“¡Coooñooo, pod lo visto hubo un tjunami el verraco en Ajia y la tierra quedó patajarriba!”
exclamó mi vecino, el poeta Aranguren,
luego de leer en el periódico la programación de la Copa América de fútbol.
¿De qué hablas poeta? En ese
continente suelen ocurrir terremotos de todos los grados, pero no he
sabido de uno de grandes dimensiones por
estos días.
Claro. Era su manera hiperbólica
de referirse a la presencia de Catar y Japón como invitados al torneo a realizarse
en Brasil.
Aranguren, que aprendió a amar el fútbol jugándolo al lado de los pescadores en su
Santa Marta natal, se niega a aceptar que ese viejo y querido juego se haya
convertido en botín del crimen organizado.
Desde que eso ocurrió, la codicia
de dirigentes, entrenadores, empresarios
y publicistas no ha cesado de ensancharse, al punto de que la Fifa
constituye hoy el cartel más poderoso
del planeta, por encima incluso de muchos Estados nacionales.
He tratado de explicarle eso al
poeta en extensas tertulias amenizadas
con ron Tres Esquinas y canciones de
Los Corraleros de Majagual.
Pero el hombre, enamorado hasta
los huesos de su pequeño y sufrido Unión Magdalena, poco atiende a esos
razonamientos.
Lo suyo es puro corazón.
Le digo que la presencia de esos países asiáticos en la
Copa América obedece a otro tipo de tsunamis: las maniobras de las grandes
corporaciones interesadas en copar
mercados hasta hace poco ajenos al mundo
del fútbol.
Esos poderes son de tales
dimensiones, que los magnates cataríes consiguieron mover la fecha del Mundial
2022: ahora se jugará entre el 21 de noviembre y el 18 de diciembre, plena
temporada navideña en América y Europa.
En realidad, el asunto empezó
hace cuarenta años. Cuando los Estados Unidos, tradicionalmente aficionados al
béisbol y al baloncesto, captaron el
tamaño del fútbol como negocio, crearon
su propia liga y fundaron un equipo propulsor: El Cosmos de Nueva York, a cuyas filas vincularon tres figuras que habían jugado en México 70:
el rey Pelé, el italiano Giorgio Chinaglia y el alemán Franz Beckenbauer.
La cosa funcionó tan rápido que veinte años después organizaron su propio
Mundial. Fue en 1994 y no dudaron en expulsar a Maradona cuando se atrevió a
denunciar los abusos cometidos al obligar a los futbolistas a jugar partidos a
medio día, con temperaturas de hasta 40°, sólo por garantizar las transmisiones
por televisión y los consiguientes contratos publicitarios con empresas
europeas.
¿Ahora comprendes por qué
invitaron a Japón y Catar a jugar la
Copa América 2019?
Silencio.
Como todo gran romántico, Aranguren no necesita entender
nada. Lo que quiere es saber quién y por
qué le robó las ilusiones.
Sucede, compadre, que hay toda
una trama urdida por forajidos a los que les valen un comino los sentimientos de los hinchas.
O, mejor dicho, les valen en
tanto se traduzcan en facturación contante y sonante.
Son los que trafican con la boletería, los derechos de televisión, la publicidad, las comisiones y las transferencias de futbolistas.
Por eso cada cuatro años elevaron el número de
equipos participantes en la Copa Mundo, sin importar si eso obra en perjuicio
de la calidad.
Esa es la misma razón por la que,
en un retorcido concepto del pluralismo, los torneos de clubes cada vez incluyen más equipos: a mayor número de
juegos más lucrativo es el negocio.
Fíjate nada más en la Copa
Libertadores y en la Copa Sudamericana, el engendro que se inventaron después,
siguiendo el ejemplo de los europeos.
Cada vez los equipos son más malos y, en consecuencia los torneos son
peores. Hasta se inventaron trucos para que los
menos malos de la Copa Libertadores sigan jugando en la Sudamericana.
“¡Nñññerrrdaa, compade! ¿Y me dijej que no ej un tjunami?” exclamó,
despertando al fin de su estupor.
Visto así, tienes razón- le
respondí- . Nuestros abuelos vivieron unos tiempos en los que los
futbolistas trabajaban en fábricas y los
domingos se reunían a divertirse correteando una pelota.
De hecho, los niños de hoy no
entienden que hubo una época en la que los futbolistas eran pobres.
Otra vez silencio.
Si lo observas bien- continué- la estructura
geopolítica y económica del fútbol se
corresponde en los mapas con la distribución de poderes durante la época
colonial. Los grandes clubes, es decir, las
corporaciones multinacionales del deporte, están ubicados en España,
Inglaterra, Francia, Italia y Alemania.
Y los proveedores de materia
prima o, lo que es lo mismo, de futbolistas están en América Latina y África, siguiendo la misma línea histórica de
la división internacional del trabajo.
“¡¡¡Cooññoo, ji edej tedco! ¿Y
todavía injisjtej en que no ej un tjunami?” Repitió.
En ese punto me di por vencido.
Por lo visto, cuando se trata de sus grandes pasiones Aranguren solo entiende
de metáforas telúricas.
PDT les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada
En el fútbol, mientras más grande más evidente, hay dos tipos de mercado: el de capitales, como Qatar, y el de clientes de consumo, como Japón. Entonces...
ResponderBorrarNada más que agregar, mi querido don Lalo.
ResponderBorrarY no hay que olvidar que la FIFA es el único cartel legalmente constituido, capaz de saltarse todas las leyes locales cuando estima conveniente. Y como toda organización comercial el objetivo de fondo es el lucro para sus jerarcas y su satélites enquistados en las federaciones respectivas. Así que no extraña que haya vendido todo un Mundial a los jeques petroleros. El juego es lo de menos. Por cierto, muy bueno eso de " sufrido Unión Magdalena", un equipo predestinado al sufrimiento comenzando desde el mismo nombre.
ResponderBorrarAguda percepción la suya, apreciado José : hay seres y equipos predestinados al sufrimiento, a los que bien les cabe la frase aquella de "Llorar como una magdalena".
ResponderBorrarAranguren se lo agradecerá.
Buena tarde Gustavo.Critica mordaz.El futbol hoy en dia,es sinonimo de esclavitud.Lo que pasa,Lic.queridoleido,es que LA ESTUPIDEZ HUMANA en pleno siglo XXI,no lo ve asi.Claro,se mantienen enceguecidos con ADDIDAS,NIKE, GRUPO AVAL,ETC, a traves de la tv...Estamos cagados,y nada que HIDROITUANGO se viene abajo....Abrazo fraternal, Javier.
ResponderBorrarTerrible alineación esa, apreciado Javier: Addidas, Nike, Aval.
ResponderBorrarParece diseñada por El diablo en persona... con perdón del diablo.