas de abastos de Bogotá, Cali y
Medellín. El pueblo era sano y pacífico, porque </i><span style="font-style: italic;"> </span><i>ya estaban lejos los días de </i>La Violencia<i>
cuando la gente amanecía macheteada en los caminos.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“O al menos eso creíamos. Porque estábamos en el mejor
momento cuando empezó a aparecer gente armada. Que venían de Antioquía- eso decían- de
Riosucio, de Belén y de Quinchia. Muy pronto empezaron a cobrar cuotas por
dejarnos trabajar la tierra ¡Nuestra propia tierra, imagínese! <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Muchos vecinos empezaron a vender sus fincas por
cualquier cosa, pero nosotros resistimos. Un día nos reunimos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>alrededor de un sancocho y, empezando por mi
papá, tomamos la decisión de que no íbamos a feriar lo que nos había costado
una vida entera de trabajo.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“De aquí solo nos sacan con las patas por delante –
dijo mi papá, se santiguó y sacó una vieja escopeta que solo servía para
espantar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>gallinazos- Y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aquí estamos. Hemos cambiado de la cebolla
al café, del café a la ganadería, de la ganadería al lulo, del lulo vuelta al
café y ahora al aguacate.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por lo menos
dos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>docenas de campesinos murieron o
salieron huyendo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Yo no los juzgo,
porque estaban defendiendo la vida de los suyos, pero siempre he pensado que
ser un desterrado<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es otra forma de
morirse”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Y aquí está<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Augusto Trejos. Más vivo que nunca,
sobreviviendo a su paquete diario de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Pielroja
</i>y acariciando el lomo de un perro llamado <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tarzán,</i> un<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>héroe de otros
tiempos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgORz8MQ8sS-v1XmyujSCzHYwzDvz8dExewvHarEmxmuBfrCB5ulLMX1Nohx2p652Q-szmJgXLoQ7LPqGmK7C5qmEVXTkzynkzXiQAkO-nGU6DK3l87sqiwlfPSVUONVr5tzMMDm9Gf2RDHnuxh0pOd8hoy5cdP-aC5HUNlar5dVTZGs7EwPJ71DEgV5bbj/s300/H%C3%A9roes%20y%20m%C3%A1rtires.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgORz8MQ8sS-v1XmyujSCzHYwzDvz8dExewvHarEmxmuBfrCB5ulLMX1Nohx2p652Q-szmJgXLoQ7LPqGmK7C5qmEVXTkzynkzXiQAkO-nGU6DK3l87sqiwlfPSVUONVr5tzMMDm9Gf2RDHnuxh0pOd8hoy5cdP-aC5HUNlar5dVTZGs7EwPJ71DEgV5bbj/s1600/H%C3%A9roes%20y%20m%C3%A1rtires.jpg" width="300" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">Ni héroes ni
mártires.<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Cuando le cuento
la historia de Augusto, el profesor Argemiro Porras abre los ojos con
admiración. A las tres de la tarde está sentado<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>a una de las mesas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Cafetín</i>,
un concurrido bar del<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>centro de Pereira
que por estos días anda sobre excitado por la llegada del Mundial de Fútbol de Rusia 2018.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">La segunda
vuelta de las elecciones presidenciales ha sido opacada por el fervor
futbolero. En lugar de Petro y Duque se habla de James, de Messi, de Neymar y
del regreso de Perú a una Copa del Mundo<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Como guatiqueño, risaraldense y colombiano, espero
que no vaya a volver la violencia por estas tierras. La historia de Augusto
Trejos es un ejemplo de coraje, pero no todo el mundo está dispuesto a correr
esos riesgos. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Yo vivo en contacto permanente con mis paisanos y
cuando nos reunirnos a tomar un café o a bebernos una botella de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aguardiente con música de Gardel y Olimpo
Cárdenas empezamos a hacer la cuenta de los que murieron, de los que
salieron<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hacia otras ciudades o de los
que se fueron del país y que a veces vuelven por navidad o para las fiestas del
pueblo en noviembre. Son personas que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a
lo mejor hubiesen preferido seguir<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en su
tierra<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y que ahora trabajan duro en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>otros lados. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Pensando en todas esas personas, no puedo evitar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>devolverme al momento en que escuché hablar
de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>unos tales<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></i><span lang="ES-CO">Héroes y mártires
de Guática<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> para referirse a una
desmovilización paramilitar. Eso parecía<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>un chiste cruel. No fueron ni héroes ni mártires, como tampoco lo
fueron<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los guerrilleros, los narcos y
otros grupos que llenaron el pueblo de dolor.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">Gracias a Dios y el tesón de la gente, ahora se
trabaja<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para recuperar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la tranquilidad y el bienestar perdidos.”<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">Los pasos
perdidos<o:p></o:p></span></i></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO"><br /></span></i></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"></i></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGaF1UVJtQQsa7kkNoAx8w2hRKGghMIb4QRpT4bN1Cguhc-U_qZ-VIlt-FgDJZ0CbV9Of7PhmUqfuFr7pNRj7lbQEUScv80a1YaK4U51owiNlj-WWR-g-wrheOX8MXwWkEx5lJSfl_3TIUNfxIXT9-lKvVoCD9RWr-3AxQV4k296DNUYWuMgoiPirGii3B/s300/p%C3%A1jaros%20Gu%C3%A1tica.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="200" data-original-width="300" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGaF1UVJtQQsa7kkNoAx8w2hRKGghMIb4QRpT4bN1Cguhc-U_qZ-VIlt-FgDJZ0CbV9Of7PhmUqfuFr7pNRj7lbQEUScv80a1YaK4U51owiNlj-WWR-g-wrheOX8MXwWkEx5lJSfl_3TIUNfxIXT9-lKvVoCD9RWr-3AxQV4k296DNUYWuMgoiPirGii3B/s1600/p%C3%A1jaros%20Gu%C3%A1tica.jpg" width="300" /></a></i></b></div><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /><span lang="ES-CO"><br /></span></i></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Argemiro se
pensionó como profesor de álgebra, pero su auténtica pasión es la
Historia.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En su casa del barrio San Luis
de Pereira atesora decenas de libretas en las que a lo largo de los años ha
consignado datos recogidos de aquí y de allá: libros ,notas de prensa,
conferencias, talleres, cursos, programas<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>de radio y televisión.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Me perdonarán los historiadores profesionales, pero
eso de la colonización antioqueña es una verdad a medias. Lo que hubo fue una
invasión tan nefasta como la de los conquistadores españoles.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“No podemos olvidar que estas tierras<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>fueron parte del Estado del Cauca, y en medio
de la lucha con los paisas nosotros quedamos entre fuegos cruzados, tanto en el
sentido figurado como en el real.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Al
estar tan lejos de Popayán, el poder político<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>y económico de Antioquia aprovechó para enviar avanzadas de colonos que
en muchos casos ocuparon tierras que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ya
habían sido desmontadas y cultivadas por otros. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Me parece que si queremos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>conocer a fondo nuestra historia debemos
deshacer buena parte de los<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pasos
perdidos y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>permitirnos así otras miradas.
Es lo que trata de hacer una gringa llamada Marion con varios municipios de la
región: darles vuelta a las cosas para mostrarnos las otras caras.”<o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO"><br /></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQb1nRi0c-KUDQCNJjO45ehWChuOo9GghLSe9tP3IvaBdOWuIDLCYxNlnLAawGpNNlC7ia_JCaMBeeJsH36asxayqlASypWWH74C0lAjXztSCvTJ7_9jmRxzi2W2c5msgt8uRzhKtqQ86e4i8h60GZkNOSUImCPTuVp0OCAhHKc8nbKErrqHl9aLHhGYM0/s300/DISFRAZ%20GU%C3%81TICA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="200" data-original-width="300" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQb1nRi0c-KUDQCNJjO45ehWChuOo9GghLSe9tP3IvaBdOWuIDLCYxNlnLAawGpNNlC7ia_JCaMBeeJsH36asxayqlASypWWH74C0lAjXztSCvTJ7_9jmRxzi2W2c5msgt8uRzhKtqQ86e4i8h60GZkNOSUImCPTuVp0OCAhHKc8nbKErrqHl9aLHhGYM0/s1600/DISFRAZ%20GU%C3%81TICA.jpg" width="300" /></a></i></div><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /><span lang="ES-CO"><br /></span></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">La gringa y el
camino<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">En
realidad,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">La gringa</i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ha pasado un par
de veces por Guática, pero en otro plan: sumergirse en las montañas para
fotografiar los animales del bosque. Como tiene ancestros mexicanos y habla un
español perfecto ha conseguido pasar inadvertida<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>al cruzar rumbo a la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Cuchilla de San Juan,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a La<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Cristalina, a La<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mesa,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a la mina de cuarzo, al Cerro de las Peñas y,
por supuesto, a Gamonrá el lugar donde nacieron y todavía nacen las leyendas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">En sus archivos
fotográficos conserva imágenes del Guppi, la iguana, la culebra cazadora, la
lomo de machete, la falsa coral, el conejo sabanero, el pato, el ganso, la
zarigüeya, la ardilla, la tortuga icotea y unas cuantas especies más.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Ahora se propone
llegar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hasta<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Puerto de<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Oro, el punto más lejano de Risaralda, en compañía de un grupo de
estudiantes de la Universidad Nacional que les siguen<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el rastro<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>a los viejos colonizadores que se internaron en las selvas del Chocó en
busca del mineral.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Muchos de ellos
solo encontraron una<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cruz a la vera del
camino.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Pero <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La gringa</i> cree que la caminata vale la
pena.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><o:p> </o:p></span>Cuando les envía
a sus familiares en Oakland, California,
las imágenes recogidas en el camino siempre las acompaña con una frase
construida mitad en español y mitad en inglés:</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-ansi-language: EN-US;">“Excuse me, but I don¨t miss my
land:<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>This land is a great miracle.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span lang="ES-CO">Por ahora camino. Ya
tendré tiempo de continuar mis estudios de Historia”.<o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO"><br /></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">PDT. les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada:</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><span style="font-size: large;">https://www.youtube.com/watch?v=HMVIs5_ojpE</span></span></p>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-60486562668380911932023-08-18T05:35:00.000-07:002023-08-18T05:35:40.928-07:00El alfabeto para todos los hombres<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1s7a4TWj5m1PQyfz0v_FqJnF4BGfIgbTPNdcJSyesnya0UANdM2Xibxxfuvre4vyNH21CSE4yP8BSIHQRfVvZgS4J1_ygNy_QUM4I9_ttouHSYXaBS-IAdosii7swCuSFCKoqG2Hkgf72CL9Y1K1uDnyFi3w7OpMHnCaJOGcTwAeOtweM7LDdm90il6K1/s1920/thumbnail_Cubierta_HENRIQUEZ.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="933" data-original-width="1920" height="156" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1s7a4TWj5m1PQyfz0v_FqJnF4BGfIgbTPNdcJSyesnya0UANdM2Xibxxfuvre4vyNH21CSE4yP8BSIHQRfVvZgS4J1_ygNy_QUM4I9_ttouHSYXaBS-IAdosii7swCuSFCKoqG2Hkgf72CL9Y1K1uDnyFi3w7OpMHnCaJOGcTwAeOtweM7LDdm90il6K1/s320/thumbnail_Cubierta_HENRIQUEZ.jpg" width="320" /></a></div><br /><p class="MsoNormal"><br /></p>
<p class="MsoNormal"><br /></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Busca
la luz/ como el insecto alado<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y en
sus fulgores a inundarse acude”<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Poema de Salomé Ureña, dedicado a
su hijo Pedro<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">“Clásico es un autor que todo el mundo cita, pero
nadie lee”,</span></i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"> reza un
célebre aforismo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Al menos parcialmente, la frase en cuestión cabe al dedillo para referirse
a la obra del escritor dominicano Pedro Henríquez Ureña. Y aquí asistimos al
primer malentendido: lo de dominicano<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>vale apenas como formalismo para el registro civil, porque el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pensador fue- y es- en realidad un hombre
de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>América o, para ser más precisos aún,
hombre de Hispanoamérica, esa curiosa entidad nacida a la lumbre del encuentro
entre la vieja Europa y los pueblos que habitaban el pedazo de tierra recién
descubierto, que en principio los exploradores <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>confundieron con las Indias.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">En ese sentido, el ensayista fue un perpetuo exiliado, no en el sentido de
desterrado, sino en el de andariego incansable en busca constante de sus señales
de identidad como individuo, así como las de la sociedad en la que le fue dado
vivir: Hispanoamérica, incluyendo en esa categoría a Brasil y a otros países
cuya lengua nativa no es el español.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Y digo parcialmente, porque varias generaciones de académicos,
intelectuales y escritores si tuvieron un contacto temprano, no sólo con la
obra de Henríquez Ureña, sino con su dimensión de ser humano abierto a todos
los misterios y a todos los pueblos del mundo. Lo que antes se llamaba un
cosmopolita, un ser dispuesto a dialogar con las múltiples facetas del
universo, de donde se deriva la noción de Universidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Esos encuentros con el universo
engendran el humanismo y, por ese camino, al humanista. Henríquez Ureña
pertenece a esa estirpe ya extinguida y avasallada por los hiperespecialistas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Las citas al gran ensayista son recurrentes: en distintos tiempos y lugares,
Jorge Luis Borges, Ernesto Sábato, Ezequiel Martínez Estrada, Ángel Rama,
Sergio Pitol o Rafael Gutiérrez Girardot escribieron sobre la vida y obra de
ese pensador y escritor que se propuso materializar el que acaso sea el
más<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ambicioso propósito del humanismo:
llevar el alfabeto a todos los hombres.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Pero lo suyo no fue solo un proyecto alfabetizador. Ese era en realidad el
punto de partida para<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>poner en marcha
una idea de más amplias y hondas proyecciones: transformar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los individuos y la sociedad desde el ámbito
de la educación y la cultura, entendidas como herramientas para ampliar la
capacidad de juicio ético y estético.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Sobre esa idea fundó Henríquez Ureña su utopía, la que él consideraba guía
y aliento para conducir a los hombres hasta un mundo donde el sueño de la
justicia y la dicha sobre la tierra tuvieran un sentido distinto al impuesto
por las grandes estructuras de poder político y económico.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDAwnfvKt3Bov_9WpX1rT0qplaSxs4zSG8NQcoEpWBS8Z7owXVZpWfpGO2hUH7nxQsBEp6b0gazDiDunt0ZZMwyYRYhUdAwJg4diKwDfo-dfZNmEYqvxkFEyQ3S7CgT2g31OZNfV8my7OC9c_OlWcOifTsbJw6z8HO_ek3h4v3CPzqk-s3yY2a5AVCMoye/s251/PEDRO.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="251" data-original-width="200" height="251" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDAwnfvKt3Bov_9WpX1rT0qplaSxs4zSG8NQcoEpWBS8Z7owXVZpWfpGO2hUH7nxQsBEp6b0gazDiDunt0ZZMwyYRYhUdAwJg4diKwDfo-dfZNmEYqvxkFEyQ3S7CgT2g31OZNfV8my7OC9c_OlWcOifTsbJw6z8HO_ek3h4v3CPzqk-s3yY2a5AVCMoye/s1600/PEDRO.jpg" width="200" /></a></div> <i><b><span style="font-size: xx-small;">Pedro Henríquez Ureña<br /></span></b></i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">La utopía posible<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Aunque suene a oxímoron, la clave del pensamiento de Henríquez Ureña reside
en su convencimiento de que la Utopía (así con mayúscula) no sólo es posible
sino necesaria. Entendida así, su obra es la bitácora de un viaje en esa
dirección.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">De esa bitácora lúcida y entusiasta se ocupa el narrador, poeta, ensayista
y profesor universitario William Marín Osorio en su libro titulado: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Pedro Henríquez Ureña entre los archivos
históricos y la Biblioteca Americana. Hacia la fundación de un<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>archivo continental</i>”, auspiciado y
editado por la Universidad Tecnológica de Pereira. A lo largo de 328 páginas
que comprenden cinco capítulos, aparte de anexos y referencias documentales,
Marín<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Osorio planta las bases para un
propósito personal y profesional: la creación de un cuerpo de lo que denomina <i style="mso-bidi-font-style: normal;">webgrafías</i>, enfocado a la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>creación del archivo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>continental sugerido en la segunda parte del
título.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">¿Extenso el título? Claro, de ese tamaño era la Utopía del pensador y
ensayista. Su idea de la Biblioteca Americana iba mucho más allá de un catálogo
de libros o de la formulación de un listado de obras canónicas. Lo que el
escritor buscaba era una visión lo más amplia y diversa posible de los poetas,
cronistas, cuentistas, novelistas, historiadores y filósofos que a través de la
palabra escrita<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>intentaron dar cuenta
del mundo que surgía y se transformaba ante<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>sus ojos: América<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Para acercarse a la vida y obra de su objeto – o mejor dicho, su sujeto- de
estudio, el escritor William Marín construye su propia bitácora de viaje. El
resultado es un recorrido que lo lleva a<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Estados Unidos, Argentina, España y México en busca de los archivos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y voces testimoniales que lo ayuden a dar
cuenta de lo que significa Henríquez Ureña para el mundo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hispanoamericano. Con obstinación de
espeleólogo, Marín remueve archivos, desempolva documentos y revive testimonios
que nos devuelven intacta la figura del ensayista como el gran maestro que fue.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBjGfL_pWPGZYL-FJMXgE_531UUro8oJPmxj7sIvcOlzeT4IxIQVXqMN04SncKKQMUMSi-ZMNRGPfZpEW1yupC5ay2kWxdxRXXfe7qF6xbyLyQ9wqbnWK18bPBtXc6wXBDQKo3Bc8uYfOCQYX55PUZzYL2oMFus9qL6ImYSKM2rQKdE62y-FvneJnbH2Ed/s259/Estampilla%20PEDRO%20H.%20U..jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="259" data-original-width="194" height="259" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBjGfL_pWPGZYL-FJMXgE_531UUro8oJPmxj7sIvcOlzeT4IxIQVXqMN04SncKKQMUMSi-ZMNRGPfZpEW1yupC5ay2kWxdxRXXfe7qF6xbyLyQ9wqbnWK18bPBtXc6wXBDQKo3Bc8uYfOCQYX55PUZzYL2oMFus9qL6ImYSKM2rQKdE62y-FvneJnbH2Ed/s1600/Estampilla%20PEDRO%20H.%20U..jpg" width="194" /></a></div><br /><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Porque quienes lo conocieron de cerca lo evocan como un maestro en el más
puro sentido de esa expresión: la de un ser generoso, dispuesto a compartir sus
descubrimientos con todo aquel que quisiera escucharlo. Lejos estaba del autor
elitista que levanta un muro de conceptos impenetrables entre su yo y el mundo.
Lo suyo era una suerte de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>socialismo
romántico que tomaba del cristianismo la figura de la compasión, entendida como
la capacidad de ponerse en lugar del otro y comprender así su singularidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Sólo de esa manera, se capta en toda su plenitud el propósito de poner el
alfabeto al alcance de todos los hombres. Vistas así las cosas, se entiende la
decisión del mexicano José Vasconcelos de convertirlo en compañero de viaje en
el proyecto de llevar la educación a todos los lugares y en todas las formas,
emprendido por el gobierno de Obregón.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">En su recorrido, el escritor William Marín desvela la figura del Pedro
Henríquez Ureña profesor en Buenos Aires o en Estados Unidos; su vocación de
fundador de editoriales (el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ateneo de la
Juventud </i>fue el germen del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fondo de
Cultura Económica)</i>; su condición de crítico riguroso y generoso a la vez;
su trabajo como articulista de periódicos que lo convirtió en precursor del
llamado Periodismo Literario y su rol como gestor de proyectos académicos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A medida que avanzamos en la lectura nos
encontramos con figuras fundacionales en lo que se dado en llamar <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“lo hispanoamericano</i>” : para empezar,
Simón Bolívar y su maestro Simón Rodríguez. Luego vienen Jorge Enrique Rodó,
José Martí, Rubén Darío, Andrés Bello, Juan Montalvo, Mariano Picón Salas,
Domingo Faustino Sarmiento, José Carlos Mariátegui y Esteban Echeverría, junto
a los españoles Marcelino Menéndez Pelayo y Ramón Menéndez Pidal, así como los
colombianos Germán Arciniegas, Baldomero Sanín Cano y Rafael Gutiérrez
Girardot.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_rUJ0zYH9WjUfVVZtiFRW7_U2Rb2ELv0kw57BUq6ZIihnAhZJI9MhqDTtPQVso88NPBfo7hLSvKfHSZo303SoKUCeIMcowMhAMb2J0xsvwLdr-Q3ESulifVBip5WlN822wAYgrRe7QdcadjGJl7l9S0smIUeLz7aXWdhkYOr3F1S8C2229QT9qV75qEiD/s389/Letra%20Pedro.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="130" data-original-width="389" height="107" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_rUJ0zYH9WjUfVVZtiFRW7_U2Rb2ELv0kw57BUq6ZIihnAhZJI9MhqDTtPQVso88NPBfo7hLSvKfHSZo303SoKUCeIMcowMhAMb2J0xsvwLdr-Q3ESulifVBip5WlN822wAYgrRe7QdcadjGJl7l9S0smIUeLz7aXWdhkYOr3F1S8C2229QT9qV75qEiD/s320/Letra%20Pedro.jpg" width="320" /></a></div><br /><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">A modo de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“senderos que se bifurcan</i>”,
feliz título de Borges invocado por Marín, la investigación<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aborda<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>una selección de títulos de<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Henríquez<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ureña que nos invitan
a tejer y destejer los caminos de Hispanoamérica. Son ellos:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Seis ensayos en busca de
nuestra expresión.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">La Utopía de América.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Las corrientes literarias de
la América Hispánica.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">La historia de la cultura en
la América Hispánica<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Es fácil adivinar que, en realidad se trata de un único texto que se
despliega y vuelve una y otra vez sobre sí mismo. En ese entretejer se adivina la atmósfera de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El banquete </i>de Platón,
y su repercusión en los grandes espíritus del porvenir, Henríquez Ureña entre
ellos. Para éste, América es ante todo una comunión del espíritu asumida como
utopía, pero no en el burdo sentido de delirio o de irrealidad<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sino en el de desafío<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para hombres capaces de pensar que otros
mundos son posibles y de actuar convencidos de ello. La utopía es en este caso
una siempre renovada voluntad de perfeccionamiento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Pedro Henríquez Ureña es uno de esos hombres. De ahí la importancia del
libro que el escritor William Marín nos ofrece a modo de estímulo para
acercarnos a una obra que no cesa de extender sus límites.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">PDT. les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-size: large;">https://www.youtube.com/watch?v=apDBE4t8DlM</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-5854544435576721222023-08-11T09:41:00.003-07:002023-08-11T09:41:32.400-07:00El coraje del barrio<p> </p><p class="MsoNormal"><br /></p>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgheO78xbmA7g7C00tlwfmt7x-qOjQzQnhRoa4WRS4NhxeHBfx3JiiQUQWgc67ZFtocUVL2L3aWVTIVbpN5SQXtQy78b0uY7P-I_Y39U2LkhSHjoVbLCYQFM13-rSnzwtwdtYf_x_NihIbaErwqfj2auvjjnDYz6GJ0k_fe-ApET8WR3CzZcF2bMCvAddbM/s300/DEPORTIVO%20PEREIRA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgheO78xbmA7g7C00tlwfmt7x-qOjQzQnhRoa4WRS4NhxeHBfx3JiiQUQWgc67ZFtocUVL2L3aWVTIVbpN5SQXtQy78b0uY7P-I_Y39U2LkhSHjoVbLCYQFM13-rSnzwtwdtYf_x_NihIbaErwqfj2auvjjnDYz6GJ0k_fe-ApET8WR3CzZcF2bMCvAddbM/s1600/DEPORTIVO%20PEREIRA.jpg" width="300" /></a></div><br /><p class="MsoNormal"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">A la fecha, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">San Judas</i> debe ser el barrio del Área
Metropolitana donde habitan más hinchas del Deportivo Pereira por metro
cuadrado. Cuando juega el equipo, sus calles son un flamear de banderas rojas y
amarillas: parecen pájaros de fuego que presagiaran el resultado del partido.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">En la frontera
entre <i style="mso-bidi-font-style: normal;">San Judas</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Colegurre</i> un hombretón con el rostro
surcado de cicatrices tiene tatuado en el pecho un enorme escudo del Pereira,
como si el corazón le hubiese aflorado a ras de piel.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Desde luego, no
es sólo en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">San Judas</i>. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">2500 Lotes, La Habana, San Fernando, Alfonso
López, Tokio, Samaria, Galán, Ciudadela del Café, Berlín, Corocito, Camilo Torres, Galaxia, Nacederos</i>
y unas centenas más son por estos días un hervidero de peregrinos que se desplazan
en bus, en auto, en moto, en bicicleta, a pie o en lo que puedan hacia el lugar
donde acontece el milagro: el estadio <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Hernán
Ramírez Villegas”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Ni el mismísimo
sacerdote Antonio José Valencia, cuya estatua futbolera recibe a sus feligreses
en la entrada del templo-estadio acabaría de creerlo: el equipo que tantos
padecimientos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>terrenales le causó ya
está instalado en los cuartos de final de la Copa Libertadores de América
edición 2023. Como para poner a prueba a los hombres de poca fe.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtou1KKADW515HL90mMKVmMyOHE2ZYvD9wT-DaFRrXJyc4630VvojwZbj7MM59THdTC7kM6k8pVMkxocU_DTO7Q4agJPj-1dRDyXngnhdAUJ90FlovmG2WyAt6hAMgQhMdDKTOhJ37jkLqTcS5tgMybCUe2StemUWnxaFczlrFz-VgWkkP4NR_WnQ576ri/s259/Padre%20Valencia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="194" data-original-width="259" height="194" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtou1KKADW515HL90mMKVmMyOHE2ZYvD9wT-DaFRrXJyc4630VvojwZbj7MM59THdTC7kM6k8pVMkxocU_DTO7Q4agJPj-1dRDyXngnhdAUJ90FlovmG2WyAt6hAMgQhMdDKTOhJ37jkLqTcS5tgMybCUe2StemUWnxaFczlrFz-VgWkkP4NR_WnQ576ri/s1600/Padre%20Valencia.jpg" width="259" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"> <i><span style="font-size: xx-small;"><b>Estatua del padre Valencia</b></span></i></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Si señores. La
Copa Libertadores. El torneo ganado por equipos de leyenda como el Santos de
Pelé, el Estudiantes de Zubeldía, el Independiente de Santoro y Pastoriza, el
Nacional de Maturana y… dolorosamente para los hinchas del Pereira, el Once
Caldas de Luis Fernando Montoya, Juan Carlos Henao y compañía.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">No sé dónde
andarán ahora quienes un día dijeron que sólo esperaban ver al equipo campeón
para morirse en paz. Si cumplieron la palabra empeñada, Dios los tenga en su
gloria, pero se perdieron lo mejor del banquete, la parte donde el coraje del
barrio hecho equipo de fútbol revivió cuando menos se lo esperaba.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Tiempos como todos/ de vileza y fraude”,</span></i><span lang="ES-CO"> escribió el poeta Juan Gustavo Cobo Borda. Sí. No son estos tiempos
para romanticismos en ninguna de las esferas de la vida, incluido el deporte y
en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>especial el fútbol. Controlado por
grandes corporaciones y carteles mafiosos, lo suyo es una batalla feroz y sin
escrúpulos por acaparar los mejores futbolistas- eso dicen- del planeta. Clubes
que, en el colmo del cinismo, controlan casas de apuestas que no dudan en
torcer los resultados cuando así lo exige el negocio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Pero volvamos a
la buena hora del Deportivo Pereira, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“el
pereirita”</i> como le dicen los fanáticos más fieles, los niños, adultos,
viejos y ancianos, hombres y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mujeres que
lo han acompañado en los momentos más aciagos, cuando a las tribunas a duras
penas llegaba un millar de personas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Por eso resulta
tan grato ver jugar a estos tipos, dirigidos<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>por Alejandro Restrepo, un joven entrenador capaz de hacerles creer que
podían imponerse en la liga local y luego ganarle a Boca Juniors, a Colo Colo,
al ascendente Independiente del Valle y a unos cuantos más.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Y ahí van. Sin
figurines, sin estrellitas insoportables, empujados por el coraje del jugador
de barrio o de vereda. Ese que juega por el sólo gusto de hacerlo. Cada balón
es disputado con la obstinación del guerrero convencido de que en ello le va la
vida y el honor de su dama, es decir, de la hinchada, voluble e impredecible, pero
dama al fin y al cabo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">En un medio
donde los deportistas viven más pendientes de los rizos y de la imagen que
venderán ante las cámaras, es un lujo ver a veteranos como Carlos Ramírez, Ángelo
Rodríguez y el capitán<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Jhonny Vásquez,
con pinta de camajanes de esquina, dejarse el alma y el pellejo en cada jugada.
Es tan contagioso ese espíritu, que hasta el ciclotímico portero Aldair
Quintana, capaz de sembrar el pánico entre los hinchas con sus impredecibles
actuaciones, tiene su cuento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Así son las
cosas cuando se va de buena onda.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8mgFkEMfKNlAmanEhLRtJohI2Q7Sv5f8r8QpHbUqDjT7Xfqy2vm7lji7g9TJf5wDlDU4lTYSsOCwMyVFIbGMUy_034Yv5E53mrpU3b-b02UGEPSZuwClsVBPi72wKigxX6LLry54hLitZam45O0R-sRmAcfeMir7JygQd8WsKOIeLCzf0gAs3Xupll0k3/s293/iSA%C3%8CAS%20BOBADILLA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="293" data-original-width="172" height="293" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8mgFkEMfKNlAmanEhLRtJohI2Q7Sv5f8r8QpHbUqDjT7Xfqy2vm7lji7g9TJf5wDlDU4lTYSsOCwMyVFIbGMUy_034Yv5E53mrpU3b-b02UGEPSZuwClsVBPi72wKigxX6LLry54hLitZam45O0R-sRmAcfeMir7JygQd8WsKOIeLCzf0gAs3Xupll0k3/s1600/iSA%C3%8CAS%20BOBADILLA.jpg" width="172" /></a></div> <i><b><span style="font-size: xx-small;">Isaías Bobadilla<br /></span></b></i><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Nada surge por
generación espontánea. Siempre somos deudores de una herencia, de una
tradición. Mucho de la legendaria <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Furia
Guaraní</i>”, alienta en esta panda de futbolistas. El viejo Isaías Bobadilla,
rudo defensor central paraguayo que llegó al Pereira en la década del sesenta, me lo dijo
años después de su retiro: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Nosotros
hicimos de Pereira nuestro hogar, nuestra familia. Por eso jugábamos así”</i>.
A lo mejor allí reside la clave de todo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Como todo ritual
digno de ese nombre, el fútbol forja su propia estela de mitos y leyendas. En
la historia del Deportivo Pereira, aparte de la mencionada <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Furia Guaraní</i>” y del padre Antonio José Valencia, el gran mito se
llama <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Chila”,</i> la fiel devota, gozosa
y doliente que acompañaba al equipo hasta en los entrenamientos. Poco importaba
si el amor de su vida ocupaba los primeros o últimos lugares de la tabla. Si
estaba en la primera división o en la segunda. Así eran los grandes amores.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiTF0GrRKSSwTJmRzoXNvgtLbkTYGvh5iarMQaPJTAOLwTInuiFw3KeN4xCBQO3SCXthcpXo2LL45lWBUuDffSPsTS8Fx2vMMkgG1S2l60HL70NSMYun0lM1XSQvlQDNr2_mKTgLqDLUm847WFAZ25BByQcy2aBEx6bV2CPI7HJr4jj5Gb-dyrSxG6Uezm/s292/CHILA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="292" data-original-width="172" height="292" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiTF0GrRKSSwTJmRzoXNvgtLbkTYGvh5iarMQaPJTAOLwTInuiFw3KeN4xCBQO3SCXthcpXo2LL45lWBUuDffSPsTS8Fx2vMMkgG1S2l60HL70NSMYun0lM1XSQvlQDNr2_mKTgLqDLUm847WFAZ25BByQcy2aBEx6bV2CPI7HJr4jj5Gb-dyrSxG6Uezm/s1600/CHILA.jpg" width="172" /></a></div> <i><b> <span style="font-size: xx-small;">"Chila"</span><br /></b></i><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Amargados de
tanto acumular desastres, los seguidores del equipo empezaron a propagar la
conseja de que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Chila”</i> era la
causante de tanto infortunio. Por eso, sólo después de su muerte podría
conjurarse el maleficio. Eso decían los muy ingratos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Como nada de
este mundo le importa ya- salvo el Deportivo Pereira, claro- supongo que la
vieja “ <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Chila” d</i>ebe estar ahora
muerta por segunda vez de pura dicha, convencida<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de que desde el cielo los<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>triunfos del equipo saben mejor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><o:p>PDT. les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada</o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-size: large;"><o:p>https://www.youtube.com/watch?v=pG8OVvLXH5k</o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-size: large;"><o:p> </o:p></span></p>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-30353879405217264642023-08-03T06:53:00.000-07:002023-08-03T06:53:00.951-07:00Mick Jagger: de los extramuros al Mainstream<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIlXPWRDv2uAQ0vkzoIOKLQ9e-IKUzqpsX9xJJVIjLHJP2U2NT9xdIK5Aw42PSYODzRWuVSe1xWlNjMHXS-2_kmkDjjAcgooq0ejx2lvP7cwym3jjVQI7Qy3cL6x8H7S8j8RO9ctd3oaNsi6VYI27Lw1ZrbtiKupNuAQziu-PbYepR9ilqAmBciMtkK3ip/s470/751100-stones-20afp.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="313" data-original-width="470" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIlXPWRDv2uAQ0vkzoIOKLQ9e-IKUzqpsX9xJJVIjLHJP2U2NT9xdIK5Aw42PSYODzRWuVSe1xWlNjMHXS-2_kmkDjjAcgooq0ejx2lvP7cwym3jjVQI7Qy3cL6x8H7S8j8RO9ctd3oaNsi6VYI27Lw1ZrbtiKupNuAQziu-PbYepR9ilqAmBciMtkK3ip/s320/751100-stones-20afp.jpeg" width="320" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Es bien sabido
que la fama, divinidad obcecada como ninguna, fragmenta el Yo y lo extravía en
un laberinto de espejos donde la persona ya no puede saber quién es. ¿Puede
concebirse un castigo más sofisticado?</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Mick Jagger (26
de julio de 1943, Datford, Kent, U.K.) pertenece a esa categoría. De ahí puede
derivarse su fascinación con los relatos de Jorge Luis Borges, ese poeta
frecuentador de espejos y laberintos. O mejor dicho: de espejos enfrentados que
devienen laberintos. En <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Performance</i>,
película de culto dirigida por Donald Cammell y Nicola Roeg estrenada en 1970,
el cantante aparece leyendo un cuento del escritor argentino, con quien tuvo un
fugaz encuentro luego de una conferencia, según lo narra María Kodama,
compañera de Borges y devota de la música de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Rolling Stones,</i> la nave insignia de Jagger, Richards y los
pillastres que vinieron después.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Jagger &
Richards, esa dupla tan célebre como la de Laurel & Hardy, Lennon &
McCartney o Gardel y Lepera se conocieron en la temprana juventud, unidos por
la literatura y la pasión <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por el blues
negro del más profundo sur norteamericano. De hecho, sus primeros discos fueron
un tributo a los<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>más grandes músicos de
ese género doliente y nostálgico en el<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>que las voces hablaban de despojos y desarraigos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">La esencia de
ese espíritu la destilaron en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Satisfaction,</i>
para muchos el mejor rock que se ha escrito. El desasosiego y la insatisfacción
eterna de la criatura humana se ponen de manifiesto en ese desesperado repetir
and <i style="mso-bidi-font-style: normal;">I try, and I try and I try,</i> como
quien se despelleja los nudillos tocando a las puertas del cielo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5-qygVfDrp0DocIWEYA3liAUC9sP3CXA1W7nnp2ELN12jDD712yLQ_Xo-Led5IjtQJZw5bwypwxsIf3Sedf6EAbV4q3VwezGM0r1lMlHZ9Bs0MWC8Hw2gMRzVuklV8-nJSoK_BX6pWLxsC0QUogGvdWOD50yXs_A-gaolo1TS4H--cydGJwn5eSkFotR7/s272/The%20Rolling%20stones.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="185" data-original-width="272" height="185" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5-qygVfDrp0DocIWEYA3liAUC9sP3CXA1W7nnp2ELN12jDD712yLQ_Xo-Led5IjtQJZw5bwypwxsIf3Sedf6EAbV4q3VwezGM0r1lMlHZ9Bs0MWC8Hw2gMRzVuklV8-nJSoK_BX6pWLxsC0QUogGvdWOD50yXs_A-gaolo1TS4H--cydGJwn5eSkFotR7/s1600/The%20Rolling%20stones.jpg" width="272" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Sospecho que, en
medio del delirio que vino después, con sicodelia incluida a mediados de los
sesenta, cuando <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Satisfaction </i>ya era
un himno generacional, ni se les ocurrió pensar que un día del siglo XXI serían
dos célebres octogenarios que, instalados en la cima de la gloria, acaso
evocarían<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con ternura y condescendencia <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sus tiempos de chicos malos decididos a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>espantar a los burgueses de todos los
rincones de la tierra.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Es más, creo que
ni esperaban llegar al final del siglo XX. Después de todo, la consigna de los
tiempos se resumía en la frase <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Vive
rápido, muere joven y serás un cadáver bien parecido”,</i> asumida como
auténtico dogma de la rebelión sesentera.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Para ese
propósito de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">épater le bourgeois</i> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>contaban con dos armas. De un lado, el enorme
talento musical de ambos y por el otro un par de signos exteriores convertidos
en marcas de fábrica por la industria del entretenimiento: la bocaza del
cantante y el colmillo cariado del guitarrista.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Para entonces,
el vocalista todavía no era <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Sir Mick
Jagger</i> y lo que eso significa como asimilación por parte del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mainstream</i>, en una prueba más de la
capacidad del establecimiento para convertir en mercancía hasta a sus más
virulentos contradictores: la imagen crística del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Che </i>Guevara y la boca de Jagger estampadas en carteles, camisetas y
cientos de chucherías son acaso las pruebas más elocuentes.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKQA4fAshp9-FlH1htLQdELv8yY7R8jB3447KEGphZUWuYNToo2Uj_3pksFUvyQoj5lhWCmy-cTxuHdBfe98pmwSdRT1IHBiOrdfOILtkYWKiXH6QRxoVHXAfVIdRfJUhvQn_to36ZULkkkYfijxnmfKkALspOMbAOKwScfLBy2AaDTfy5-wbcA0xKiXbN/s229/Bocaza.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="229" data-original-width="220" height="229" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKQA4fAshp9-FlH1htLQdELv8yY7R8jB3447KEGphZUWuYNToo2Uj_3pksFUvyQoj5lhWCmy-cTxuHdBfe98pmwSdRT1IHBiOrdfOILtkYWKiXH6QRxoVHXAfVIdRfJUhvQn_to36ZULkkkYfijxnmfKkALspOMbAOKwScfLBy2AaDTfy5-wbcA0xKiXbN/s1600/Bocaza.png" width="220" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Todos tenemos a
alguien que nos inicia en los misterios esenciales: el sexo, la música, los
libros, la religión. En mi historia de amor con el rock ese rol lo desempeñaron
dos personas: mi primo Pacho y Miriam, profesora de música del colegio <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Deogracias Cardona</i> en Pereira. Casi al
tiempo, me dieron a escuchar sendas casetes con canciones de los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Stones.</i> Estaban, claro<i style="mso-bidi-font-style: normal;">, Satisfaction,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Simphaty<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>for the Devil, Street Fighting man, Ruby Tuesday</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Paint it black</i>. -¿Cuántas veces habrá
sonado esta última como música de fondo de películas y documentales sobre la
guerra de Vietnam?. Después vendría <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Angie,
(Goats head Soup,1973)</i> la balada que desde entonces ha inspirado el nombre
de sucesivas generaciones de muchachas en el mundo entero.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Un par de
anécdotas antes de seguir con el ya octogenario trotamundos: la profesora
Miriam era alegre, vivaz, inteligente y muy, muy bajita; tanto, que al
descansar la guitarra en el suelo ésta la excedía en estatura. ¡Pero cómo
pulsaba sus cuerdas a la hora de interpretar las canciones! Por su lado, mi
primo Pacho murió a los 75 años, en plena pandemia de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Covid-19</i>, al caer de un andamio mientras exploraba las alturas en
busca de no sé qué cosas. Pero bueno… si Jagger se trepa a los escenarios a los
ochenta. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Volvamos
entonces a Jagger. En la novela <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¡Qué viva
la música</i>!, del escritor colombiano Andrés Caicedo, quien se suicidó a los
25 años, la narradora rinde un manifiesto tributo a los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Stones,</i> pero en especial a su vocalista y a esa manera suya de
plantarse ante el mundo con su cara de peleador callejero. A manera de
glosario, al final aparece una lista de once canciones del grupo que, al lado
de los grandes de la salsa, obraron a modo de banda sonora de su generación en
la ciudad colombiana de Cali, conocida entre otras cosas por el vigoroso
movimiento cinematográfico gestado allí en el tránsito de los sesenta a los
setenta. Uno de los protagonistas de ese dinamismo, el escritor, director de
teatro y periodista cultural Sandro Romero Rey, rindió tributo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a los<i> Stones</i> a lo largo de su obra escrita,
que incluye un libro titulado<i style="mso-bidi-font-style: normal;">: Mick
Jagger El rock suena: piedras trae.<o:p></o:p></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8B9aWdHrdy9qR3wdYtmJedQVIcCyIQICYZvlxxqyrA974Sl4gF1x6M4krkagpSUtNfcv75VhixQGpjauU2kO7udrsDXH1rESego_MLVbWdKfc5kVHkCbksXFfPENeWL0r3hPpkgrb8jKAgKyriz0Hh_BvWqbcxWoGzHY74ShUson_LpDx3nP-ywncFBuT/s266/Qu%C3%A9%20viva%20la%20m%C3%BAsica.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="190" data-original-width="266" height="190" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8B9aWdHrdy9qR3wdYtmJedQVIcCyIQICYZvlxxqyrA974Sl4gF1x6M4krkagpSUtNfcv75VhixQGpjauU2kO7udrsDXH1rESego_MLVbWdKfc5kVHkCbksXFfPENeWL0r3hPpkgrb8jKAgKyriz0Hh_BvWqbcxWoGzHY74ShUson_LpDx3nP-ywncFBuT/s1600/Qu%C3%A9%20viva%20la%20m%C3%BAsica.jpg" width="266" /></a></div><br /><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Como no podía
ser de otra manera, de todo se ha dicho y escrito sobre Mick Jagger. Sin
solución de continuidad, se le ha tildado desde genio hasta rey de la
impostura. Supongo que todos tienen algo de razón, pero el negocio del
espectáculo es así: las fronteras se diluyen, los adjetivos cambian de sentido
en cuestión de segundos y los protagonistas pasan del cielo al infierno sin
que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>puedan tener control alguno sobre el
rumbo de las cosas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Al final, es
mejor optar por la gratitud hacia quienes nos han regalado momentos de dicha o
nos han acompañado en interminables noches de dolor, como se desprende del
título de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Let´s spend the night together</i>,
la canción que además le dio el nombre al documental donde el director Hal
Ashby (1929-1988) otro fervoroso admirador de la banda, recoge algunos entre
muchos hitos en esa carrera que aún no termina.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Para el efecto,
poco importa en realidad si los chicos malos pasaron a golpe de fama de los
extramuros al <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mainstream.<o:p></o:p></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">PDT: les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><o:p><span style="font-size: large;"> https://www.youtube.com/watch?v=nrIPxlFzDi0</span></o:p></span></p>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-34977942263814187712023-07-21T11:54:00.004-07:002023-07-21T12:10:17.184-07:00Los Sorias, ardiente delirio<p> </p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjByQo-qyHc2FNUfExEqv0XfsmpZoNbWJFhOrI4l8U1peZEeQOCYFvnTODk9RuIGdpXy8vWr4RU4weiJxuwHHSJ1gSjlX6jEDp1KFrSUV2hGpKBMii9DRTaaDqbAsIC1FPluQ6deQFvB8yn1q61aVtDdzezwRg8DGxyege4oRsVU95yJgLWfFeltmx7-zh/s255/Car%C3%A1tula%20Los%20Sorias.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="255" data-original-width="197" height="255" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjByQo-qyHc2FNUfExEqv0XfsmpZoNbWJFhOrI4l8U1peZEeQOCYFvnTODk9RuIGdpXy8vWr4RU4weiJxuwHHSJ1gSjlX6jEDp1KFrSUV2hGpKBMii9DRTaaDqbAsIC1FPluQ6deQFvB8yn1q61aVtDdzezwRg8DGxyege4oRsVU95yJgLWfFeltmx7-zh/s1600/Car%C3%A1tula%20Los%20Sorias.jpg" width="197" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> "El alma es igual al cuerpo multiplicado<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Por la velocidad de la luz al cuadrado”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Razonamiento de un
personaje de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los Sorias</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></i></b></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></i></b></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Delirium Tremens<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Si Shakespeare nos advirtió de que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“la
vida es un cuento narrado por un idiota, lleno de ruido y furor”</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los Sorias</i>, la novela del escritor
argentino Alberto Laiseca, bien podría ser un aventajado capítulo de esa saga
cuyos protagonistas son el delirio y el caos, porque la obra es, entre muchas
otras cosas, una parábola y una parodia del poder, hijo natural de esas dos
divinidades erráticas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Recién adentrado en sus más de mil doscientas páginas, el lector piensa en
títulos como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tirano Banderas,</i> de don
Ramón María del Valle-Inclán; <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Claudio El
Dios y su esposa Mesalina</i>, del poeta Robert Graves; <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El señor Presidente,</i> de Miguel Ángel Asturias; <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Yo el Supremo</i>, de Augusto Roa Bastos o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El otoño del patriarca</i>, de Gabriel García Márquez, todas ellas
indagaciones sobre la naturaleza de esa forma de locura que es el ejercicio del
poder en todos los tiempos y en todos los lugares.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por supuesto, son sólo caprichos y
asociaciones de lector, porque <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los Sorias</i>
dista mucho de poder ser encasillada bajo el desgastado rótulo de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Novelas de dictadores”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Mejor dicho, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los Sorias </i>no admite
rótulo alguno: de ese tamaño es su singularidad. O si no, ¿qué puede decirse de
un lugar, planeta o país cuyo gobernante, identificado como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Monitor,</i> se autodenomina <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Primer Histérico de la Nación”?<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">El lugar, planeta o país se llama <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La
tecnocracia</i>. El nombre es un auténtico adelanto de lo que nos aguarda si
decidimos cruzar sus fronteras. Y a propósito de éstas últimas, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Tecnocracia</i> libra una batalla eterna
y feroz contra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los Sorias</i>, una suerte
de espejo enfrentado en el que las partes pueden contemplar sus respectivas
realidades distorsionadas. En esa pugna se desencadena una persecución contra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">rojos, rosados y rojillos</i>, que nos lleva
a pensar en esas cacerías tan propias del mundo de la Guerra Fría, cuando el
capitalismo y el comunismo se acusaban de ser manifestaciones del mal en estado
puro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Esa batalla se resume en una consigna llena de reminiscencias de viejas
militancias políticas fáciles de identificar: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Por </i>La Tecnocracia<i style="mso-bidi-font-style: normal;">, todo,
hasta El micro de oro; por </i>Los Sorias<i style="mso-bidi-font-style: normal;">,
nada”. </i>En la guerra, que a ratos suena a alegoría Orwelliana<i style="mso-bidi-font-style: normal;">, </i>destacan también con un rol activo o
pasivo Chanchenia del Norte y del Sur, Protelia, Protonia Oriental, Dernia,
Goria, Garduña, Musaraña, Cataluña, El Califato de Córdoba… y la mismísima
Unión Soviética. Con esta última se libra una guerra que es a la vez<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>contienda tecnológica y teológica en la que
el ser y el Anti-ser se juegan sus cartas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">En ese entramado juegan un papel clave los más conocidos dogmas ocultistas
a los que, como bien sabemos, no es ajena la música. No es casualidad que la
obra esté llena de alusiones paródicas a los grandes maestros del campo
sinfónico, así como del rock, el punk y todas sus variantes.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDiqnOlEIu7yUHfd8NJpgAQHwT60gcOZs_IMxCr_qMtq0Gyt-mkWRN1-BrjDwH7Mo24ZzzxE8UK05zkKKF1RR7F2Slp6zGfK6IKJ0TkJtUsGGrJogu-Vzn0CGyYTgFM8EBHCOh_Y_pmsIubI9Zt4q_5WH8h7cqkCFAP0kuwIVgl667fr84qryAXUVEeIgJ/s284/Mapas.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="177" data-original-width="284" height="177" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDiqnOlEIu7yUHfd8NJpgAQHwT60gcOZs_IMxCr_qMtq0Gyt-mkWRN1-BrjDwH7Mo24ZzzxE8UK05zkKKF1RR7F2Slp6zGfK6IKJ0TkJtUsGGrJogu-Vzn0CGyYTgFM8EBHCOh_Y_pmsIubI9Zt4q_5WH8h7cqkCFAP0kuwIVgl667fr84qryAXUVEeIgJ/s1600/Mapas.jpg" width="284" /></a></div><br /><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Como pueden ver, a esta altura del camino necesitamos de una muy precisa
cartografía si no queremos extraviarnos en la aventura.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Como todos, estos mapas están hechos de
nombres: Unión Soviética, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">rojos, rosados,
rojillos</i> y todo un glosario que se irá acumulando hasta el final…
suponiendo que este libro tenga un final<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Ese tipo de alusiones son anclas que el autor planta en la realidad: bien
sabemos que cuanto más desopilantes son el delirio y el caos con mayor razón
precisan de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un asidero en el aparente orden del
mundo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>De esa manera se perpetúan y se
hacer creíbles… al menos mientras el lector da vuelta a la página, donde se
topará con dioses que ostentan nombres como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Monocateca,
Bitecapoca, Tritaltetoco, Tetramqueltuc, Peniacoltuco y Exatlalteluco. </i>pertenecientes a un credo conocido como <i>Exateísmo</i> A
cada una de las divinidades de ese panteón le corresponde un mes del año y a
algunas hasta dos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">En el principio fue el verbo<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">En todas las civilizaciones las palabras alientan en el principio del
mundo. El poder lo sabe y por eso intenta hacerse con su control. Las
religiones, los dictadores y los partidos políticos se han ocupado siempre de
encontrar la mejor manera de hacerlo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">En <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los Sorias</i> las palabras son
los auténticos personajes. Lo demás es lo que los estudiosos de la literatura
llaman la trama. Por eso el lector no puede distraerse un segundo: pasa de
largo por una palabra y estará condenado al extravío, como los niños de los
cuentos infantiles cuando no ven los mojones plantados en el bosque. No por
casualidad existe una entidad llamada <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Monitoría
de las Lenguas”,</i> consagrada al estudio exhaustivo de la etimología de las
palabras, es decir, qué significan con exactitud.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Conocer ese significado es vital, porque,
según los responsables de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Monitoria</i>,
el mal opera sobre los hombres a través de las distorsiones idiomáticas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">En este punto, uno piensa en el aparato de propaganda nazi, en Stalin y sus
estudios de lingüística, en las prédicas del Gran Hermano, en las llamadas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“noticias falsas”</i> o en lenguaje
efectista de la publicidad.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Muy pronto,
descubrimos el propósito final, ajeno a cualquier interés académico:
identificar y encerrar en un campo de concentración a todo artista que no
comprendiese la cosmovisión de la tecnocracia.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjg9KwTgQbFBMkdAjjJ7Gi0nK9yMHy1ZhU95mab_Q9uEXoqIB165MfgFG2Ng6CAxv61GucjbttwM3YEpE6M3eao7vpxGEuPbviR6GU_VcKsrnsen-wvNV1GQybVtYqPBFI4ShM_oa6NuidlGgUSPICxSTNShvckVxSkPshN5bSEITli8KlJa3tKp6NTvYqg/s269/Stalin.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="269" data-original-width="188" height="269" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjg9KwTgQbFBMkdAjjJ7Gi0nK9yMHy1ZhU95mab_Q9uEXoqIB165MfgFG2Ng6CAxv61GucjbttwM3YEpE6M3eao7vpxGEuPbviR6GU_VcKsrnsen-wvNV1GQybVtYqPBFI4ShM_oa6NuidlGgUSPICxSTNShvckVxSkPshN5bSEITli8KlJa3tKp6NTvYqg/s1600/Stalin.jpg" width="188" /></a></div><br /><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">¿Y cuál es esa cosmovisión?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Enrique Katel, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Kratos de las lenguas</i>
en La <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tecnocracia,</i> lo tiene claro:
busca <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“El esplendor antiguo”,</i> esa
peligrosa quimera que tanto seduce a dictadores y caudillos. Bien sabemos que
fue el pretexto de los nazis para emprender el exterminio y, en tiempos
recientes, Donald Trump la reeditó en su consigna <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Let´s make America great again</i>”, tomada a su vez de Ronald Reagan.
Son consignas como esas las que mueven al pueblo, “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">ese cuerpo imaginario e inencontrable”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Pero es en una carta de respuesta a Personaje Iseka- un converso que, harto
de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">los sorias</i>, decidió adherir a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Tecnocracia</i>- donde <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Krator</i> deja las cosas claras:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">“Estimado señor y, por lo
que leo en su carta, nuevo camarada, no es mediante el ultrismo en todos los
órdenes que </span></i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">La
Tecnocracia<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> alcanzará su destino de
grandeza. Usted acaba de llegar al país y por eso tal vez ignore que, a
nosotros los tecnócratas, nadie tiene necesidad de enseñarnos a ser duros e
implacables cuando hace falta. Se lo puedo asegurar. El poder es un enigma,
sobre todo para nosotros los dirigentes. Todos los días trabajamos con
enmarañadas, laberínticas claves que es preciso descifrar. Un error de
proporciones sería. A veces hay que ser duros y otras no. El problema es </i>cuándo
y cómo”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Así que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Tecnocracia</i> sabrá
cuándo y cómo ser dura con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los Sorias</i>
y otros apóstatas. Eso lo han sabido siempre los tiranos de todos los tiempos.
Después de todo, la combinación de zanahoria y garrote no es un invento
reciente. A modo de colofón, esa visión del mundo se ofrece en una fórmula: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“En las elecciones realmente libres, el
dictador se asegura de que su voto sea igual a la mitad más uno de los
sufragios emitidos”.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">¿Un dictador que convoca a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“elecciones
libres</i>”? Bueno, la novela de Laiseca y la Historia Universal abundan en
oxímoron como éste. Sólo que no debemos dejarnos engañar por las apariencias: a
menudo, el delirio y el caos son formas supremas de la lucidez. Por algo, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Monito</i>r es un secreto devoto del cine y
fundador de una escuela conocida como “realismo delirante”. Tan delirante y
realista como la declaración de la mujer conocida como “La lujuriosa”, devenida
amante y consejera del Monitor:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">“El mundo está lleno de
falsos libertinos y putas arrepentidas. Siempre sostuve que el sexo debía estar
bajo control de una pornocracia ilustrada</span></i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">La cosmovisión de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Tecnocracia</i>
no se limita al campo de la política o el esoterismo. También debe ocuparse de
la estética, si aspira a un manejo absoluto del mundo. De ahí que el rol del
escritor sea asunto de sumo interés, como se deriva de esta reflexión acerca
del Kratos, a propósito de una carta recibida:<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">De pronto sonrió. Se le ocurrió que
aquella invocación por medio de una carta era un suceso, por sus
características, exactamente opuesto a los procesos internos de la novela
simbólica alemana, donde todos los personajes son proyecciones del personaje
principal: sus otras personalidades o «yoes», digamos. En esa novelística se
parte del principio de que el alma humana contiene alturas excelsas, pero
también aberraciones espantosas. Esta idea nace de la omnipotencia de su autor,
que en el fondo cree contenerlo todo. Pero no es así. Esos escritores —meditó
el Kratos— tienen muchísimos menos «yoes» de lo que se imaginan. A veces la
fuerza no les alcanza ni para ser malos. Suponen ser niños terribles y resultan
de lo más comunes. Arrancan del falso fundamento de que en el «teatro»' de sus
propias almas hallarán la purificación. Entonces todos los personajes y sucesos
son símbolos y partes de un todo, que es el Gran Yo. ¡Vaya arrogancia! Esto
resulta, cuanto menos, una falta de respeto por la realidad. El autor no es
Dios ni cosa que se le parezca. Por creerse omnipotente olvida a los demás,
deja de considerarlos seres humanos y los disminuye hasta hacerlos meros
símbolos, simples propagaciones de su yo. El castigo viene solo, y es que el
escritor no resuelve su problema y patina en sus vicios hasta el último día de
su vida: por no haber aceptado a los otros como otros. Una novela puede ser
escrita por razones de purificación, y quizá muchos personajes contengan partes
de su autor. Pero no todos, y aun los que entran en esta categoría, si son partes
lo son entre otras cosas y a pesar de, lo más fructífero e importante, en todo
caso, es el hecho de ser ellos mismos, pues viven. Los simbolistas —continuó
pensando con furia el Kratos— se parecen a quienes creen que el mundo no
existe, que sólo ellos tienen resolución real y corpórea, y que están
imaginando todos los procesos de la vida. En tal omnipotencia viciosa está la
clave del fracaso: en su falta de respeto por el mundo terrenal”<o:p></o:p></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6ZAo4PGBP40wnxp-TNaaa_0WS1KcFcxnC0mRQdXphxRMN4TwOhDqkvHDbFPcWOE5t1k6l5A-0jXYZhXbG1xD7ha2vHusxbWEUbCx1wnZkjRageRVAqrW4wYQWtJVylELzG41vkq9honUOUjwBpq-o9VLYVkzQUA1x3GwDRyku3TFXzFjv2wTJe1tHrYy2/s299/Nazis%20y%20comunistas.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="299" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6ZAo4PGBP40wnxp-TNaaa_0WS1KcFcxnC0mRQdXphxRMN4TwOhDqkvHDbFPcWOE5t1k6l5A-0jXYZhXbG1xD7ha2vHusxbWEUbCx1wnZkjRageRVAqrW4wYQWtJVylELzG41vkq9honUOUjwBpq-o9VLYVkzQUA1x3GwDRyku3TFXzFjv2wTJe1tHrYy2/s1600/Nazis%20y%20comunistas.jpg" width="299" /></a></div><br /><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Y Los Sorias?<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Ustedes se preguntarán por qué ocuparse primero de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Tecnocracia</i> y su sistema si son <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los Sorias</i> quienes le dan título a la novela.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Bueno, sucede que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los Sorias</i> son
la Némesis de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Tecnocracia</i> y, por
lo tanto, se necesitan mutuamente para ser y estar en el mundo. Más que
subversivos, los sorias son proscritos por no ajustarse a una cosmovisión que
entre los otros se presume verdad revelada. Si unos párrafos atrás hablamos de
guerra fría, la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pugna<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>entre los protagonistas de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>esta historia por momentos se enciende y
lleva incluso al uso de armas químicas en el intento de exterminar al
adversario. En este punto resulta más claro que nunca el carácter delirante y caótico
de la realidad, mientras la literatura permanece en estado de lucidez. Ya lo escribió
don Antonio Machado: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“El loco purga un
pecado ajeno: la cordura. / La terrible cordura del idiota”</i>. Esa forma de
insania crea una provincia de Soria, una suerte de campo de concentración al
que son llevados- otra amarga paradoja- los que son sospechados de
totalitarismo. En esa Siberia se sale a cazar personas como si de un coto de
caza se tratase.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Como contraparte del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Monitor</i>,
Soria es gobernada por el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Soriator,</i>
jefe supremo del país, que se mueve entre sectas con nombres de esta índole: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los naricerinos</i>, cuyo dios es una nariz;
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los orejarios</i>, que adoran una o
varias orejas; <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los cularios</i>, que se
cortaban el culo; <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los
izquierdostesticularios </i>y toda una taxonomía gozosa forjada con el más fino
humor negro. Una muestra: en algún punto del relato aparece un personaje
llamado <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Gordo Soriano</i> que, por
supuesto, es el mismísimo escritor argentino Osvaldo Soriano en persona, y cuyo
apellido da lugar a un disparatado malentendido.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFQFA3ml5oug1QdlrmJjhAgtBtgh_-CrjjknwTCyifLHNkyi-Jv3bN8NLw4VYOCjXuo6HziF5mdwulYAe5HXvpY2GZVWhkr6ftZVJNddqSmp3uc76Qz7MomYhM23NoAamhLv8hSuF4T0orAvcHnhcUDoTGl05HJWCLlHAPNTS8Fj0Bmw1GRMj_o-F00cPk/s300/Arenga%20de%20Hitler.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFQFA3ml5oug1QdlrmJjhAgtBtgh_-CrjjknwTCyifLHNkyi-Jv3bN8NLw4VYOCjXuo6HziF5mdwulYAe5HXvpY2GZVWhkr6ftZVJNddqSmp3uc76Qz7MomYhM23NoAamhLv8hSuF4T0orAvcHnhcUDoTGl05HJWCLlHAPNTS8Fj0Bmw1GRMj_o-F00cPk/s1600/Arenga%20de%20Hitler.jpg" width="300" /></a></div><br /><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Un dato esencial: el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Soriator</i> se
considera la reencarnación de Almanzor, el legendario caudillo de los moros, a
quien rinde un culto que se manifiesta en la proliferación de rituales de toda
índole.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">En el primer capítulo de la novela se nos presenta a Juan Carlos y Luis, dos
de los hermanos Soria que comparten cuarto de pensión con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Personaje Iseka</i>- ese es su nombre-. Iseka intenta escribir una novela
o algo así y los hermanos lo interrumpen todo el tiempo, conminándolo a
ocuparse de alguna cosa útil que le reporte algo de dinero. Exasperado, el
ignorado escritor opta por huir y refugiarse en tierras de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Tecnocracia</i>, pasando como quien dice de la anarquía al orden, de
la libertad al control absoluto. Alargando un poco el concepto, podemos decir
que Los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Sorias,</i> cuya literatura se
llama <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Soriasis</i>, son algo así como la
contracultura, tan temida en principio por el poder, aunque no tarda en asimilarla
y ponerla a su servicio. Vistas así las cosas, resulta bastante ilustrativo
encontrarse con este párrafo:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">“El conjunto de música beat
La Horrible Abuelita, autor colectivo de las siguientes composiciones que
desfondaron hacia arriba todos los rankings: </span></i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Rail alrededor de la fogata, Le pego a mi nena con
una cadena de bicicleta, Tengo una poca, Sé mi hembra de hurón. ¿Por qué no
quieres hacer conmigo como las nutrias?, Te haré el hara-kiri cuando te agarre
putita de topo, Abriéndome las venas en la colina llena de frutillas rosadas,
El aullido del perro, El chillido de la rata al ser pisada por aquella otra, La
clava de Neanderthal, La mujer de Piltdown, Tengo una tundra, El conejo
estepario, Si te portas bien conmigo te regalo un liquen, El estupefaciente più
mosso lento que se tomó la grulla rosada de patas blancas ojos grises pico
dorado alas de murciélago verde y sombrero negro (¡miren si no será tonta!),
Bomba Hache homeopática sobre Chanchín del Norte, El Monitor es un Monstruo,<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> etcétera, al principio fue tolerado y hasta
estimulado por el Jefe de Estado, quien lo nombró conjunto oficialista de rock.
Pero cayó en desgracia cierto día cuando, ya cubierto de honores y lleno de
plata, editó una nueva composición titulada </i>El Monitor es bueno.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Para el orden
establecido <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los Sorias</i> son la peste,
un peligro del que debe mantenerse apartado y al que trata de controlar con
medidas tan absurdas como esta:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">“Enrique Katel, Kratos de
las Lenguas, quien al igual que todo tecnócrata odiaba a los sindicalistas
recalcitrantes, refractarios a su asimilación al nuevo orden de cosas, dictó
una directriz según la cual, todas las propiedades de esta gente, quedaban grabadas
con impuestos con carácter retrospectivo hasta el año 1030. O sea hasta la Edad
Media. Y de nada les valieron sus protestas de que por aquel entonces no
existía la </span></i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Tecnocracia<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> y ni siquiera los Sindicatos”.<o:p></o:p></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj13wmvuJ_3LrZzjnfeEzOuOVdZF23ZypR4m7gwRXjcb-rzYJD03wR8YJlh55pcw5yahTCYpUkx1yKu6vnN6ZgSclGsttbTiIsaRQR7SeauhvUjFuiaFacyxhrTAfIoA5uBZ4ZT4VlHOAssMDsAsKlQYhCmdZfNd9PLhaGlFG78seXKEVaccTzC1aZXAq0E/s270/Soriasis.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="187" data-original-width="270" height="187" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj13wmvuJ_3LrZzjnfeEzOuOVdZF23ZypR4m7gwRXjcb-rzYJD03wR8YJlh55pcw5yahTCYpUkx1yKu6vnN6ZgSclGsttbTiIsaRQR7SeauhvUjFuiaFacyxhrTAfIoA5uBZ4ZT4VlHOAssMDsAsKlQYhCmdZfNd9PLhaGlFG78seXKEVaccTzC1aZXAq0E/s1600/Soriasis.jpg" width="270" /></a></div><br /><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Los avatares del mal.<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">El poder, toda forma de poder como manifestación del mal. Del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Antiguo Testamento</i> con su legión de
demonios a la fascinación de Thomas Pynchon y David Foster Wallace por una
Norteamérica salida de quicio, pasando por los personajes alucinados de
Dostoievski o el perturbador Informe sobre Ciegos, de Ernesto Sábato, buena
parte de la gran literatura de todos los tiempos se ha sentido arrastrada por
esa órbita gravitacional. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los Sorias</i>
no es una excepción. En esa medida, el primer reto para el lector es no caer en
la tentación de creer que para el narrador el delirio y el caos son fines en sí
mismos. Todo lo contrario: son en realidad la esencia del poder, las claves
para seguir su rastro como el azufre en las leyendas medievales del demonio. De
ahí la necesidad de trascender lo que en principio parece un juego de frases
ingeniosas, como el catálogo de bebidas alcohólicas que se ofrece en una de sus
páginas:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">“Una silla de fusilar
eléctrica”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">“Un campo de concentración
con agua”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">“Tecnócrata rabioso triple”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">“Monitor doble con hielo”<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">“Lanzallamas gigante triple”<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">“Medio dedo de Frente SS”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">“Monitor aullando histérico
entre alfombras rojas”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Sólo a luz de semejante estado de ebriedad puede comprenderse una
declaración de principios como esta, propia de un tecnócrata llamado <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Telefónico I</i>:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Soy egocéntrico. Tan sólo me hacen
gracia mis propios chistes. Estaría el día entero escuchándolos. Así que cuidadito
con juzgarme”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">No podría haber mejor síntesis de la manera cómo funciona el cerebro de un
dictador.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">A modo de contrapunto, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los Sorias</i>
proponen una aparente libertad sin tapujos que empieza, cómo no, por las
palabras, según se lee en este poema de Luz Soledad Ferreira Perfecta Soria:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">“Cuando escucho la voz del
Soriator siento una cosa entre las piernas. Es como una avenida de soretáceos
que montasen guardia como esfinges. ¡Oh Soriator!: cuando te miro me parece que
por el culitólido me entrase una gran caquélida, que me penetrara toda, y llego
al orgón mustio. Otras, por mi vulvúcea penetras y mi árida matriz matrizdrida
se llena de tu mierdísida metafísica. He tenido asi\ gracias a ti, hasta ocho
fetáceos de bastante bosta. ¡Ven! ¡Ven pronto Señor Soriator y escatológame
encima con ti gicoca, escatógame con tu logicaco y metolocaga con tu escocagi!
Ser o estar. Ésta es la cuestión”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Luz<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Soledad<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Perfecta: frente a ese nombre no cabe ironía.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Pero esa libertad sin tapujos es sólo un truco para ocultar las dimensiones
de la barbarie: nunca es tan peligrosa una dictadura como cuando se disfraza de
liberalidad. O si no, fijémonos en el rol jugado por los sindicatos en esta
historia, auténticos tumores cancerígenos que se multiplican con la voracidad
de un universo en expansión.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZtXnpbCutrOawSwq6TT2YbNwfUZxT0Gmw69PZQfQRIL9H7l9T1GpLtji7AloUEX-eb9RO3DGe9jbiMHNZARe8HS2DhHgo6X9GMP7OcfFEPNi8Pq-hUEI-xp4dLFyObk3rxY9JIIv8BDD0w0rZJM6tb04cIX3lCTZQjw_X01F8zwkf4NDZ-8QGYkFwY8it/s175/Gato%20LaISECA.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="133" data-original-width="175" height="133" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZtXnpbCutrOawSwq6TT2YbNwfUZxT0Gmw69PZQfQRIL9H7l9T1GpLtji7AloUEX-eb9RO3DGe9jbiMHNZARe8HS2DhHgo6X9GMP7OcfFEPNi8Pq-hUEI-xp4dLFyObk3rxY9JIIv8BDD0w0rZJM6tb04cIX3lCTZQjw_X01F8zwkf4NDZ-8QGYkFwY8it/s1600/Gato%20LaISECA.jpg" width="175" /></a></div> <i><b><span style="font-size: xx-small;">Alberto Laiseca<br /></span></b></i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Maestro de la
parodia Laiseca no da tregua. De principio a fin, su novela está sembrada de
guiños, de juegos, de mensajes crípticos y, por encima de todo, de un humor que
nos mantiene en vilo , como en esta tonada que recuerda a los cantos nazis y
fascistas:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">“Los plagiarios de patentes,<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Los asquerosos plagiarios de patentes, <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Pronto de un poste colgarán,<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Con la mirada puesta en nuestro Monitor.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">El contrabando de fósforos a pilas terminará,<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Terminará,<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Terminará,<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Terminará.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Dales, dales bien duro,<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Hasta que del culo salgan destellos”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Frente a la
potencia devastadora del poder sólo quedan el humor y la risa capaces de poner
al tirano en su lugar, independiente de si su reino es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Soria</i> o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Tecnocracia</i>.
La ironía y la risa nos recuerdan lo que ya dijeron los teólogos: que el truco
más socorrido del demonio consiste en hacernos creer que no existe.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">El narrador de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los Sori</i>as lo sabe: burlarnos del burlador es una buena manera de conjurarlo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">PDT. les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada:</span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-size: large;">https://www.youtube.com/watch?v=XRU1AJsXN1g</span></span></p>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-515837429382655382023-07-07T06:44:00.001-07:002023-07-07T06:44:37.368-07:00Esqueletos en las redes<p><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpyixCRlCEpeZwpmQ0rLUUBIWb8nQ6ijDPYZJTQxwG0Kaz2B-pR6Or4Lly_savqSMOJ1K1Lv6LvyTlJsRtRFNG1jp7dYi2WGAZJahbviuvyq_2-W5bQRH6-Su9IFH8wIlKHHP1rVqDHvysMeK0rZHH_Ubcmlmv7teyuZjKwWx3QViQdhDNnh5nHub8LQXU/s241/DaNZA%20Macabra.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="209" data-original-width="241" height="209" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpyixCRlCEpeZwpmQ0rLUUBIWb8nQ6ijDPYZJTQxwG0Kaz2B-pR6Or4Lly_savqSMOJ1K1Lv6LvyTlJsRtRFNG1jp7dYi2WGAZJahbviuvyq_2-W5bQRH6-Su9IFH8wIlKHHP1rVqDHvysMeK0rZHH_Ubcmlmv7teyuZjKwWx3QViQdhDNnh5nHub8LQXU/s1600/DaNZA%20Macabra.jpg" width="241" /></a></i></div><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></i><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">“Todos tenemos un esqueleto
escondido en el armario”</span></i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">,
reza una vieja sentencia, para referirse a esas lacras, pecados o faltas
personales que quisiéramos olvidar o pasar inadvertidas pero, ante la imposibilidad
de hacerlo, al menos nos gustaría mantener confinadas en algún rincón de la
mente con la esperanza de que nadie pueda notarlo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Pero todo se queda en deseo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Es bien sabido que nunca falta el imprudente, el chismoso o el enemigo que
un día saca nuestras miserias a pasear por las calles para deleite de los
espectadores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Es entonces cuando afloran comentarios del tipo: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Como parecía de buena persona”</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Miren
a la mosquita muerta con la que salió” </i>o “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ya decía yo que ese era un sepulcro blanqueado”<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">De nada sirven los esfuerzos que haga una persona para regresar la osamenta
a su confinamiento. Una vez pulsado el botón de la maledicencia, nada volverá a
ser lo mismo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Desde la biblia hasta las novelas contemporáneas, pasando por los cronistas
de los dictadores romanos o los áulicos de las cortes española, inglesa o
francesa, las grandes obras de la literatura y los mejores libros de historia
abundan en la exhibición minuciosa de las debilidades de los poderosos, que
nada podían hacer frente a la avidez que todos manifestamos ante la exposición
pública de las faltas ajenas, o de lo que la moral al uso considera como tales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">De ahí viene en buena medida la opinión que tenemos de seres tan lejanos en
el tiempo como Judas Iscariote, Lucrecia Borgia, Cleopatra, Enrique VIII,
Madame Pompadour, Catalina La Grande o el mismísimo patriarca Abraham del
<i>Antiguo Testamento.</i><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><i><br /></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiin52KUm_E05c_6HEcmOlpSmjdXygrjRPcWhJxYJ12e1lhsqYHVeltLrbNe5-fM_3Gmjx9dwNKmhqJUh0-JwfRnwUCVGxyzbp-qpCuUC3eOiljmEoPPoacCE22Ta06Tnz6ibATHSqW-YNcQJ8IHWzhWNpiAjrQnDqSyKrWQhCnN2U3Z6QyqAEvQMGmqchE/s304/Chismes%20en%20redes%20sociales.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="166" data-original-width="304" height="166" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiin52KUm_E05c_6HEcmOlpSmjdXygrjRPcWhJxYJ12e1lhsqYHVeltLrbNe5-fM_3Gmjx9dwNKmhqJUh0-JwfRnwUCVGxyzbp-qpCuUC3eOiljmEoPPoacCE22Ta06Tnz6ibATHSqW-YNcQJ8IHWzhWNpiAjrQnDqSyKrWQhCnN2U3Z6QyqAEvQMGmqchE/s1600/Chismes%20en%20redes%20sociales.jpg" width="304" /></a></div><br /><i><br /></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">¿Eran en realidad mejores o peores que el resto de los seres humanos de
cualquier época o lugar?<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Tengo mis
dudas, con perdón de los historiadores, que al fin y al cabo son mortales
hechos de barro y, en tanto tales, tienen sus filias, fobias e intereses. Es
distinto el caso de los novelistas: siempre podrán argumentar que lo suyo no
pasa de ser ficción y que, por lo tanto, cualquier parecido con un personaje de
carne y hueso es mera coincidencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Curiosamente, nunca se supo que alguno de esos personajes, indignado, exigiera respeto por su privacidad y pidiera protección ante los tribunales.
Se sabían personas públicas y se asumían en su condición. Ese reclamo parece
ser un fenómeno contemporáneo, propio del mundo del espectáculo y de las redes
sociales como instrumento de multiplicación.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Y eso nos deja, de entrada, ante una paradoja. A juzgar por su
comportamiento y por lo que suelen expresar, las celebridades aprovechan su
exposición constante a la mirada ajena para cosechar seguidores, obteniendo de
paso beneficios económicos y de otra índole-incluida la sexual-. No de otra
manera se explica la obsesiva publicación de los más insignificantes detalles
de su vida en sus redes particulares. Esos detalles incluyen a veces imágenes
de sus hábitos sexuales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Pero la dirección de los vientos siempre cambia y, un día, por envidia, por
venganza o por el simple goce de enrarecer el ambiente, alguien decide que es
hora de sacar a pasear el esqueleto- o la legión de esqueletos- del fulano o
fulana para que se den una vuelta por ahí. Y aquí es donde se hace evidente la
diferencia. Mientras a los esqueletos del pasado los sacaban a pasear por las
calles de Roma, París, Londres o San Petersburgo, los modernos tienen el
planeta entero a su disposición:<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>basta
un clic para que el huesudo en cuestión le dé la vuelta al mundo en todas direcciones
en cuestión de segundos. Por eso es habitual que en las redes, y en tiempo
real, se crucen los esqueletos de Shakira y Piqué, de Lady Gaga y el presidente
Bukele o los de un cardenal romano y una estrella porno de Los Ángeles.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCypYqvvcLcA58dakG6J8F2_ZMAo4SGhII8aA2ds6xSInNqxsLw8xzs8mtuIWtmsqcDT9eevvPbKnDbz3q-J4B4KLX-WAjnkfne7pFvohJequueBUasfhi3I3YKnH4rKryDf-5gkiLDhTHfXufUqBCCJsvgZcY_WtBwNVp13RSDDWZNDzuJPA3E5BAcFL8/s262/famosos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="192" data-original-width="262" height="192" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCypYqvvcLcA58dakG6J8F2_ZMAo4SGhII8aA2ds6xSInNqxsLw8xzs8mtuIWtmsqcDT9eevvPbKnDbz3q-J4B4KLX-WAjnkfne7pFvohJequueBUasfhi3I3YKnH4rKryDf-5gkiLDhTHfXufUqBCCJsvgZcY_WtBwNVp13RSDDWZNDzuJPA3E5BAcFL8/s1600/famosos.jpg" width="262" /></a></div><br /><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Es entonces cuando se escucha primero una vocecita, luego un grito
estridente y acto seguido un llamado de auxilio pidiendo que se respete la vida
privada del reclamante. ¿No es éste el mismo individuo que hasta ayer hizo de su
vida un acto de perpetuo exhibicionismo? Se pregunta con todo derecho el
consumidor de información al que le reste un tanto así de lucidez. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Y le asiste toda la razón: si las viejas fronteras entre vida pública y
privada se desvanecieron a resultas de las acciones del ahora quejumbroso, no
se entiende con qué rasero se pueden medir las dimensiones de la supuesta
invasión. Conceptos como intimidad o privacidad, que las personas solían
defender con todos los recursos a su alcance, hace rato perdieron su antiguo
sentido, más aún cuando la existencia toda se convirtió en espectáculo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Dicho de otra manera, si un sector de la población hizo de la exhibición
del propio ser una codiciada mercancía, mal hace ahora en reclamar porque otro
sector optó por darles un paseo a sus esqueletos en las redes.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">PDT. les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-size: large;">https://www.youtube.com/watch?v=Ry7Tp-dH9x0</span></span></p>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-85793848751468282292023-06-22T14:15:00.001-07:002023-06-22T14:23:53.623-07:00El domingo eterno del barrio Cuba<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEih5KvoSoBluSzJxG4BoOJFhbkehLkRByThNWXupQZd3tinW9MhvdGMAFEmFXe6dpsO7Xka1fz4TAYzWGf2SYY6Bm_FvefkNeWEDX2YkIMD63rHMVK-0ULx9kV5Gbampc69qnzBNmxFOddAvuNj3muyUKc8lz-3skNSkv-kdm71dDH1NVURRoADfQ_C72wS/s277/vieja%20%20Cuba.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="182" data-original-width="277" height="182" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEih5KvoSoBluSzJxG4BoOJFhbkehLkRByThNWXupQZd3tinW9MhvdGMAFEmFXe6dpsO7Xka1fz4TAYzWGf2SYY6Bm_FvefkNeWEDX2YkIMD63rHMVK-0ULx9kV5Gbampc69qnzBNmxFOddAvuNj3muyUKc8lz-3skNSkv-kdm71dDH1NVURRoADfQ_C72wS/s1600/vieja%20%20Cuba.jpg" width="277" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal"><br /></p>
<p class="MsoNormal"><b><i><span lang="ES-CO">Pa´ bravo yo</span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Gildardo Antía
lo recuerda con toda nitidez después de medio siglo: fue en septiembre de 1973.
Había llegado a New Jersey en enero de ese año, atraído por la promesa de una
vida mejor para su familia, una de las primeras que habitaron el barrio Cuba en
Pereira, ciudad perteneciente todavía al Departamento de Caldas. Entonces tenía
veinte años y un montón de ganas de ver mundo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Así que no se lo
pensó dos veces cuando Balmore Garcés, un antiguo compañero de colegio, lo
invitó a viajar a Nueva York, con la seguridad de que ya le tenía trabajo en
una empresa de camiones que distribuía productos agrícolas por todo el Estado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Benjamín Antía y
su mujer, Carlina Toro, sus padres, habían llegado a Pereira, como tantos,
huyendo de la violencia entre liberales y conservadores que ensangrentó los
pueblos del Antiguo Caldas y gran parte de los departamentos del Tolima y Valle
del Cauca.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Fue justo en el
año de 1960. En el mundo corría el entusiasmo por la reciente Revolución
Cubana. Eso explica en parte que entre los fundadores del barrio se encontraran
militantes del Partido Comunista y que para sus asentamientos se escogieran
nombres como Isla de Cuba, Leningrado o La Habana, para no hablar de los
movimientos sociales y sindicales que se han gestado en sus calles.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Mis viejos levantaron un cambuche con esterillas,
techos de zinc y cuanta cosa podían recoger por ahí.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Mejor dicho, a todos nos tocó salir a las
calles de Pereira, que entonces nos parecía lejísimos,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y buscar lo que sobraba en las muchas
construcciones<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que se levantaban en la
ciudad, pues se aproximaba la celebración del primer siglo de su fundación”.<o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO"><br /></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQ4zukCgyKGkggRfJ6qq7L6tRJsheNQwpj1UbF04_hTKZ3Ji8jvfM5boyv46DsbqXBlpcqGYJx1PRM9dxmgYdA409OeewyW0kZ9C88SsGYSTW1zbyG2mhqFz287VZd_K9l8w2TUM3bNFIak24YcwgEjDDDMdBduFDYWa0fF9njtsG-bBLhs_ix72gHBwAZ/s310/Guadalupe%20Zapata.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="163" data-original-width="310" height="163" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQ4zukCgyKGkggRfJ6qq7L6tRJsheNQwpj1UbF04_hTKZ3Ji8jvfM5boyv46DsbqXBlpcqGYJx1PRM9dxmgYdA409OeewyW0kZ9C88SsGYSTW1zbyG2mhqFz287VZd_K9l8w2TUM3bNFIak24YcwgEjDDDMdBduFDYWa0fF9njtsG-bBLhs_ix72gHBwAZ/s1600/Guadalupe%20Zapata.jpg" width="310" /></a></i></div><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> <b><span style="font-size: xx-small;">Guadalupe Zapata<br /></span></b><span lang="ES-CO"><br /></span></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Gildardo tiene
hoy setenta y dos años y recrea esos recuerdos tempranos sentado frente a un
pocillo de café amargo, en un bullicioso lugar situado a un costado de la
plazoleta <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Guadalupe Zapata”</i> en pleno
centro de lo que ya no es un barrio sino una ciudadela con al menos 250.000
habitantes, a la que no paran de llegar familias provenientes de distintos
lugares del país, empujadas por otras violencias o en busca de opciones de
estudio y trabajo para los suyos. El hombre no sabe quién fue Guadalupe Zapata
y me pide información sobre esa mujer negra, cuyo rol en la segunda fundación
de Pereira en 1863 sigue siendo objeto de discusión para historiadores y
cronistas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Usted se podrá imaginar lo que significó para mí
saltar primero del municipio de Balboa a Pereira y luego aterrizar en Nueva
York sin conocer a nadie, salvo a mi amigo Balmore, un aficionado a los tangos
y milongas que cambió de gusto musical cuando descubrió la salsa en las calles
de Nueva Jersey. Esa música nos pegó en el corazón a todos, porque hablaba de
vidas como la nuestra, de luchas en las calles, de amores, de abandonos y de
unas ganas tremendas de algo sin saber exactamente de qué.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Gracias a Dios, el idioma nunca fue problema, porque
todos los vecinos y los trabajadores de la empresa hablábamos español,
incluidos los judíos dueños de la mayoría de negocios. Les tocaba aprender,
porque éramos venezolanos, panameños, mejicanos, dominicanos, centroamericanos,
cubanos, puertorriqueños y, por supuesto, colombianos. Eso fue bueno para la
supervivencia, pero muy malo para otras cosas porque, fíjese usted, uno vivir
cuarenta años en Estados Unidos, sus hijos nacidos allí, tener la nacionalidad
de ese país y no saber hablar inglés y conocer más bien<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>poquito de otras regiones. Si usted me habla,
por ejemplo, de California, me suena igual que si dijera China”.<o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO"><br /></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4Aw3yJIphem8IkCYQaz5CBcNUijP__MEdX6S2Gu6Z70doz0SrUook5fSaSgLn06wePMY5bsy0VCZEqjX6GS4-aHQsvdShcApK7w7C8XVhdZtcGV7hm_FOz6cbtvMXtQdrY1WJOA0LLkUpr6DYmpNP0--kZzkS-7QrmTHOISoNwCW5WbS3VSBRHiN1fP6k/s225/Pa%20bravo%20yo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="225" data-original-width="225" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4Aw3yJIphem8IkCYQaz5CBcNUijP__MEdX6S2Gu6Z70doz0SrUook5fSaSgLn06wePMY5bsy0VCZEqjX6GS4-aHQsvdShcApK7w7C8XVhdZtcGV7hm_FOz6cbtvMXtQdrY1WJOA0LLkUpr6DYmpNP0--kZzkS-7QrmTHOISoNwCW5WbS3VSBRHiN1fP6k/s1600/Pa%20bravo%20yo.jpg" width="225" /></a></i></div><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /><span lang="ES-CO"><br /></span></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">De modo que esta
gente necesitaba de una música para sentirse menos extraña. Dicen que fue así
como nació la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Salsa,</i> una etiqueta
para referirse a ese género resultado de una convergencia de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ritmos caribes de origen africano y español
que acabó por convertirse en la seña de identidad de los latinoamericanos
en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Nueva York.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Gildardo
caminaba en compañía de Leticia, su novia quindiana recién conquistada, con un
par de botas bajo el brazo que pedían reparación. Buscaba la zapatería de
Gabriel Giraldo, un pereirano devoto del<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>equipo de su ciudad desde los tiempos de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Furia Guaraní”</i> y su leyenda forjada en el campo del estadio <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Alberto Mora Mora”,</i> en el sector de
Libaré. Entre la cantidad de avisos de toda clase de negocios vio el letrero,
escrito- cómo no- con letras rojas y amarillas: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“G.G. Shoerepair</i>” y el lema: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“De
Pereira para el mundo”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">El pequeño local estaba lleno de bolsas con
zapatos que esperaban reparación o aguardaban a que sus propietarios los
reclamaran. Las paredes estaban forradas con carteles del Deportivo Pereira,
sacadas del periódico </i>Nuevo Estadio<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> o
de la revista </i>Vea Deportes<i style="mso-bidi-font-style: normal;">. En los
pocos espacios libres se veían fotografías de mujeres desnudas publicadas en el
periódico </i>El Espacio<i style="mso-bidi-font-style: normal;">. Y al final,
junto a la puerta de entrada a las habitaciones del dueño, se encontraba una
colección de discos de vinilo en 33, 45 y 78 revoluciones por minuto apilada
sobre una mesa</i>. Se vende música para coleccionistas<i style="mso-bidi-font-style: normal;">, decía el letrero escrito a mano. Nunca olvidaré el título de ese
disco</i>: Pa´ bravo yo. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El cantante se
llamaba Justo Betancourt. Así se llamaba un compadre de mis viejos en Balboa,
aunque el hombre se firmaba Betancur. Confieso que esa coincidencia me empujó a
comprar el disco, que logré negociar por cinco dólares. </i>Tiene la marca<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> de </i>Fania Records<i style="mso-bidi-font-style: normal;">, me dijo el dueño, como si eso justificara el precio. Me demoré un
tiempo para entender el porqué: ese sello era una garantía de calidad, como los
plátanos de </i>Pueblo Tapao<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> que
repartíamos en los camiones de la empresa”.<o:p></o:p></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjB3EXvK2iV6Pd1-qmii6Fv5gNdTeANWpuAyMOZ2eRZHBXPT0IvyPiKL8Tndq7Vrqvq8s7NVBdG9vPQb8DRoGlFenaO8aWy55j8wWzxzlZ62dv0eU27i3yhqzIcWnZq96Tjz6Kc_W2TD3_YPqGqrzo7XeJtJ5bIh0K7dlVdb-Ed5XLyAHT33M4LV4QRX19/s259/Cubita.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="194" data-original-width="259" height="194" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjB3EXvK2iV6Pd1-qmii6Fv5gNdTeANWpuAyMOZ2eRZHBXPT0IvyPiKL8Tndq7Vrqvq8s7NVBdG9vPQb8DRoGlFenaO8aWy55j8wWzxzlZ62dv0eU27i3yhqzIcWnZq96Tjz6Kc_W2TD3_YPqGqrzo7XeJtJ5bIh0K7dlVdb-Ed5XLyAHT33M4LV4QRX19/s1600/Cubita.jpg" width="259" /></a></div><br /><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">Vestidos de
domingo.<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Como si ese
ritmo fuera la materialización de su propio espíritu, en la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ciudadela Cuba</i> suena salsa por todas
partes. Y aunque también se escuchan nuevos géneros con sus cantantes y
orquestas, reina la vieja salsa canera, la de patio quinto, la de Roberto
Roena, los hermanos Palmieri, Johnny Pacheco, Pete <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“El Conde Rodríguez”,</i> Héctor Lavoe, Rubén Blades, Willie Colón,
Papo Luca y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Gran Combo</i> de Puerto
Rico, junto a cientos de músicos y orquestas que no es posible enumerar
aquí.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Esos ritmos hacen que los
habitantes de la Ciudadela Cuba <i style="mso-bidi-font-style: normal;">(“Los “cubiches”,</i>
como se llaman a sí mismos) habiten una especie de domingo eterno que se
manifiesta en sus vestimentas: sudaderas, bermudas, camisetas coloridas y
chanclas de andar por casa. Es por eso que Gildardo Antía pasa la mayor parte
de su tiempo de jubilado en cafés y billares donde suenan pachangas, sones y
boleros. De hecho, con su bigote bien recortado y su pelo brillante a punta de
gel, se parece a uno de sus músicos tan admirados.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“¿Me cree si le digo que hace tres meses no voy a
Pereira?”, </span></i><span lang="ES-CO">pregunta, y no espera la respuesta<i style="mso-bidi-font-style: normal;">. “ Aquí en Cuba lo tengo todo: el banco
para cobrar la pensión y pagar los servicios; supermercados, restaurantes,
iglesias, droguerías y clínicas, aunque espero no ir nunca por allá. Pero,
sobre todo, tengo los cafés y billares donde me encuentro con los viejos amigos
que también viajaron a Nueva York y con los que se quedaron aquí. Con un
pocillo de café o medio de aguardiente, desbaratamos y arreglamos el mundo;
hablamos de viejos amores, de música y del Pereirita, que al fin quedó campeón
después de tantos años de sufrimiento.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Juntos, evocamos los años sesenta, en los días del kínder de César López
Fretes, cuando armábamos verdaderos paseos desde Cuba hasta Libaré, en el otro
extremo de la ciudad. Eran salidas familiares y de amigos. Madrugábamos a
preparar los fiambres envueltos en hojas y salíamos a eso de las diez de la
mañana, porque todos los partidos eran a las tres y media de la tarde.
Cruzábamos trochas por donde hoy están los sectores de </i>2500 Lotes, Villa
Verde, Samaria, Villa del Prado y El Poblado,<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> que eran puros bosques y potreros. Al llegar a la estación del tren,
en el </i>Parque Olaya Herrera<i style="mso-bidi-font-style: normal;">, subíamos
junto a la carrilera y tomábamos la carrera diez, donde caminábamos un buen
trecho hasta llegar al estadio </i>Mora Mora<i style="mso-bidi-font-style: normal;">.
Como nunca teníamos plata, nos amontonábamos en el barranco, una elevación del
terreno desde donde podíamos ver los partidos. Fueron tardes de dicha o
sufrimiento viendo jugar a Achito Vivas, Isaías Bobadilla, Miguel Escobar,
Gustavo Santa, Antonio Rada, Eusebio Escobar y otros tantos de ese equipo de
1967. Hoy, después de tantos años, recuerdo que esos paseos fueron lo que más
extrañé durante todo el tiempo pasado en Nueva York”.<o:p></o:p></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkhEvMvNBtgR-rFsChZYupLjp6ztUxJizKusu27mfOnJl59PB1qvCJRwRKE3PLt1U7s9_LO9JGgvAPcyZY9_NPGlwQt5lsMqKo89j-vj3qLj9_2_L7Jv1hQCjGuvVJ9V7kXmkC2ziquaHI5QCPHi1VjqS2qsw_0ZNoUImrPB0rwWmEADPPB9R22EpayCmL/s268/Busess%20viejos.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="188" data-original-width="268" height="188" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkhEvMvNBtgR-rFsChZYupLjp6ztUxJizKusu27mfOnJl59PB1qvCJRwRKE3PLt1U7s9_LO9JGgvAPcyZY9_NPGlwQt5lsMqKo89j-vj3qLj9_2_L7Jv1hQCjGuvVJ9V7kXmkC2ziquaHI5QCPHi1VjqS2qsw_0ZNoUImrPB0rwWmEADPPB9R22EpayCmL/s1600/Busess%20viejos.jpg" width="268" /></a></div><br /><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Con el paso del
tiempo, y a resultas de los cambios experimentados en el país y el mundo, miles
de cubiches han encontrado otros destinos en el exterior: Venezuela antes de la
crisis, España, Inglaterra, Japón y Chile. Muchos de ellos son descendientes de
hombres como Gildardo Antía, Balmore Garcés y Gabriel Giraldo. Igual que los abuelos,
algunos de ellos emigrarán un día hacia lugares insospechados. Al fin y al
cabo, llevan el espíritu de la errancia por dentro. Como corresponde, tendrán
otros recuerdos; pero allá muy en el fondo de sí mismos, vibrará ese ritmo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que hizo de su lugar de nacimiento un domingo
eterno.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">PDT. les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada:</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-size: large;">https://www.youtube.com/watch?v=Dk5jdAhHBD0</span></p><p class="MsoNormal"><br /></p>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-6412319454081261162023-06-13T11:18:00.002-07:002023-06-13T11:18:26.110-07:00La Celia, donde las águilas se atreven<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgs92vin6SkqjMiDVFSBDArE9QJ_kxJhFlRLz8hKIYZHuakM3fk1N9BusHuBGeJ5WsPuTNidLzQJgqvmQ8bBKN6w3OwD34BbKQBAE7ws_EcX9yorBb6FshjAwaWf9JXjfBEyMQCqy3QP8K8eoBw5-IqEfSztEG76ua2FuVQO-Gy1i8ioM_DnkZp51DfhQ/s300/PANOR%C3%81MICA%20LA%20CELIA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="200" data-original-width="300" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgs92vin6SkqjMiDVFSBDArE9QJ_kxJhFlRLz8hKIYZHuakM3fk1N9BusHuBGeJ5WsPuTNidLzQJgqvmQ8bBKN6w3OwD34BbKQBAE7ws_EcX9yorBb6FshjAwaWf9JXjfBEyMQCqy3QP8K8eoBw5-IqEfSztEG76ua2FuVQO-Gy1i8ioM_DnkZp51DfhQ/s1600/PANOR%C3%81MICA%20LA%20CELIA.jpg" width="300" /></a></div><br /><p><br /></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO"><br /></span></i></b></p><p class="MsoNormal"><b><i><span lang="ES-CO">Un domingo en
matiné</span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">El escritor
Rigoberto Gil se ve a sí<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mismo, de niño,
hurgando ansioso entre la caja de basura dejada por un empleado a la puerta del
teatro de La<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Celia<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Como si buscara
una moneda de oro, sus dedos escarban entre colillas de cigarrillos- en esos
tiempos se fumaba en los teatros-, pedazos de cartón y papeles estrujados.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Pero su tesoro
es otro: los retazos de celuloide en los que, vistos a contraluz, podía
contemplar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en plena acción a sus héroes
tempranos: Ringo, el pistolero infalible; el durísimo Yul Brynner en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los Siete Magníficos</i> y Santo, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El enmascarado de plata.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Todavía se
estremece cuando evoca el día <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en que se
asomó al abismo de las tetas de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Gina
Lollobrigida agitándose en lo más profundo del escote.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">La película en
cuestión tenía un título imposible de olvidar: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tuya en septiembre.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Rigoberto nació
en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La Celia en 1966.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Las películas serían su primer contacto con
el mundo en ese pueblo apretujado entre montañas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Tres décadas
después, su profesión de maestro lo llevaría por el mundo: México, Argentina,
Estados Unidos, España, Alemania, China.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgghnue7yEiucCyHJqUV5w35ddgf9Jxk6GzXKmEHHCalgiNE_-hOkAOzirEWqXvzP9F4V4n4g3Ws58ThxqhkBpXyXcvIKyMbexwW1fMYInt184zQi0N76tgN9EhFq_x6QSq-djfuUlSlnONcOifDXPL80bJ99QhlPF-nLo1SMAQH7XD9d1O8VpjN6VQrg/s261/pel%C3%ACculas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="193" data-original-width="261" height="193" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgghnue7yEiucCyHJqUV5w35ddgf9Jxk6GzXKmEHHCalgiNE_-hOkAOzirEWqXvzP9F4V4n4g3Ws58ThxqhkBpXyXcvIKyMbexwW1fMYInt184zQi0N76tgN9EhFq_x6QSq-djfuUlSlnONcOifDXPL80bJ99QhlPF-nLo1SMAQH7XD9d1O8VpjN6VQrg/s1600/pel%C3%ACculas.jpg" width="261" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Pero nada
parecido al mundo de ilusión que el cine le brindó en su infancia. De esa
materia estamos hechos los humanos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">En el nido de
las águilas.<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Arrinconada
contra las montañas a la orilla del río <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Monos,</i>
La Celia<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>fue el último<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>territorio en ser poblado por colonos en lo
que hoy es el Departamento de Risaralda. No por casualidad durante mucho tiempo
se dijo que las águilas eran<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>las
únicas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aves capaces de llegar hasta esas
alturas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Un grupo de
familias que pretendían llegar hasta San José del Palmar en busca de tierras
para cultivar se arriesgó a subir la montaña. Se movían atraídas por tres
nombres que les sonaban a promesa: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“La
selva”, “Sabaletas” y “La Celia”.</i> Esas tierras eran propiedad de los
herederos de un colonizador llamado Martín Ortiz Romero. Allí se cultivaba<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>fríjol y maíz, que no solo constituían la
dieta diaria de los campesinos, sino que les servían de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>unidad de cambio en los trueques por<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>manteca, carne y sal.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">La sal que se
producía en las fuentes de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Martinica,
La Rica y San Agustín.</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Corría el año de
1910. Muchos fugitivos de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guerra de
los Mil Días</i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se habían refugiado en
esas cumbres. Con el paso de los años fundaron veredas que bautizaron con
nombres como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Tigre, La Secreta, La
Zelandia, La Playa, El Silencio, El Tambo, Momblan, La Capilla<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>San Carlos </i>y una veintena más.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">En <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El tigre</i> nació Alirio Montoya, un
campesino andariego que un día llegó a Pereira, estudió contabilidad<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en una escuela comercial, trabajó en un
banco, tuvo cuatro hijos con tres mujeres distintas y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un día de 1979 se marchó con un grupo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de aventureros en busca del<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>todavía creíble <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Sueño Americano.</i> Arriesgando<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>el pellejo ingresaron a territorio norteamericano en las proximidades de
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Paso</i>. Allí se dispersaron. Cada
uno siguió su camino y no se volvieron a encontrar hasta noviembre de 2016 en
unas fiestas aniversarias de La Celia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Alirio tiene la
cabeza calva y usa un sombrero aguadeño para protegerse del sol.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>De su cuello pende una cadena de oro con la
estampa de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Virgen de Guadalupe</i>. En
el brazo derecho luce el tatuaje de un<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>pájaro en llamas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Me lo hice cuando estuve prisionero durante dos años
por una pelea que tuve<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con unos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mexicanos que me querían tumbar en un
negocio”, </span></i><span lang="ES-CO">dice, sentado en el banco de un parque en
La Virginia, al<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lado de la estatua de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El caballero Gaucho,</i> el célebre
cantor<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cuya música es casi la banda
sonora de los pueblos de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>esta zona,
hechos de pura tenacidad, desarraigo y nostalgia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Durante el tiempo que viví en San Antonio, Texas, me
hice amigo- o bueno, un poquito más que amigo- de Gloria, una profesora<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nacida en Apía, que se ganaba la vida
cuidando los hijos del ejecutivo de una petrolera. El ex marido de ella había
sido profesor de secundaria en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>casi
todos los municipios de Risaralda y se conocía su historia desde<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la fundación.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Conversando con Gloria<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>conocí mucho más acerca de La Celia de lo que
aprendí durante los seis<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>años de estudio que tuve, pues solo cursé
hasta primero de bachillerato. Hasta me aprendí el himno de La Celia, del que
no había sido capaz de memorizar ni una estrofa.<o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO"><br /></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6KjoA1Lz_98_jWeBbXr5A50vqc6e5RvxlTuSzncPhJ526PPYBl2i2_XcA9jx1l6amG2Slgfp5UM8JqXtjdV-YAQXOXSGemYLkLiOmSFkxRB9BZQD_a80AllxsqQByJaOhFvwtb_cZZeusoE5bjSOP45vMhwkQN0hiFz8chl-dDGWjGLNQHcsVrq8JmA/s300/MULA%20LA%20CELIA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="188" data-original-width="300" height="188" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6KjoA1Lz_98_jWeBbXr5A50vqc6e5RvxlTuSzncPhJ526PPYBl2i2_XcA9jx1l6amG2Slgfp5UM8JqXtjdV-YAQXOXSGemYLkLiOmSFkxRB9BZQD_a80AllxsqQByJaOhFvwtb_cZZeusoE5bjSOP45vMhwkQN0hiFz8chl-dDGWjGLNQHcsVrq8JmA/s1600/MULA%20LA%20CELIA.jpg" width="300" /></a></i></div><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /><span lang="ES-CO"><br /></span></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Supe, por ejemplo, que en 1903 empezaron a llegar los
primeros pobladores, entre los que se contaban Leonorcita<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ruíz, Martín Orozco, Juan de la Rosa
Jaramillo y Félix Gómez, aparte de Teodoro Luaiza y Laureano Loaiza, que no
eran parientes<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>como mucha gente cree:
uno era de apellido Loaiza y el otro Luaiza.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Esas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>personas
se establecieron a la orilla del río Monos y empezaron a tumbar monte para
sembrar los cultivos y poner a criar sus animales. Al mismo tiempo parían hijos
que daba miedo. Fueron<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sus descendientes
los que fundaron veredas y cuando quedaba poca tierra se fueron para<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El Águila, un pueblo que sufrió mucho durante
La<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Violencia de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>liberales y conservadores. Otras familias se
instalaron en San José del Palmar, donde se emplearon como peones o se
convirtieron en pequeños propietarios de tierras que dedicaron a la agricultura
y la ganadería.”<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">El rastro del
conquistador<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Transcurría el
siglo XVI. La<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>embestida conquistadora se
desplegaba de norte a sur y de este a oeste, siguiendo el curso de los ríos o
utilizando los caminos de indios.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A
troche y moche Jorge Robledo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>había abierto paso desde Antioquia
atravesando las tierras de los armas y ansermas, atraído siempre por el señuelo
de las minas y por las grandes<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>fuentes
de sal, tan codiciadas como el oro. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">La leyenda de su
paso por estas tierras todavía alienta en los viejos relatos. Algunos insinúan
que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en busca del río <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Vieja</i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cruzó<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>por un territorio<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>conocido tres
siglos después con el nombre de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Barcelona,</i>
en alusión a una fonda caminera donde<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>los viajeros jugaban a las cartas mientras<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se aprovisionaban de víveres y licor. Según
relatos bastante difusos, los ejércitos de Robledo habrían<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pasado por allí, bajando después a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>fundar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cartago Viejo y Cartago Nuevo,</i> es decir,
la actual Pereira y la actual Cartago<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Pero es solo la
estela de una leyenda.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Lo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cierto es que la fonda <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Barcelona</i> operó como un punto de encuentro de gran vitalidad. Allí
se congregaban campesinos oriundos de Santuario y Balboa, conocida todavía como
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Alto del Rey.</i> Cuentan que en ese
punto se hicieron grandes negocios y se jugaron fortunas a los dados.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Según el relato, más de un aventurero que
buscaba la ruta hacia el Valle y el Chocó dejó sus ahorros de toda la vida en
las mesas de ese lugar que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en el pasado
había tenido<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nombres de por sí
premonitorios: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“El embudo</i>” y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“La Guaca”.<o:p></o:p></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7hLmaM92285eYQjIhmNQhjHkggleWHyCaWwg7bZ9mOV1Arxzt2Ggyav_qg7ieYbeiK_nGHIMryoalgparWuN1Y8srFq6DIYWaA08xQQbSrQrj4Yf8wH8BYMpTEnhH5L7YMHP32Ggs7vfGE_OujViJ8TxRRKLjjLnmqEuk7BizIHAsdof80td2mq5Y5w/s300/LAZO%20LA%20CELIA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="200" data-original-width="300" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7hLmaM92285eYQjIhmNQhjHkggleWHyCaWwg7bZ9mOV1Arxzt2Ggyav_qg7ieYbeiK_nGHIMryoalgparWuN1Y8srFq6DIYWaA08xQQbSrQrj4Yf8wH8BYMpTEnhH5L7YMHP32Ggs7vfGE_OujViJ8TxRRKLjjLnmqEuk7BizIHAsdof80td2mq5Y5w/s1600/LAZO%20LA%20CELIA.jpg" width="300" /></a></div><br /><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">Tras el vuelo de
los pájaros.<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Antes de que el
periodismo deportivo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>acuñara el
apelativo de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">escarabajos</i> para
referirse a esos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ciclistas que arañaban
a puro pedal las cuestas de este país hecho de montañas, los habitantes de La
Celia<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>organizaban carreras de ciclismo
entre su pueblo y El Águila, la localidad del Valle del Cauca colgada sobre la
cresta de la montaña, a mil ochocientos metros sobre el nivel del mar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Los<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>entusiastas participantes recorrían ese tramo
de carreteras sin<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>asfaltar, pedaleando
entre yarumos y cafetales sin más incentivos que el goce de estar vivos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">De vez en
cuando<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>desviaban<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la mirada hacia las cunetas y sus ojos se
topaban con el horror: los cuerpos acribillados a tiros o descuartizados a
machetazo limpio que les formulaban preguntas desde su<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mutismo inapelable.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Y las
preguntas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>siempre han tenido
respuestas, dependiendo de la época.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">En estos riscos
los quimbayas libraron batallas feroces contra bandos enemigos, que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>muchas veces estaban integrados por facciones
de su propio pueblo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">En algunas
crónicas de Jorge Robledo, Pascual de Andagoya y Cieza de León es<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>posible rastrear vestigios de esas batallas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Más tarde, en
una nueva oleada migratoria, llegaron a la zona colonos provenientes de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Valparaíso,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Jardín y Jericó, que sumados<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a
campesinos de Santuario y Apía <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>poblaron
lo que hoy es El Águila.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Muchos pleitos
de tierras<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se dirimieron<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a machete y escopeta. Los cuerpos de las víctimas fueron
abandonados a la vera del camino por donde cruzaron los ciclistas varias
décadas después.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Como un árbol
enfermo que engendra ramas letales, las violencias se<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>reprodujeron en la zona. La de liberales y
conservadores. La<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de los narcos. La de
todos los<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>demás.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Tanto, que el
escritor<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Germán Castro Caicedo cuenta en
su libro<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Colombia<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>amarga</i> como, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>bien entrados los años setenta, se<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>consumaban en<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>La Celia venganzas heredadas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Familias enteras
tuvieron que abandonar el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pueblo sin más
equipaje que el miedo y la ropa que llevaban puesta. Entre esas familias estaba
la de José Gil,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el sastre más reconocido
de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La Celia.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqFkPxie2FMNm3LctFw6VjPDCmupFctVVveJJ2GoAzbrBQ1WebfgtnW_L2S5cNsQIvPXWIx1t7gnGU3Z9v4tssQvxAbMbjHfhjL80hNPrVrx4x14WPIRgy9W-krgwLnSdjh0BGkMpmlLDAVUcLw7TogKVYx5A5599PKMXr_mETLUCtEBvBqPi--03KjQ/s300/VENTANA%20LA%20CELIA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="200" data-original-width="300" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqFkPxie2FMNm3LctFw6VjPDCmupFctVVveJJ2GoAzbrBQ1WebfgtnW_L2S5cNsQIvPXWIx1t7gnGU3Z9v4tssQvxAbMbjHfhjL80hNPrVrx4x14WPIRgy9W-krgwLnSdjh0BGkMpmlLDAVUcLw7TogKVYx5A5599PKMXr_mETLUCtEBvBqPi--03KjQ/s1600/VENTANA%20LA%20CELIA.jpg" width="300" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">El sastre
de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>San Judas<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Se le tiene, mijo”,</span></i><span lang="ES-CO"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>responde José Gil cuando un niño le<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pide<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>un par de baterías para alimentar su juguete recién estrenado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Es un tipo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tranquilo, que cojea a grandes zancadas en
busca del producto solicitado por los clientes de la sastrería, ubicada<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en el barrio San Judas de Dosquebradas- en realidad se llama Barrio Otún-,
ubicado a orillas del río que le dio su nombre original.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Como tantas
familias expulsadas de sus pueblos, levantó su casa en el vecindario y se
consagró a ganarse la vida con lo que mejor sabe hacer: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Confeccionar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>vestidos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sobre medida para damas y caballeros, mijo” </i>declara
en el tono pontificial de quien supo hacer de su trabajo una liturgia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Y sella<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la declaración apurando<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un trago largo de cerveza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">“Bien fría mijo. Bien fría,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para espantar este calor”<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">A lo mejor
rememora viejas noches de bohemia en La<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Celia, a la lumbre de las canciones de<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Olimpo Cárdenas, Julio Jaramillo y Nano Molina, tres sumos sacerdotes de
esa manera tan nuestra de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>convertir el
desarraigo en canciones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Un desplazado
dichoso, piensa uno cuando<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lo ve<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sujetar el metro para tomarle las medidas
de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cadera a una señora muy gorda con
unas nalgas enormes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Igual que lo
hacía en La Celia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">¡Plop!<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Don José es el
papá del escritor<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Rigoberto Gil, el niño
encantado<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por la ilusión del cine que
aparece al comienzo de esta historia. Dicen en la familia que el viejo
José<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se contaba entre los participantes
en las carreras de ciclismo que llevaban de La<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Celia a El Águila.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Si uno no
transita el camino que va del<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>padre al
hijo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>del hijo al padre le resultará imposible entender la impronta de la
violencia que recorre las novelas de Rigoberto Gil. Desde<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
Laberinto de las secretas angustias</i>, una historia en clave poética <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sobre la toma del<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Palacio de Justicia en 1985, hasta<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Perros
de paja</i>, un abordaje en códigos cinematográficos de la marginalidad en San
Judas, pasando por <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¡Plop!,</i> la mirada
que el escritor emprende sobre el drama de los desaparecidos. En todas la
violencia aletea como un presentimiento sobre la vida de los protagonistas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Bueno. No
siempre como un presentimiento. A veces es certeza pura.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSwiY8XlyYCkZ4t7Xyl8nu5rqz7i2J2vsiFUn4YEekH4zE42jS4uIT5FT1XjvxdixB6udCGGGsKaRr6FKCxGOuey5eQ7-HpEviJOi_BG6AUd1EP_MD71MjbDkT_xyO3FIKBwlr_1IqHgCTI0-aeGQ7L5CN_him4uzmcCiWV6v1Nv8K_16gyYvmnBsZ_Q/s259/PLOP.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="194" data-original-width="259" height="194" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSwiY8XlyYCkZ4t7Xyl8nu5rqz7i2J2vsiFUn4YEekH4zE42jS4uIT5FT1XjvxdixB6udCGGGsKaRr6FKCxGOuey5eQ7-HpEviJOi_BG6AUd1EP_MD71MjbDkT_xyO3FIKBwlr_1IqHgCTI0-aeGQ7L5CN_him4uzmcCiWV6v1Nv8K_16gyYvmnBsZ_Q/s1600/PLOP.jpg" width="259" /></a></div><br /><span lang="ES-CO"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">Alirio y la
memoria.<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Alirio se quita
el sombrero aguadeño y le hace una reverencia a la estatua<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
Caballero Gaucho.</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Su calva- la de
Alirio- resplandece bajo al sol de la tarde.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Estimulada por
el calor, su memoria lo devuelve a los días de infancia<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y adolescencia, cuando escapaba con su panda
de amigos a disfrutar de largas caminatas por campos y veredas. Con sus manos
de dedos regordetes, empieza a dibujar imágenes en el aire tibio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-CO">La laguna, Los Chorros,</span></i><span lang="ES-CO">
los remansos de los ríos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Monos</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cañaveral </i>y el parque <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Verdum </i>casi se materializan<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>bajo el conjuro de sus manos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los recuerdos de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>esos sitios<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>me ayudaron a sobrevivir durante los momentos más duros de mi vida en el
exterior. En los tiempos de mi permanencia en prisión cerraba<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los ojos y me dedicaba a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>evocar esos sitios. No sé cómo, pero podía
escuchar el rumor del agua. El canto de los pájaros. El silbar del viento en
los bosques de La Celia. Por eso me hice tatuar este<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pájaro en llamas. El ave, por supuesto, soy
yo. Eso me dijo Gloria una tarde de domingo, sentados en un parque de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>San Antonio”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Después de esa
declaración de principios no cabe una palabra más.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO">Sólo el
silencio.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">PDT. les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">https://www.youtube.com/watch?v=VzAuK5EmeUI</span></p>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-17456307693554895972023-06-02T13:09:00.003-07:002023-06-06T13:51:14.956-07:00Tomás de Aquino y la Inteligencia Artificial<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYIHswATyufzpuz-g3tRng_TLjVoanAtZQG1Q1TYcspIb0YB-Q56-ml78XQVUg7Anie0QaOb00opu2u9CPCsffUEkIzZdjFFPLLTKGu6u9OeIJfoTwz_zIAjZ-C8NmAKmNRCjp_3xNGl7gAQljTycAAaTasNcblelIlfn8DU8-6PhbtV7JBZcVhMXqHw/s290/INTELIGENCIA%20ARTIFICIAL.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="174" data-original-width="290" height="174" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYIHswATyufzpuz-g3tRng_TLjVoanAtZQG1Q1TYcspIb0YB-Q56-ml78XQVUg7Anie0QaOb00opu2u9CPCsffUEkIzZdjFFPLLTKGu6u9OeIJfoTwz_zIAjZ-C8NmAKmNRCjp_3xNGl7gAQljTycAAaTasNcblelIlfn8DU8-6PhbtV7JBZcVhMXqHw/s1600/INTELIGENCIA%20ARTIFICIAL.jpg" width="290" /></a></div><br /><p><br /></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></i></p><p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"> ¿Sueñan los androides
con ovejas eléctricas?<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Philip K.
Dick<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">En las primeras páginas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Suma
Teológica</i> Tomás de Aquino advierte que Dios creó el universo de una vez y
para siempre. De ahí en adelante, éste se encargaría de auto engendrarse y
perfeccionarse como una prueba de los atributos divinos. La metáfora bíblica de
la creación del mundo en siete días apunta en esa dirección.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">De esa sencilla idea después se derivaron discusiones y concilios sobre el
libre albedrío, la predestinación, la índole de la naturaleza angélica y demás
asuntillos a los que son tan proclives obispos y cardenales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">A menudo olvidamos que la teología es una rama de la filosofía, y por eso
mismo un camino hacia el conocimiento, en este caso al conocimiento de Dios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">¿Y a cuento de qué la alusión a santo Tomás planteada en el título de esta
entrada?, se preguntarán ustedes. ¿Cuál es su relación con las máquinas
pensantes, los androides de los que tanto se habla por estos días?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Bueno, para empezar, creo que, por ahora, no deberíamos hablar de máquinas
pensantes sino de máquinas pensadoras, en la medida en que son diseñadas por
una mente humana para desempeñar funciones similares a las del cerebro. Un
programa para jugar ajedrez, los dispositivos para cirugías no invasivas o el
sistema de control electrónico de un automóvil pertenecen a esa categoría.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Por ahora, dije, porque las máquinas serán pensantes cuando adquieran la
autonomía y el discernimiento necesarios para la toma de decisiones frente a
situaciones complejas planteadas por el entorno o por su propio mecanismo de
funcionamiento.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Esa es, nos dicen, la tercera
fase de la Inteligencia Artificial.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Y es ahí cuando afloran desafíos tan caros al devenir de la filosofía, como
la ética, la moral y los valores vistos a la luz del derecho y la religión. Una
de las grandes preocupaciones surge cuando se plantea la pregunta acerca de la
capacidad que tendrán las máquinas para rediseñarse, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>(perfeccionarse , según el teólogo ) y
multiplicarse( auto engendrarse) de manera exponencial.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigo3JAQv0s3UwdzL3Tuq9omm6GkgvLtbaUQZrngCqdVaUQ9TJSql0oW2lVWP3FRECWCKjoz_GRRTxr77yAmJlCKKT56Loih0qbkTM6yBGFiRb0a_FZtXkM-7K8lSt_IqzAPbKy0mEyPXpAnhFrk9hg5S6tscVnt6TeZhf4XEbgBuug7g70NDfFmGQbqQ/s284/TOM%C3%81S%20DE%20AQUINO.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="177" data-original-width="284" height="177" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigo3JAQv0s3UwdzL3Tuq9omm6GkgvLtbaUQZrngCqdVaUQ9TJSql0oW2lVWP3FRECWCKjoz_GRRTxr77yAmJlCKKT56Loih0qbkTM6yBGFiRb0a_FZtXkM-7K8lSt_IqzAPbKy0mEyPXpAnhFrk9hg5S6tscVnt6TeZhf4XEbgBuug7g70NDfFmGQbqQ/s1600/TOM%C3%81S%20DE%20AQUINO.jpg" width="284" /></a></div><br /><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"> <i><b><span style="font-size: xx-small;">Tomás de Aquino</span></b></i></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Si a lo largo de los siglos millones de seres humanos dejaron de creer en
el Dios de los teólogos y lo dejaron atrás para dedicarse a adorar otras cosas,
entre ellas la ciencia y la razón, con las secuelas por todos conocidas, del
mismo modo-<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aseguran-<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en su avance la Inteligencia Artificial nos
dejará atrás a los humanos en mucho menos tiempo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Para probarlo, basta con echarle un vistazo a la velocidad con que se han transformado las cosas después de la Segunda Guerra Mundial, dándole de paso la razón a las
intuiciones de Einstein sobre la relatividad de la relación espacio- tiempo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">¿En qué nos convertiremos cuando las máquinas tomen el mando? Se preguntan
los pensadores más pesimistas, abrumados por la idea de que nos aproximamos sin
remedio a la reedición electrónica de la fábula del <i>Aprendiz de Brujo –</i> ¿Lo
recuerdan en la película de Disney?-, incapaz de controlar las fuerzas que él
mismo desató, seducido por su insensatez?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUiCx2FKfdMm8KMJsauWdBTXg7tYE7urwF_i4l--8WM7_l1mXVqZGuoOe2Uatz9DtSPoQr5dyIcFWn2cj5lBaxcIshw3WXLndwGU4E76BLe0CzboHXqgXMDkSIKQmQUJo7sOW2Ld2xIb_Ak4gI0cTowfPtHgzy182a2lz4w5Wrx8tixCpCqzADakzk9w/s3000/MHEO%20IA.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2401" data-original-width="3000" height="256" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUiCx2FKfdMm8KMJsauWdBTXg7tYE7urwF_i4l--8WM7_l1mXVqZGuoOe2Uatz9DtSPoQr5dyIcFWn2cj5lBaxcIshw3WXLndwGU4E76BLe0CzboHXqgXMDkSIKQmQUJo7sOW2Ld2xIb_Ak4gI0cTowfPtHgzy182a2lz4w5Wrx8tixCpCqzADakzk9w/s320/MHEO%20IA.JPG" width="320" /></a></div><br /><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Si el mundo de hoy está interconectado-insisten- cualquier acto derivado de
la decisión de la Inteligencia Artificial podría generar una reacción en cadena
que afecte los servicios públicos y financieros, los sistemas de salud, el
suministro de alimentos y materias primas, la actividad educativa, la seguridad
misma de los países y los impulsos privados de los individuos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Escuchándolos y leyendo sus artículos, se hace inevitable evocar la
sentencia de un personaje de la película <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Network
</i>(1976) de Sidney Lumet, que citaba a su vez a George Orwell: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“El infierno acaecerá sobre la tierra cuando
todos estén conectados”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">En el otro bando-siempre habrá otro bando- se ubican quienes señalan las
bondades de la Inteligencia Artificial en el campo de la ciencia y la
investigación científica. En la medicina, por ejemplo, se podrán instalar <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nanorobots</i> que recorran el cuerpo humano
en todas las direcciones, reparando cuanto órgano dañado encuentren en el
camino.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Siguiendo esa ruta, nos acercamos cada vez más a la inmortalidad,
sentencian algunos, en los límites de la euforia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Eso de acercarse a la inmortalidad no deja de producir desazón. Porque los
límites de la inmortalidad suelen estar siempre cerca del abismo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjO8fknQfq-qSRsh7R4oMByZ8TOLklKcADubtrmbQX8PHuCFJ8MM_MGuvmjbToDxDvWI_d1dO26ByhEwOBYBA2nd9p7NvEB1rrkUoKFbeluvFS30bA9P6DBJQMW3o3n572AbWDernPbA2ZVqE5BArei_TPsJF4y-fNACUp0z6wXrD8_d9Zqgy9s8fITGg/s299/ANDROIDE.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="299" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjO8fknQfq-qSRsh7R4oMByZ8TOLklKcADubtrmbQX8PHuCFJ8MM_MGuvmjbToDxDvWI_d1dO26ByhEwOBYBA2nd9p7NvEB1rrkUoKFbeluvFS30bA9P6DBJQMW3o3n572AbWDernPbA2ZVqE5BArei_TPsJF4y-fNACUp0z6wXrD8_d9Zqgy9s8fITGg/s1600/ANDROIDE.jpg" width="299" /></a></div><br /><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Es entonces cuando resurgen preguntas incómodas del tipo. ¿Para qué
deseamos la inmortalidad? ¿Para hacer examen de conciencia y cambiar de rumbo o
para seguir arrasándolo todo y a todos a nuestro paso?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">¿Y qué haremos con todo ese tiempo? ¿Volvernos creativos y solidarios o
abandonarnos del todo en los brazos de la industria del entretenimiento, hija
natural del tedio y la consiguiente desesperación del que no sabe qué hacer con
sus excedentes de ratos libres?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">De paso, no olvidemos el perturbador sentido de la palabra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pasatiempo</i> o, peor aún, de la expresión <i style="mso-bidi-font-style: normal;">matar el tiempo.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Por lo pronto, ya que estamos en el plano de las preguntas, no sobra
formular otra: ¿Si la condición de mortales no ha podido aplacar en nosotros la
codicia, la soberbia y el afán de dominación, qué podremos esperar cuando nos
sintamos libres de esas ataduras?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Es de suponer que, más allá de los prodigios de los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nanorobots</i>, en el plano ético no haríamos más que empeorar la
situación… aunque, bueno, en mi remota adolescencia, en una película entonces
futurista de cuyo título no puedo acordarme, un cruce de poeta y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>científico loco diseña un androide capaz de
rigor moral.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">No sé qué fue de él. A lo mejor ande todavía por ahí.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">PDT. Les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">https://www.youtube.com/watch?v=D_8Pma1vHmw</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-8431935255233689712023-05-22T08:48:00.005-07:002023-05-22T08:48:41.072-07:00El caos según Tristram Shandy<p><br /></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXibrkdwT-JeiPOPD6xveu9cfhl1LDSZ9EoPKQ3Q4B5k8Dk5haUKfvhtfyTtkHZ3R42ekxnrHnTpINDbxhE5PGYAeOTlmzpEtMfGE0-OhxS27un0R7RCumerJIL1Y0lLOjh-9Fl0oKvXu3o1lwGembQiSR3t9SrsM2VPniwvg8eZyPbIxk2U-fctaNXg/s321/Narices%20Tristram.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="157" data-original-width="321" height="157" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXibrkdwT-JeiPOPD6xveu9cfhl1LDSZ9EoPKQ3Q4B5k8Dk5haUKfvhtfyTtkHZ3R42ekxnrHnTpINDbxhE5PGYAeOTlmzpEtMfGE0-OhxS27un0R7RCumerJIL1Y0lLOjh-9Fl0oKvXu3o1lwGembQiSR3t9SrsM2VPniwvg8eZyPbIxk2U-fctaNXg/s320/Narices%20Tristram.jpg" width="320" /></a></i></div><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></i><p></p><p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></i></p><p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><b>Caballería
andante</b><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Hacer que el infinito universo
quepa en las páginas de un libro no es una pretensión nueva. Todas las
literaturas en algún momento del camino se han fijado ese propósito, destinado
al fracaso, desde luego: las coordenadas de espacio- tiempo jamás coincidirán
con el ritmo de escritura del autor. Por más vertiginoso que sea ese ritmo, la
última palabra siempre estará una millonésima de segundo más acá de los
acontecimientos, que sólo en apariencia se le antojan contemporáneos al
narrador.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">“La vida y las opiniones del caballero Tristram Shandy”,</span></i><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"> la
novela del clérigo y escritor<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>irlándés
Laurence Sterne (1713-1768), publicada en diez volúmenes a lo largo de ocho
años a partir de 1759, es una de las pruebas más plausibles de esa forma de
desmesura. Tanto, que la mitad de ella se ocupa del tiempo transcurrido desde
el momento de la concepción de Tristram hasta el instante de su alumbramiento.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>De modo que el protagonista aún no ha nacido
y ya vamos por la mitad del libro. No es difícil deducir que el narrador tendrá
que acelerar la marcha si pretende llegar con sus lectores a algún lado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Claro que los más avezados de
éstos no tardan mucho en comprender que se enfrentan al desafío de una obra
genial sin pies ni cabeza. Así que poco importa el lugar adonde los lleve.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">De principio a fin- suponiendo
que existan tales dimensiones en la novela- todo es errático aquí. La noche de
su concepción, cuando el padre está consagrado de lleno a su faena
reproductiva, a la futura madre no se le ocurre nada distinto a preguntarle a
su marido si no olvidó darle cuerda al reloj.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Esta hilarante bofetada a cualquier
posible romanticismo es poca cosa<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>comparada con lo que aguarda a personajes y lectores nueve meses
después. El <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pater familias</i> es uno de
esos hombres que hacen de la superstición una forma de razonamiento. Entre sus
creencias hay dos que se revelan caras al devenir de esta historia. El señor
Shandy está convencido de que la forma y el tamaño de la nariz constituyen una suerte de
heráldica. Además, piensa que en el nombre de pila elegido para un recién
nacido alienta un designio que habrá de guiar sus pasos hasta la hora de la
muerte.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">De niño, Tristram estaba<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>orinando por la ventana de su habitación cuando
le cayó de golpe la guillotina de esa ventana, circuncidándolo sin fórmula de
juicio. Razón de sobra para que el padre empezara confirmar sus premoniciones.
Pero vamos despacio, que el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pequeño
todavía no ha nacido.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Cartografía de la superstición<o:p></o:p></span></i></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></i></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"></i></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjr7LiLPdBXs39o3lQlHy9EQJrmgu8ADbZaIYbWp2qd0dMPzd6mvfB4-gaaIFiwOlLbLUEXHCmH-aDQFyumu-0Nep2ga8SWvac0UXIOfYgn2IvyAr0KOLYmGkHfJjHAes3CMT6Gd-_wRugCTwkXhRStAHKpqF2doSD0VEFY7WQrPjpEODMGsNriyISV6A/s277/Vida%20y%20opiniones.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="277" data-original-width="182" height="277" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjr7LiLPdBXs39o3lQlHy9EQJrmgu8ADbZaIYbWp2qd0dMPzd6mvfB4-gaaIFiwOlLbLUEXHCmH-aDQFyumu-0Nep2ga8SWvac0UXIOfYgn2IvyAr0KOLYmGkHfJjHAes3CMT6Gd-_wRugCTwkXhRStAHKpqF2doSD0VEFY7WQrPjpEODMGsNriyISV6A/s1600/Vida%20y%20opiniones.jpg" width="182" /></a></i></b></div><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></i></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Para esa visión de las cosas una
buena nariz y un nombre atinado serían en sí mismos garantía de una vida
afortunada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Y en este punto empiezan los
desastres, porque justo en el momento del parto, el médico encargado de atender
a la madre hace un uso desmedido del fórceps y estropea la nariz de la apenas
naciente criatura de una vez y para siempre. Como si no bastara con esto, por
un error de pronunciación o de comprensión el nombre inicial elegido,
Trismegisto, es reemplazado por el de Tristram. Mientras el tío Toby, figura
clave en la novela si las hay, lo ve como una seguidilla de pintorescas
coincidencias, para el padre es el anuncio de días tormentosos por venir.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">El contrapunto entre la
cosmovisión de los dos hombres, padre y tío, será fundamental en la formación
del carácter de Tristram. En medio de todos ellos circula una procesión de
sirvientes y colaboradores, cuyos nombres le servirán de santo y seña al niño
en su recorrido: Susannah, Yorick,Obadiah.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">El tío Toby fue herido en la
ingle en el campo de batalla. Desde entonces, lo único digno de su interés es
todo lo relacionado con torres, muros, fortificaciones, fosos, cañones, sitios,
asedios, arietes y ballestas. Todo lo demás es apenas el decorado de fondo, la
anécdota interminable de lo humano. Su sobrino Tristram fue herido en su
orgullo al momento de nacer.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Esas cosas
los hacen cómplices irremediables.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Para defenderse del mundo,
Tristram se ejercitará en una afilada ironía que arroja sobre la humanidad con
la misma vehemencia utilizada por su tío contra las fortalezas de los
castillos. Es por eso que, en un momento temprano de la novela, le rinde el
siguiente tributo:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">“Aquí –(aunque por qué aquí- más que en ninguna otra parte de mi historia-
es algo que no soy capaz de explicar; -pero es aquí)- el corazón me ordena
detenerme para rendirte de una vez por todas a ti, querido tío Toby, el tributo
que te debo por tu infinita bondad.- Permíteme que aquí aparte la silla de un
empellón y me ponga de rodillas en el suelo para verter los más cálidos
sentimientos de amor por ti y de veneración por las excelencias de tu carácter
que jamás hayan encendido la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>virtud y la
naturaleza en el pecho de un sobrino.- ¡La paz y el solaz descansen eternamente
sobre tu cabeza!- Nunca envidiaste el bienestar de nadie,-de nadie atacaste las
opiniones.- Nunca oscureciste la reputación de nadie,- a nadie quitaste el pan.
Nuevamente, al paso, con el fiel Trim detrás de ti, cabalgaste alrededor del
pequeño círculo de tus placeres, sin a nadie atropellar en tu marcha;- siempre
tuviste una lágrima para las desgracias de los demás,- siempre tuviste un
chelín para las necesidades de los demás.”<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">En contravía del sencillo talante
de su hermano, el padre de Tristram siempre anda a la caza de alguna teoría
para explicarse el mundo y explicárselo a los demás.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Así, en el caso de las citadas alusiones a la
nariz- expresión por lo demás plagada de connotaciones sexuales- apela al cuasi
cómico tratado de un tal Slawkenbergius, que en uno de sus apartes (en realidad
es un cuento) dice así:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">“-¡Válgame Dios!- ¡Qué nariz! Es tan larga, dijo la mujer del trompetista,
como una trompeta. La abadesa, la priora y la deana, con la imaginación y el
cuerpo excitados por las detalladas descripciones sobre la nariz del extranjero
que pasó por Estrasburgo rumbo a Franckfurt tejerían su propia<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>urdimbre de pensamientos.”<o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmq_k00HUEPtXQtCb-fMn3pV-USEL6vRV57mvYNikHOTzDWSszDUTas_M8wATAVKAaS8kbXob10NRdBe__0kUg45FDtQugDR6zpSs-APkmX_UtI7bdgVvJ_1cuHL8ker5MRXp6pk-nQq9GpnZOPhY15PRgSzwNQULin2HEVuu7XZMmVJ8wqRtdrPMRxg/s1390/PARTO%20%20%20%20%20%20TRISTRAM.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1390" data-original-width="764" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmq_k00HUEPtXQtCb-fMn3pV-USEL6vRV57mvYNikHOTzDWSszDUTas_M8wATAVKAaS8kbXob10NRdBe__0kUg45FDtQugDR6zpSs-APkmX_UtI7bdgVvJ_1cuHL8ker5MRXp6pk-nQq9GpnZOPhY15PRgSzwNQULin2HEVuu7XZMmVJ8wqRtdrPMRxg/s320/PARTO%20%20%20%20%20%20TRISTRAM.jpg" width="176" /></a></i></div><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">La estirpe de las parcas<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Es la misma urdimbre de
sensaciones y pensamientos que asaltan al narrador a cada paso. La imagen
mítica de las mujeres que tejen y destejen el destino de los humanos puede ser
la que más se aproxima a la esencia del libro de Sterne. Si tuviéramos que
condensarlo en una frase podríamos decir que el Tristram Shandy es un intento
afortunado de aprehender el caos, entendido como la sustancia proteica con la
que se amasa todo lo humano. De ahí sus permanentes saltos en el espacio y en
el tiempo. Para ilustración,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en la página
633<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nos encontramos con esta
advertencia:<br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">“ Una vaca penetró ( mañana por la mañana) en las fortificaciones de mi tío
Toby y se comió dos raciones y media de hierba seca, y, al hacerlo, arrancó el
césped que cubría su hornabeque y su camino cubierto”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">¿Penetró mañana por la mañana? ¿Habrase
visto tamaño irrespeto por la sintaxis y el ordenamiento lógico de la
temporalidad?.Cuentan algunos biógrafos de Sterne que los críticos “
serios”<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tronaron de indignación cuando
leyeron la frase y unos cuantos centenares de índole parecida, que se les
antojaban un atropello a las buenas maneras literarias. Eso para no hablar de
su guiños irónicos a Descartes, a Lutero, a Locke y a su admirado Erasmus. Si
eso hacía con grandes espíritus, ya podrán imaginar ustedes la suerte que
corría en su pluma toda una legión de juristas, doctos, letrados, obispos y
críticos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Estos últimos le merecen una
descarga especial de acidez. Va una muestra:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">“Todos ellos van tan peripuestos, tan emperifollados y tan </span></i><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">enfetichados<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> con los abalorios y chucherías de la
crítica.- o ( para dejarnos de metáforas, lo cual, por cierto, es una lástima-
habida cuenta de que esta mía la conseguí nada menos que en las costas de
Guinea- digamos que tienen la cabeza tan infestada de reglas y compases, y que
está tan obstinada y perpetuamente dispuestos a aplicarlos en todas las
ocasiones, que a una obra genial más le valdría irse al diablo de una vez por
todas que tratar de mantener valerosamente el tipo hasta que ellos, a fuerza de
pinchazos y demás tormentos, le dieran muerte”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">En efecto, eso hizo un sector de
la crítica con la novela de Laurence Sterne: someterla a tormentos y pinchazos antes
de darle muerte… sin leerla. Esa es una de sus prácticas más socorridas. A modo
de antídoto, como todos los genios del humor, Tristram<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Shandy- y Sterne con él- se burla de sí
mismo: de su nariz aplastada, de su nombre y de la suma de calamidades que su
padre<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>creía encontrar a cada paso.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Mientras sus detractores señalaban
las para ellos abrumadoras digresiones, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>las citas de eruditos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>reales y apócrifos, salpicadas de caprichosos
guiones intercalados aquí<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y allá, la
novela<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se internaba en una especie<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de saludable olvido que se convirtió en
garante de su perdurabilidad. Cuando algunos lo daban por muerto y pasaron a
ocuparse de asuntos que consideraban más sustanciosos, Tristram Shandy volvió
al camino con la tenacidad de un caballero andante- no por casualidad la novela
abunda en citas al Quijote cervantino- con su armadura de humor negro que lo
acerca a Rabelais, a Swift y al mejor Moliere.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVKbkieqoU1zSCcFPkl3iF9C6HBppMRbl7IpDZM_I-iVn9XgA6yKu0B-K8bqQrGz2hWPWFJ6nTz3y0VVXgG5EDS-rKaM4i1A_a6i9DtkYzBNsH-7CTYEK7a4crFbokzxHp1jggqIeWt4tGPaobXyJceBCUMVMRF-dkCuLQVkUueMCPps-f8dbegGQYQA/s279/England%20Siglo%20XVIII.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="180" data-original-width="279" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVKbkieqoU1zSCcFPkl3iF9C6HBppMRbl7IpDZM_I-iVn9XgA6yKu0B-K8bqQrGz2hWPWFJ6nTz3y0VVXgG5EDS-rKaM4i1A_a6i9DtkYzBNsH-7CTYEK7a4crFbokzxHp1jggqIeWt4tGPaobXyJceBCUMVMRF-dkCuLQVkUueMCPps-f8dbegGQYQA/s1600/England%20Siglo%20XVIII.jpg" width="279" /></a></div><br /><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Las formas del juego<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Al igual que el Quijote, Tristram
Shandy es una<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>novela de encrucijadas que
a menudo rondan el disparate, pero un disparate<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>pleno de sentidos, como esos caminos que se<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>bifurcan en otros caminos que a su vez se
bifurcan y así hasta lo infinito, en uno de esos juegos que tanto le gustaban a
Borges.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">A menudo, la expresión <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“juego de palabras”</i> se utiliza con un
tono descalificador. Como si fuera fácil jugar con las palabras, desvelar su
multiplicidad de sentidos que se abren al mundo, al tiempo que vuelven sobre si
mismos en forma de revelación, de conocimiento, de comprensión del universo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">En ese juego reside la
fascinación que producen en los lectores las grandes obras una y otra vez.
Porque si toda palabra es metáfora, una obra literaria lo es en grado sumo.
Cada vez que volvemos a ella descubrimos otras cosas. El tiempo y el espacio se
despliegan ante nosotros con todos sus misterios. En poesía, ni el tiempo es
lineal ni el espacio tiene sólo tres dimensiones. Eso explica que, ante el
señalamiento de que es objeto un muchacho por parte de su padre, quien lo acusa
de tener sexo con su abuela, éste pueda responder sin titubeos:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">“- Vos, señor- le dijo el muchacho, os acostasteis con mi madre- ¿Por qué
no habría yo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de hacer lo propio con<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la vuestra?”<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Como ven, igual que el espacio y
el tiempo, la literatura tiene muchas aristas, a veces ocultas y en otras visibles.
Esas múltiples dimensiones le permiten al narrador hablar de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“un enano que consigo llevaba una regla para
medirse a sí mismo”</i> o aventurar un tratado sobre los ojales y las doncellas,
para finalmente gritarnos en la cara:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">“¡Qué bien argumentamos sobre los hechos erróneos!”<o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9wiRh2d1n0AIP8xWHjxI48Uu6wt8aLRR1bwZyPA9QwyuW-vlqJbXr5I_MFwnty15lQIW2DkmChpTgf2Cw5XJa5Mn_bg61-x_RYZMtnH916lbWBRXqCfseONtW1IS4uRbdXOQSuDJdgZLYho4Scuzwuyv968-aI3d7Ceaz64OxbURrPMgQq4q1gl_CyA/s252/tristram.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="200" data-original-width="252" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9wiRh2d1n0AIP8xWHjxI48Uu6wt8aLRR1bwZyPA9QwyuW-vlqJbXr5I_MFwnty15lQIW2DkmChpTgf2Cw5XJa5Mn_bg61-x_RYZMtnH916lbWBRXqCfseONtW1IS4uRbdXOQSuDJdgZLYho4Scuzwuyv968-aI3d7Ceaz64OxbURrPMgQq4q1gl_CyA/s1600/tristram.jpg" width="252" /></a></i></div><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Tratado de los tratados<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">En su sentido más amplio, un
tratado tiene la intención, manifiesta o velada, de abarcarlo todo. O al menos
todo lo concerniente a una determinada disciplina.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A su modo, el narrador de Tristram Shandy se
plantea el propósito de ofrecernos un tratado, una summa sobre lo divino y lo
humano. Para conseguirlo a veces se aproxima a Montaigne, otras a Cervantes y,
la mayor de las veces al habla de la gente de la calle, que ha sido siempre la
gran fuente de sabiduría, como lo supieron desde el principio los grandes
poetas de Homero a Shakespeare. Por eso a través de sus páginas podemos pasar
de hilarantes situaciones que desnudan el talante absurdo de toda vida a hondas
reflexiones como las que invaden al señor Shandy tras la muerte de su hijo Bobby:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">“¿Qué es la vida humana? ¿No es acaso un continuo vaivén de un lado a otro?
¿De un pesar a otro? - ¿No consiste acaso en ir clausurando dolores- Para
inaugurar otros al siguiente instante?”<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Estamos aquí ante el Sterne poeta
que vierte lágrimas ante el infortunio de uno de sus personajes. En esa
reflexión, que es un tópico de la poesía y la filosofía de todos los tiempos,
alienta el tono de los grandes trágicos griegos y latinos, al lado de las meditaciones
de san Agustín, y sus especiales formas de piadosa ironía: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Señor, concédeme castidad, continencia, pero no lo hagas todavía”</i>,
implora el de Hipona, pidiendo en realidad licencia para seguir pecando. Algo
de esa peculiar forma de la piedad atraviesa de principio a fin las páginas de
Tristram<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Shandy, en una particular
manera de ver el mundo que el narrador califica como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“ estar tristramizado”.</i> Están tristramizados, por ejemplo, los
protagonistas de la contienda entre naricistas y antinaricistas desatada en el
mencionado capítulo sobre el tamaño de la nariz y que lleva a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un testigo a exclamar: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“¡- No es esta la primera- me temo y tampoco será la última fortaleza
que se gana o se pierde por una cuestión de NARICES!”.</i> Y está
tristramizado, desde luego, su propio padre, cuando emprende la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>escritura de una obra magna titulada <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tristra-paedia,</i> destinada a orientar
cada uno de los pasos en la vida de su hijo, trastocada de entrada por el
designio de las estrellas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">A esta altura del camino está
claro para todos que la palabra nariz alude en realidad al órgano sexual
masculino y la fortaleza que cae es la castidad femenina, tan promocionada por
los varones. Estar tristramizados equivale entonces a habitar la paradoja, la
contradicción y, sobre todo, la lucidez que nos arroja desnudos ante un cúmulo
de certezas sin apelación, como ésta relacionada con el sueño:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">“El sueño es el refugio de los desventurados, - la liberación del preso,-
el mullido<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>regazo del desesperado, del
que está cansado de vivir y del que tiene el corazón destrozado”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Por eso, piensa el lector, para
el que no puede dormir se abren de par en par las puertas <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del infierno ¿O acaso no es lo mismo que
afirman los teólogos sobre el infierno como la incapacidad de amar o de ver a
Dios?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Como estamos ante un libro cuyo
objetivo es abarcar el mundo y más allá, no todo aquí es cuestión de ojales y
narices. Con motivo de la disputa oratoria suscitada por la muerte de Bobby, el
hermano de Tristram , surge esta parábola construida a partir de la caída del
sombrero de Trim, ayudante del tío Toby:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">“ Bien.-Diez mil, y también diez mil veces diez mil maneras ( pues la
materia y el movimiento son infinitos) hay de dejar caer un sombrero al suelo
sin que el hecho produzca el menor efecto.-Si Trim lo hubiera tirado, o
arrojado, o lanzado, o hecho volar, o jeringado o dejado resbalar o deslizarse
en cualquier posible dirección de las que existen bajo la faz del cielo,-o con
la mejor dirección que pudiera haber dado,- si lo hubiera dejado caer como un
ganso,-o como un pavo real,- o como un burro,- o si mientras lo hacía ( o
incluso después de haberlo hecho) hubiera parecido un idiota,-o un zote,-o un
pedante,- o un mentecato,-el gesto habría fracasado y el efecto producido en
los corazones de los presentes se habría perdido”. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Bueno, no sobra advertir que,
según el narrador, el ayudante del tío Toby acostumbraba pensar más con el
sombrero que con la cabeza.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_AMUM370U49jPsFzRS8qQ-O-2bL9_mt4fs1hilYeXfHicAiofnFG85o6GtLRUMzCzMvDzFIlCN49J1zVs6H9RJVPiIx8PV2VXqzpyzg0QnAzBON0rxKqKqrVliEejRtyvdQINdJpvvmJvl0flshzCFEuST9rpViNhwwLK3x9gUohos4o_78e8QVu-5A/s277/descarga.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="277" data-original-width="182" height="277" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_AMUM370U49jPsFzRS8qQ-O-2bL9_mt4fs1hilYeXfHicAiofnFG85o6GtLRUMzCzMvDzFIlCN49J1zVs6H9RJVPiIx8PV2VXqzpyzg0QnAzBON0rxKqKqrVliEejRtyvdQINdJpvvmJvl0flshzCFEuST9rpViNhwwLK3x9gUohos4o_78e8QVu-5A/s1600/descarga.jpg" width="182" /></a></div><br /><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">A propósito de esto último, uno
de los críticos fustigados por Tristram Shandy, sentenció alguna vez que la
novela era un enorme disparate, un malentendido dirigido a despilfarrar papel.
Otro, escribió que se trataba de una historia absurda que a la primera página
se perdía en el caos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Creían ser peyorativos, aunque de
otra manera habían dado en el blanco: igual que la vida, Tristram Shandy es un
disparate genial, un colosal malentendido y una forma de narrar el caos de la
existencia que sólo pueden lograr los grandes espìritus.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>De otra manera, y sin proponérselo, los
detractores de la novela favorita del escritor español Javier Marías( traductor
de la edición que citamos), esta vez<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>tenían la razón.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Pero hablamos de un caos
ordenado, eso sí. Tan ordenado, que ante la belleza perfecta de una muchacha
perfilada con el pasaje de fondo, Tristram no puede menos que exclamar, en un
tono que le sirve de colofón a su historia:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">“-¡Justo dueño de nuestras penas y alegrías!, grité, ¿por qué razón no
puede uno tomar asiento aquí, en el regazo de la dicha,- y bailar, y cantar, y
rezar sus oraciones, e ir al cielo en compañía de esta doncella avellanada?”<o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 18.6667px;">PDT. les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-size: large;">https://www.youtube.com/watch?v=YkQzq5fOEK4</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="line-height: 107%;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="line-height: 107%;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 14.4pt; mso-para-margin-bottom: 1.2gd; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: 22.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Palatino Linotype"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 14.4pt; mso-para-margin-bottom: 1.2gd; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: 22.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Palatino Linotype"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 14.4pt; margin-left: 45.75pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-para-margin-bottom: 1.2gd; mso-para-margin-left: 45.75pt; mso-para-margin-right: 0cm; mso-para-margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: 22.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Palatino Linotype"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 14.4pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; mso-para-margin-bottom: 1.2gd; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: 22.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Palatino Linotype"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-67563068921185691032023-05-09T07:10:00.001-07:002023-05-09T07:38:11.119-07:00Al filo de los ismos<p><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgM_uem9WCRz9U3XBesmxHgaMw-CfzMcOlUAWodwKcgLXRP1qCfKXjXtsxBkE6_O2HoxX_3QX0wfFUxAP6qFgReH0J_68WPgb1EPrOdJoLv2oh0hy8OWvky10lLPNYRR0EyVUmb1-Plc3deFy2uL82R9fPggOfiR17tJhz4DchJO-NZ9SLmyw6BzvdBw/s349/Correcci%C3%B3n%20pol%C3%ADtica.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="144" data-original-width="349" height="132" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgM_uem9WCRz9U3XBesmxHgaMw-CfzMcOlUAWodwKcgLXRP1qCfKXjXtsxBkE6_O2HoxX_3QX0wfFUxAP6qFgReH0J_68WPgb1EPrOdJoLv2oh0hy8OWvky10lLPNYRR0EyVUmb1-Plc3deFy2uL82R9fPggOfiR17tJhz4DchJO-NZ9SLmyw6BzvdBw/s320/Correcci%C3%B3n%20pol%C3%ADtica.jpg" width="320" /></a></div><br /><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">En una animada conversación con regusto a café amargo, surgió de nuevo la inquietud
por los riesgos que implica el activismo en los medios de comunicación en
tiempos de corrección política,
glorificación de las víctimas, cacería de brujas y cruzadas de todo tipo a favor o en contra de algo.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">En suma, concluimos que un periodista activista no sólo tiene aire a cacofonía
sino que, a menudo, es un peligro público.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Y es que desde hace rato vivimos, como quien dice, al filo de los ismos.
Desde que las grandes ideologías pasaron a mejor vida y las religiones
trascendentes fueron reducidas a la condición de manuales de autoayuda, no han
cesado de multiplicarse por todo el planeta pequeñas sectas impulsadas por la
defensa de una causa, noble o no.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Animalistas, ambientalistas, proabortistas o anti abortistas, feministas,
neocomunistas, neofascistas, toda una legión de activistas recorre las calles
en una y otra dirección con sus carteles y consignas a menudo gastadas o
incomprensibles.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Todos ellos están hermanados por un factor común: el fundamentalismo. Es
decir, el ismo supremo, la ortodoxia en estado puro; la convicción de que se es
poseedor, no de una verdad sino de La Verdad, así con mayúsculas.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y bien sabemos que quien se cree poseedor de
La Verdad vive siempre a punto de emprender una cruzada cuyo único propósito es
mandar a la hoguera a herejes y apóstatas. El problema reside en que, cada vez
con mayor frecuencia, las hogueras y los patíbulos se trasladan de las plazas
públicas a las redes sociales, con su conocida capacidad de multiplicación.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcyJdAOalyeDKq1aC1XoN3kCjA_DPV5JeMtVmzsrbmOeeg7ewMqRYalvqVjEBjdnx5ZHSmEdisbSfBkOh7PHHMtMcG27RC5d_sfZ_EuT5L7ddPWRYYaLYvmcOYTcJi3A8P1ZO-q6gS50MfRTFc-2Bst30eaPruIYDqTjO7hW7hGj8BsRaCzFlorp76BQ/s259/Torero%20asesino.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="194" data-original-width="259" height="194" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcyJdAOalyeDKq1aC1XoN3kCjA_DPV5JeMtVmzsrbmOeeg7ewMqRYalvqVjEBjdnx5ZHSmEdisbSfBkOh7PHHMtMcG27RC5d_sfZ_EuT5L7ddPWRYYaLYvmcOYTcJi3A8P1ZO-q6gS50MfRTFc-2Bst30eaPruIYDqTjO7hW7hGj8BsRaCzFlorp76BQ/s1600/Torero%20asesino.jpg" width="259" /></a></div><br /><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Si bien en todo medio de comunicación subyace una declaración de principios
sustentada en un conjunto de concepciones del mundo, salvo extremos como el
comunismo, el fascismo o el nazismo, su accionar se soporta en el respeto por
la pluralidad de opiniones y la diversidad de maneras<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de ser y obrar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Pero de un tiempo para acá el panorama empezó a oscurecerse. En un intento
de limpiar el alma<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>colectiva de las
viejas culpas coloniales, con su<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>saga de
atrocidades ancladas en el racismo y la expoliación, las democracias
occidentales engendraron el lenguaje hipócrita de la corrección política para
hacerse a la idea de que los males del mundo habían desaparecido por obra y
gracia de la pirotécnica verbal.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Fue así como un día las putas desaparecieron de las calles para ser
reemplazadas por las” Trabajadoras sexuales”, los indigentes se convirtieron en
“habitantes de calle” sin que cambiara un ápice<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>su situación; los negros dejaron de serlo y fueron confinados en una
tierra de nadie donde reina el prefijo “afro”<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> ;</i>los viejos rejuvenecieron y fueron despachados a una suerte de
País del Nunca Jamás donde se utilizan expresiones tan patéticas como “Edad
Dorada” para referirse<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a quienes, sin
estridencias,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ya emprendimos el tránsito
hacia el ineludible reino de la muerte.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Ese fue el germen de la asepsia del lenguaje que anidó en los medios de
comunicación y muy pronto se trasladó al lenguaje político, dando paso a todo
un diccionario de eufemismos donde tienen cabida absurdos como ese de llamar “falso
positivo" a un asesinato o “retención “ a un secuestro a secas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Desde luego, los consumidores de información no tardaron en hacer suya esa
forma de velar la realidad y despojarla por lo tanto de toda su sustancia.
Sustancia: la esencia de los seres y las cosas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">En esas aguas navegan los activismos habidos y por haber, estimulados por
editorialistas, columnistas de opinión, reporteros, presentadores, cronistas y
dueños de medios de comunicación. Hace poco hablé con un muchacho convencido
hasta los tuétanos de que un “ habitante de calle” no es un ser humano
arrinconado por la miseria, las heridas que propina<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la vida y por el asedio de sus propios
demonios, sino una suerte de excéntrico que un día decidió irse a vivir bajo
las estrellas en comunión con los elementos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiA691G92zbxA9o-9nTNPADr0ibSXgrnE_0BXo0ptEEMua4Cg2X7eXsRX3srAIo8WtgUoVv62x7YOpXXuvU_Dy9TRfhorsdUxOA9OFPFpPRiKJgWmynjlx0xdywCQrzSdxxC-MilpHtub_HiSTs4t2TF0TtApcaRnsIigMbbqIsdDvQN9zGmCtniluOlQ/s274/Indigente.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="184" data-original-width="274" height="184" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiA691G92zbxA9o-9nTNPADr0ibSXgrnE_0BXo0ptEEMua4Cg2X7eXsRX3srAIo8WtgUoVv62x7YOpXXuvU_Dy9TRfhorsdUxOA9OFPFpPRiKJgWmynjlx0xdywCQrzSdxxC-MilpHtub_HiSTs4t2TF0TtApcaRnsIigMbbqIsdDvQN9zGmCtniluOlQ/s1600/Indigente.jpg" width="274" /></a></div><br /><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Con seguridad, ustedes ya se fijaron en un detalle: desde hace al menos una
década los premios artísticos y culturales, creados en principio para reconocer
y estimular el talento, son otorgados a películas, libros, documentales,
canciones y relatos que se ocupan de las causas consideradas “ nobles”. Es
decir, la creación pasó a un segundo plano: ahora se reconocen las buenas
intenciones y ya sabemos que con ellas está empedrado el camino a los infiernos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Al caer la tarde, un profesor de sociología, atraído por el aroma del café,
solicitó licencia para unirse a la conversación. No tardó en montar en cólera cuando
se enteró acerca de qué versaba el asunto. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿Acaso
no entienden que esos activismos son el síntoma de la buena salud de una
democracia?</i> Exclamó mientras arrojaba en todas direcciones el aliento de
muchos cigarrillos ¿ <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Quién reivindicaría
entonces los derechos de los excluidos?</i> Continuó en un tono que empezó a
parecerme leninista, no sé bien.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Y si: en principio pudo ser así. Pero la mayoría de esos discursos no tardó
en adquirir un tono agresivo y descalificador. Se percibe en la retórica de los
feminismos de línea dura que claman por llevar a los patriarcas al paredón sin
fórmula de juicio, tanto como en la actitud de esos muchachos de mirada
alucinada que, apostados a la salida de las plazas de toros, amenazan con
cortarles los cojones a los toreros y dar con ellos la vuelta al ruedo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Viéndolos, uno no puede menos de pensar que así empezaron muchas formas de
exterminio, real o simbólico: con la redacción de un catecismo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>biempensante<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>en las páginas de un periódico o en la sección editorial de un
noticiero. Por ese camino, de a poco, nos descubrimos un día arrinconados al
filo de los ismos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">PDT. les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada:</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-size: large;">https://www.youtube.com/watch?v=u1ZoHfJZACA</span></span></p>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-15298216913063699352023-04-24T14:16:00.004-07:002023-04-24T14:46:17.578-07:00Cicerón o las miserias del poder<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgedF2WYjhnXdCOaaOE6dkRKPleI_v-3cGkrMSptlOVhXAyMdA530-_MHA3Z3Ny4Quo8aoLAgIbkxo-EWbUFqAaTaNHtYim2FIOvV7M84WU1_7Q9kqVUu7FMBJjT1-61ogn4-wZK7tF5K-KD0O3zN2xjG4KC6z21U5QqVXpXCGuNOCLUdLxOudFj9R-NA/s299/CICER%C3%93N.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="299" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgedF2WYjhnXdCOaaOE6dkRKPleI_v-3cGkrMSptlOVhXAyMdA530-_MHA3Z3Ny4Quo8aoLAgIbkxo-EWbUFqAaTaNHtYim2FIOvV7M84WU1_7Q9kqVUu7FMBJjT1-61ogn4-wZK7tF5K-KD0O3zN2xjG4KC6z21U5QqVXpXCGuNOCLUdLxOudFj9R-NA/s1600/CICER%C3%93N.jpg" width="299" /></a></div><br /><p class="MsoNormal"><br /></p>
<p class="MsoNormal"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Es curioso, a pesar de que las situaciones acaban por repetirse, en el
mundo de las pugnas por el poder la gente se prepara para todo:<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el ascenso, las intrigas, las traiciones, las
disputas, los premios y castigos, menos para lo más obvio: la caída. Es como si
aceptar esta verdad ineludible los distrajera de su propósito y obstaculizara
la llegada a la cima.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">La saga de los grandes imperios y la de los hombres que ayudaron a forjarlos
abunda en ese tipo de parábolas. Ambición, ascenso y desplome configuran de
hecho una figura geométrica que resume el sentido de la Historia, en caso de
que tenga alguno.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">En ese recorrido queda una estela de sangre y devastación que, con todo, no
impide la irrupción <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de memorables formas
de grandeza. En ambos casos, se convierten en lecciones para las generaciones
venideras.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">La vida de Marco Tulio Cicerón, el político, estadista, jurista, filósofo,
escritor y orador romano, es un buen ejemplo de ello. Nacido en Arpino el 3 de
enero de 106 a.C y muerto el 7 de diciembre de 43 d.C en Formia, es reconocido
como el gran maestro de la retórica y uno de los más refinados cultores del
estilo en lengua latina. Por lo demás, su vida y su obra fueron un puente entre
los componentes filosóficos y políticos de la civilización griega y los
fundamentos de la cultura latina, responsables del fortalecimiento de
instituciones que, dos mil años después, siguen siendo la base de las
sociedades occidentales: el senado, la división de poderes, las elecciones y el
derecho romano.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">En el tránsito de su vida pública Cicerón fue testigo y protagonista de
momentos clave en la historia del Imperio Romano, que lo llevaron a <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>contemporizar a veces y en otras a enfrascarse
en feroces disputas con personajes de tanta trascendencia en la vida pública de
Roma como Julio César, Pompeyo, Casio y Octaviano. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">El nacimiento de una obsesión<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">El escritor británico Robert Harris, experto en historia de la antigua
Roma, es el autor de una trilogía de novelas que gravitan alrededor del
ascenso, consolidación y caída de Marco Tulio<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Cicerón durante uno de los periodos más turbulentos del imperio, cuando
la democracia y la institucionalidad, es decir, la esencia misma del Derecho
Romano, se vieron en principio amenazadas y finalmente destruidas por una
convergencia de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ambiciones que acabaron
por arrasar a sus propios protagonistas. La madeja de las novelas es tejida por
la voz de Tiro, un hombre que, más que un esclavo, fue secretario, confidente y
amigo íntimo del protagonista, un político que edificó todo su poder alrededor de
la elocuencia. El mismo Tiro nos confiesa que la dimensión del torrente verbal
de su señor lo obligó a inventar una forma de escritura que con el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>paso del tiempo se conoció con el nombre de
taquigrafía.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHNIDF8Zbx46iy6OIl8bFjYiJYA1HK5EcxpmoT7kvu0rsibJ9U99air966x5w2Dh4aK-VRYsjDXU-8kRMd4lxdmf3BpQ2CPMPUNILwv9ZPAc6Hxqi4ObRLT47v1cN21PakCifwcEqGlfkqNRi6IkGOJxqZj4MJsFRng2x6pz6b4mtBKb0udCPFD7yNiA/s276/IMPERIUM.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="276" data-original-width="182" height="276" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHNIDF8Zbx46iy6OIl8bFjYiJYA1HK5EcxpmoT7kvu0rsibJ9U99air966x5w2Dh4aK-VRYsjDXU-8kRMd4lxdmf3BpQ2CPMPUNILwv9ZPAc6Hxqi4ObRLT47v1cN21PakCifwcEqGlfkqNRi6IkGOJxqZj4MJsFRng2x6pz6b4mtBKb0udCPFD7yNiA/s1600/IMPERIUM.jpg" width="182" /></a></div><br /><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">La primera de las novelas lleva el título de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Imperium</i>. En su primer párrafo Tiro, el narrador, se presenta así:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">“Mi nombre es Tiro. Durante
treinta y seis años fui el secretario particular de Cicerón, el estadista
romano. Al principio fue emocionante, luego sorprendente, más tarde arduo, y al
final, sumamente peligroso. Creo que durante esos años Cicerón pasó más tiempo
conmigo que con cualquier otra persona, incluida su propia familia. Fui testigo
de sus reuniones privadas y el portador de sus mensajes secretos; puse por
escrito sus discursos, sus cartas y su creación literaria, incluida su poesía,
un torrente tal de palabras que tuve que inventar lo que vulgarmente se llama
“taquigrafía”, un sistema de transcripción para dejar constancia de las deliberaciones
que tienen lugar en el senado y gracias al cual recibo una modesta pensión”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">De modo que será Tiro quien nos conduzca por los entresijos de una trama
que va del corazón de los hombres de su tiempo a los campos de batalla, pasando
por los debates en el senado y los grandes litigios en los que Cicerón fue un
maestro, hasta su muerte a manos de los soldados de Octaviano, un jovencito
enloquecido, como todos, por su sed de poder. Porque el poder y las fuerzas que
desata es el gran protagonista de estas novelas cuya lectura nos deja sin
aliento, porque está narrada al ritmo de caballerías al galope y de naves al
garete que surcan los océanos en persecución de un puñado de quimeras.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Tiro anhela una vida sosegada en una aldea apartada, pero la ciudad y los
delirios de quienes la habitan lo arrastran una y otra vez hacia el vórtice de
los desastres. Su voz es la de Cicerón pero también la de sus aliados y
enemigos, que pueden ser los mismos, dependiendo de las fuerzas en juego. Ya lo
sabemos: en política no existen lealtades sino intereses.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Guiados por el secretario nos enteramos de que la vida pública de Cicerón empieza
con un célebre alegato legal sobre un caso de corrupción que involucra a un
funcionario encargado de gobernar en Sicilia. A partir de ese punto, la
escalera hacia sus ambiciones está bien definida: primero será edil, en 70
a.C.; luego alcanzará el cargo de pretor, en 66 a.C. y finalmente, en 63 a.C
accederá a la condición de primer cónsul, la más alta magistratura de su
tiempo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">A medida que aumenta su poder, se incrementa el número de áulicos y enemigos
por igual. Y se necesita de una intuición casi sobrenatural para distinguir
entre unos y otros. Ya en la página 202 de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Imperium
</i>se nos hace una advertencia:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">“En política no existen las
victorias duraderas, solo el implacable y continuo devenir de los
acontecimientos. Si mi obra tiene alguna moral, es esa. Cicerón acababa de
anotarse un triunfo retórico sobre Catilina del que se hablaría en los años
venideros. Había expulsado de Roma al monstruo con el único látigo de su
lengua. Pero las cloacas no se vaciaron, como él había esperado con la marcha
del conspirador. Más bien al contrario”</span></i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">, nos dice Tiro en su relato.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Y aquí estamos ante otro concepto clave en el mundo del poder: el de
conspiración. Siempre, en algún punto del camino hay alguien al asecho. A su
vez, quien detenta el poder asecha a otros. El<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>resultado ineludible es el miedo y quien tiene miedo se defiende
atacando. A estas alturas es el instinto animal lo que prima. Al fin y al cabo,
la fuerza que empuja a los seres vivos a competir y primar sobre los otros está
ubicada en la corteza más primitiva del cerebro. Es por eso que las disputas
por el dominio y el control nos devuelven a la condición de bestias.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwmOlQDDqcKkVlSxFgCAaT-JeMd9qD9LiZ2stnIPyb6yaEUv2R6Z19U62MZ3c0zMD_gJGbGQ8uz0cZyoDtFJUvBxunPcgeUOUjKhPQfO23THTom__t2WCAs_7subDQaq7VKJWoC9vBLedlbHAhH8fF572hWTKLj2o2MYD1UXfCrwot-haaNueK5bUFNg/s300/JULIO%20C%C3%89SAR.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwmOlQDDqcKkVlSxFgCAaT-JeMd9qD9LiZ2stnIPyb6yaEUv2R6Z19U62MZ3c0zMD_gJGbGQ8uz0cZyoDtFJUvBxunPcgeUOUjKhPQfO23THTom__t2WCAs_7subDQaq7VKJWoC9vBLedlbHAhH8fF572hWTKLj2o2MYD1UXfCrwot-haaNueK5bUFNg/s1600/JULIO%20C%C3%89SAR.jpg" width="300" /></a></div><br /><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Y es por eso mismo que a las intrigas políticas y cortesanas se suman a
menudo los enredos sexuales. Como bien lo explican los expertos en la conducta,
el poder, en cualquiera de sus manifestaciones, suele ser un gran afrodisiaco.
Es cosa sabida que Julio César fue tan buen estratega militar como frecuentador
de camas ajenas, sin distinguir mucho entre las mujeres de sus amigos y sus
enemigos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Como en todo tiempo y lugar, sus competidores<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>le enrostran a Cicerón su origen modesto,
tanto como el hecho de haber escogido como esposa a Terencia por razones de
beneficio económico. En ese ambiente enrarecido, el estadista busca alguna
clase de sosiego en sus amados griegos. Eso nos dice Tiro en la página 292 de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Imperium:<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">“ Cuando llegamos a casa,
Cicerón fue directamente a la biblioteca, para evitar encontrarse con Terencia,
y se tumbó en uno de los divanes.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Necesito
escuchar un poco de griego para quitarme de encima la suciedad de la política-,
declaró.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Sosisteo, que era quien
normalmente le leía, estaba enfermo, de modo que me preguntó si yo querría
hacer los honores. Siguiendo sus instrucciones, fui a buscar una copia de
Eurípides y la desenrollé<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>bajo el
candil. La obra que deseaba escuchar era </span></i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Las suplicantes<i style="mso-bidi-font-style: normal;">,
supongo que porque ese día tenía en la cabeza la ejecución de los conspiradores y
confiaba en que, habiendo entregado sus cuerpos para que recibieran digna
sepultura, había representado el papel de Teseo”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Su secretario nos muestra aquí otra de las facetas de Cicerón. A diferencia
de sus poderosos enemigos, el cónsul era lo que siglos después se llamaría <i>un
humanista,</i> un hombre cuyas ambiciones trascendían los apetitos materiales y eso
también genera odio y envidia en el prójimo. Mientras para él la democracia y
los distintos poderes públicos tenían valor en sí mismos, para los otros eran meros<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>instrumentos de los que se podía prescindir
si llegaban a considerarse un estorbo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjY0SNOU0mp0BiI4ZqlRBdH0YJ0MaoE_KnLnYbiQ2ufJYz0GhKedhe7IeEdvzcWvoTfExsvqXO7iUlf5A5RpsGqGbeb_dcRTJgKnBDaZKqrHM-xb58EY35ejb030PclNKldgTXIGkDpgTmQZo9wDJSmVPlJCJVdYxGt3oVd4LyT_WyFClbusgMkctYM3Q/s277/DICTADOR.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="277" data-original-width="182" height="277" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjY0SNOU0mp0BiI4ZqlRBdH0YJ0MaoE_KnLnYbiQ2ufJYz0GhKedhe7IeEdvzcWvoTfExsvqXO7iUlf5A5RpsGqGbeb_dcRTJgKnBDaZKqrHM-xb58EY35ejb030PclNKldgTXIGkDpgTmQZo9wDJSmVPlJCJVdYxGt3oVd4LyT_WyFClbusgMkctYM3Q/s1600/DICTADOR.jpg" width="182" /></a></div><br /><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">De la conspiración a la dictadura<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Las otras dos novelas de la trilogía se adentran de lleno en ese momento de
los acontecimientos en el que los hombres se convierten en meros figurantes. El
torbellino es de tales dimensiones que la historia se hace ficción y esta
última deviene historia.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los nombres de
quienes pretenden a toda costa hacerse con el poder se suceden a un ritmo que
obliga a tomar aliento: Ático, Aurelia, Catilina, Catón, Cátulo, Clodia, Craso,
Gabinio, Isáurico, Pompeyo, Rufo, Lúculo. En la página<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>214 de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Conspiración</i>,
el narrador nos introduce en esa atmósfera<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>agobiante que desgasta los cuerpos y las almas:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">“Volvimos a casa a toda
prisa, rodeados por el ya habitual cinturón de guardaespaldas y lictores, pero
allí no había señales de Sanga ni ningún mensaje suyo. Cicerón fue a su estudio
sin decir palabra y se sentó; con los codos apoyados en su escritorio se masajeaba
las sienes con los pulgares mientras contemplaba los documentos que tenía ante
sí, como si a fuerza de frotar pudiera meterse en la cabeza las palabras del
discurso que pronunciaría al día siguiente. Yo nunca había sentido tanta pena
por él”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Lo que Tiro nos muestra aquí es la imagen de un hombre poseído por la
certeza de la inutilidad<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de todo, que
se<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>prepara para recibir de frente la
derrota final. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Poco importa si el camino
por recorrer es todavía bastante largo. Lo que percibe a su alrededor es un
entramado de intereses que lo ahogan, empezando por las pugnas al interior de
su propia familia y las dudas acerca de sus amigos más cercanos, algunos de los
cuales, sin embargo, lo acompañarán hasta el final, porque<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>siguen viendo<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>en él<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el símbolo de una Roma que
se apresta a la disolución. La Roma de las instituciones que se<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>consideraban<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>sacras y que hombres como Julio César, Pompeyo y Octavio no dudan en
echar por tierra,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aunque la avalancha
los arrastre consigo. En ese juego suicida, Cicerón es el único que da muestras
de lucidez. Así nos lo presenta Tiro en la página 313 de <i>Dictador:</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">“En cuanto vio la lista,
Cicerón negó con la cabeza, atónito ante la desmesura de la situación. </span></i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Julio el dios parece olvidar lo que Julio
el político debería tener presente: que cada vez que le asignas un cargo a alguien,
hay un hombre agradecido y otros diez resentidos.<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> En la víspera de la marcha de César, Roma estaba llena de senadores
iracundos y resentidos. Por ejemplo, a Casio, que ya de entrada se sentía
insultado por no contarse entre los elegidos para participar en la campaña
parta, le indignaba que a Bruto, con menos experiencia que él, se le hubiese
concedido un cargo de pretor superior al suyo. A pesar de todo, el que
albergaba más resentimiento era Marco Antonio, por tener que compartir
consulado con Dolabela, a quien nunca había perdonado por cometer adulterio con
su esposa, y ante el que se creía<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>inmensamente superior”.<o:p></o:p></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGOD0o0gU0zWSZxHUqIR6MKqD-VW2ma1JGESL8N0NKhGIdmJ90zISVBFxrNWVgkUIED_OQ-tqbCtC-PWiQEmR4MyX3IIv_qmtN8efMvM6o0KqWSBX5Tj04uwlbyIn-Jc6Z3Q8REfUQVTxy-j6BBCbp2l20etTOaad2SF9CmRefz53HF7xc-8kWpnKY6Q/s266/CONSPIRACI%C3%93N.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="189" data-original-width="266" height="189" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGOD0o0gU0zWSZxHUqIR6MKqD-VW2ma1JGESL8N0NKhGIdmJ90zISVBFxrNWVgkUIED_OQ-tqbCtC-PWiQEmR4MyX3IIv_qmtN8efMvM6o0KqWSBX5Tj04uwlbyIn-Jc6Z3Q8REfUQVTxy-j6BBCbp2l20etTOaad2SF9CmRefz53HF7xc-8kWpnKY6Q/s1600/CONSPIRACI%C3%93N.jpg" width="266" /></a></div><br /><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Frente a ese panorama sólo quedan el suicidio o el exilio, ambos formas
supremas de la renuncia al mundo<i style="mso-bidi-font-style: normal;">. </i>De
ahí el valor de la decisión <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Tiro, ya no esclavo sino amigo, cuando opta
por acompañarlo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hasta el final, en una
de esos inusuales giros de la solidaridad que se vuelven más sólidos ante las
causas perdidas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Como todo gran libro, esta trilogía de Robert Harris puede leerse de muchas
maneras: como una<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>radiografía del poder,
como un tratado de ciencia política, una novela histórica, una saga de
aventuras o un puro divertimento. En cualquiera de los casos el resultado<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es el mismo: un viaje a las cimas y abismos
interiores de un hombre que no dudó<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en
ofrecerse a sí mismo a modo de moneda de<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>pago por las insensateces de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>unos
tiempos de los que él mismo fue forjador, testigo y protagonista.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">PDT. les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada:</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-size: large;">https://www.youtube.com/watch?v=heZvEmLvN04</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4294802906170889170.post-89248600472433343772023-04-12T05:58:00.006-07:002023-04-12T06:05:59.224-07:00Las mil y una muertes del rock<p><br /></p>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh70jDuHrjJXJEZNCjyFnqfXuLpjKr0_mwirbxqyMQ0NsMxZgLQi-jul93PKCcMsStlxSC-b3Db9N379CEGM755RpuRFvbBkwV4PCfoGigZVqRbiJoWTBW28XhQoInGQzSMxgTkuYgwQGdIhgapaLLV7RK0tow_y30bp16uiVkVOZYITJtTy1BLE3S0vg/s289/Jethro%20Tull.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="174" data-original-width="289" height="174" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh70jDuHrjJXJEZNCjyFnqfXuLpjKr0_mwirbxqyMQ0NsMxZgLQi-jul93PKCcMsStlxSC-b3Db9N379CEGM755RpuRFvbBkwV4PCfoGigZVqRbiJoWTBW28XhQoInGQzSMxgTkuYgwQGdIhgapaLLV7RK0tow_y30bp16uiVkVOZYITJtTy1BLE3S0vg/s1600/Jethro%20Tull.jpg" width="289" /></a></div> <i><b><span style="font-size: xx-small;">Carátula de Jethro Tull, ilustrada por</span></b></i><div><i><b><span style="font-size: xx-small;"> Michael Farrell y David Gibbons</span></b></i><br /><p class="MsoNormal"><br /></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="mso-spacerun: yes;">
</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Too old to rock and<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>roll<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Too young to die.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Jethro Tull<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Poetas ellos mismos, Bob Dylan y Leonard Cohen se remitieron siempre a la
gran literatura a la hora de componer sus canciones. Ambos de origen judío, se
educaron en una tradición de reverencia por la palabra escrita. Y ese no es un
dato menor. Como no lo es que, en dos momentos distintos, hayan sido
galardonados con el Premio Nobel de Literatura el primero y el Premio Cervantes de las
letras el segundo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Traductora de Rimbaud, la gran Patti Smith ha expresado siempre la gran
influencia que los llamados “Poetas malditos” franceses ha ejercido sobre su
obra en verso y en prosa, aparte de su conocido cancionero.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-ansi-language: EN-US;">“There´s a lady who´s sure/ all
that glitter is gold/ and she´s buying a stairway / to heaven”,</span></i><span style="mso-ansi-language: EN-US;"> canta Robert Plant con esa voz<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>suya<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>salida de las entrañas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-ansi-language: EN-US;">“Picture yourself in a boat/ on a
river/ with tangerine trees/ and marmalade skies”</span></i><span style="mso-ansi-language: EN-US;"> sugerían The Beatles instalados en el
vórtice<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mismo de la sicodelia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><i>“Hello darkness/ my old friend/ I´ve come to talk with you again</i>”, escribió
Paul Simon en una canción que, no por casualidad, muchas Iglesias del mundo
hicieron suya.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-ansi-language: EN-US;">“Hear the rime of the ancient
mariner/ see his eyes as he stops one of the three mesmerizes/ of one of the
wedding guests/ stay here listen to the nightmares of the sea!”, </span></i><span style="mso-ansi-language: EN-US;">cantan los Iron Maiden en una canción inspirada
en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The rime of the ancient mariner, </i>el
poema de S.T. Coleridge.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Uno podría seguir el viaje literario de músicos como Jim Morrison o Lou
Reed y no acabaría nunca: el rock, el buen rock, aparte de una propuesta sonora
es también una búsqueda poética y narrativa, igual que la salsa, el tango y
otras músicas de los extramuros urbanos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJdEjrLij-NSHQTXUkkTW0lsbnOPABATG3L798Iunemxsv7aO0_2YhV8Zc8u0ksS-lV0RxCk9C3hfXBgIcr5aWaRXhN8tLMGbr6ywAfOwACMeGyyhScZffI6O8_jv8juvbortf5-dQ2MCkZKWCH8cyvEsh_H9q4bYYMgJ7h--S5gXGYJ1ZlF7SRuviug/s275/Cohen%20y%20Dylan.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="183" data-original-width="275" height="183" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJdEjrLij-NSHQTXUkkTW0lsbnOPABATG3L798Iunemxsv7aO0_2YhV8Zc8u0ksS-lV0RxCk9C3hfXBgIcr5aWaRXhN8tLMGbr6ywAfOwACMeGyyhScZffI6O8_jv8juvbortf5-dQ2MCkZKWCH8cyvEsh_H9q4bYYMgJ7h--S5gXGYJ1ZlF7SRuviug/s1600/Cohen%20y%20Dylan.jpg" width="275" /></a></div> <i><b><span style="font-size: xx-small;"> Bob Dylan y Leonard Cohen<br /></span></b></i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Si pasamos a las influencias musicales de bandas y solistas, el catálogo no
es menos extenso. La <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>presencia de Brahms
en las extensas y no por eso menos frescas canciones de Yes.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El misticismo de Bach en el cancionero de
Jethro Tull.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La sofisticación de
Prokofiev y Mussorgsky en las búsquedas de Emerson, Lake & Palmer. La
formación sinfónica de los integrantes de Deep Purple. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La vocación operática de Queen.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Así que, cuando cada cierto tiempo aparece un profeta anunciando la
inminente muerte del rock, me hago la misma pregunta: ¿Cómo va a morir una
música que se nutre de semejantes fuentes? Para empezar, ni siquiera existe una
sola línea de rock a la que puedan ponerle una placa y despachar al otro
mundo. Hagamos una revisión rápida de algunas entre muchas etiquetas utilizadas
para clasificarlo: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">acid rock, heavy rock,
rock sinfónico, rockabilly, rock progresivo, folk rock, rock and blues, glam
rock, metal, punk, grunge</i> y de los años noventa para acá, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">rock alternativo,</i> aunque nadie ha podido
explicar alternativo a qué.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Como ven, esa diversidad nos conduce a otra pregunta: ¿De qué hablamos
cuando hablamos de rock?<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Abundan los
libros que intentan una aproximación al género desde las claves de la
sociología, la antropología, la Historia, la filosofía y el análisis literario.
Como el propósito del presente texto no es hacer un análisis de obras y
autores, resumamos: el rock es un género musical cuyo nacimiento oficial
algunos datan en 1954, que echa raíces en expresiones de vieja tradición
cultural como el blues de los negros del Mississippi, los cantos espirituales
de las iglesias, los ritmos campesinos tradicionales, el jazz de la marginación
urbana y, claro, la tradición clásica europea.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Mejor dicho: el mar del rock<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>está formado de muchos ríos que, por distintos
caminos, se nutren de la tradición cultural- y no sólo musical- de oriente y occidente.
Es algo así como el mito del hombre de las mil caras llevado al mundo de la
música.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Proteico como el hombre de las mil caras, este género musical tiene la
capacidad de convertirse en otra cosa cada vez que el entorno social, político,
económico y cultural parece hacer ineludibe su extinción. De ahí la cantidad de
profetas que han anunciado su muerte mil y una veces.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiK3KQGWAPVP0K5RVc9yv0VMe2MP4t-yWLwrXFvr2DpLqwtjt4-p8ECbuf2iSuIqPScQtYjyDrV_zhGmMeXk_-plsgvKCTGLGU50YA9EsJVGlvh3R1sOdN3-gU5Llc9L4M3JfYfmjVbEwYhFUhR4JViBDDyYH3dikITK_SMXDS1rwmGLd2vlF1WvS-iIg/s318/Yes.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="159" data-original-width="318" height="159" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiK3KQGWAPVP0K5RVc9yv0VMe2MP4t-yWLwrXFvr2DpLqwtjt4-p8ECbuf2iSuIqPScQtYjyDrV_zhGmMeXk_-plsgvKCTGLGU50YA9EsJVGlvh3R1sOdN3-gU5Llc9L4M3JfYfmjVbEwYhFUhR4JViBDDyYH3dikITK_SMXDS1rwmGLd2vlF1WvS-iIg/s1600/Yes.jpg" width="318" /></a></div> <i><b><span style="font-size: xx-small;">Carátula de Yes, ilustrada por Roger Dean<br /></span></b></i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Lo advirtieron cuando las revueltas de mayo de 1968 en Francia y el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">verano de las flores</i> en California
tocaron a su fin.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Lo dijeron cuando la música discotequera salió de su ambiente natural- los clubes
nocturnos hechos para bailar- y se apoderó de las estaciones de radio del mundo
entero, dando lugar al conocido síndrome de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fiebre
de Sábado en la Noche</i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Lo repitieron el día en que una nueva generación de músicos empezó a jugar de
otra manera con los instrumentos electrónicos y patentó de paso una corriente
bautizada con el nombre de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tecno-pop</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">o tecno- rock,</i> para el caso de igual.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">En América Latina y España, en lugar de morir, el rock decidió cantar en
otro idioma: el castellano adaptado a las particularidades de cada país. Según
algunos cronistas musicales, ese favor se lo debemos a los militares
argentinos: convencidos de que la pesadilla desatada durante su dictadura los
devoraría también a ellos, decidieron apelar al viejo y conocido truco de
exacerbar el patrioterismo para sostener esa abstracción conocida como “unidad
nacional”. Para conseguirlo desataron la guerra de las Malvinas y prohibieron a
las estaciones de radio emitir música en inglés. El resultado es bien conocido.
La guerra fue un fracaso y como las emisoras no podían desaparecer del dial
empezaron a desempolvar viejas grabaciones de bandas y solistas que no tardaron
en captar la atención del público.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxelrcTqbRu0THbDGnb-gne_wvtr3nah838aTRcOe1xn_k38zFooWYevqTT3bc1qUZxhd2Nzi3ctkTxFtaTFAWd56oRen9tMODVB570HgH2t354IQ323E-XxhqdfUOBXqhXfp0LQ5h5cLH3a-K7Y8NN9SLWcxT7KXACpDBgkimN6U9jH_XTTdSmzX_wg/s246/IRA.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="246" data-original-width="205" height="246" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxelrcTqbRu0THbDGnb-gne_wvtr3nah838aTRcOe1xn_k38zFooWYevqTT3bc1qUZxhd2Nzi3ctkTxFtaTFAWd56oRen9tMODVB570HgH2t354IQ323E-XxhqdfUOBXqhXfp0LQ5h5cLH3a-K7Y8NN9SLWcxT7KXACpDBgkimN6U9jH_XTTdSmzX_wg/s1600/IRA.jpg" width="205" /></a></div> <i><b><span style="font-size: xx-small;">I.R.A, banda de punk colombiana</span></b></i><br /><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Fue así como el género de las mil caras le surgió en nuevo rostro: el del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">rock en español</i>. Poco importa que a
través de esa puerta las disqueras colaran expresiones que poco o nada tenía
que ver con el género. Para efectos de supervivencia musical, a los militares
argentinos se les fue el tiro por la culata. Pregúntenle a Lito Nebia, Charlie
García Nito Mestre, Celeste Carballo, El Indio Solari o a Luis Alberto Spinetta
– poco importa que esté muerto- y verán.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Para mantenerme al día con las nuevas corrientes, escucho de vez en cuando
a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Radiónica,</i> una estación perteneciente
al sistema colombiano de medios públicos. A juzgar por la diversidad y potencia
de lo que allí emiten en distintos idiomas, al viejo y querido rocanrol le vale
a la perfección la sentencia aquella- apócrifa o no- que el escritor José
Zorrilla habría hecho pronunciar a Don Juan Tenorio: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“ Los muertos que vos matáis/ gozan de buena salud”.<o:p></o:p></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">PDT. Les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large; text-align: left;">https://www.youtube.com/watch?v=HSa2_C3Qwf8</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p></div>martinianohttp://www.blogger.com/profile/05629469257742942245noreply@blogger.com2