DEL SILENCIO
En la alborada del alma
escuchamos un gong eterno:
es el eco del propio corazón
que anuncia el tiempo de la vendimia,
de los besos no dados.
La hora del canto de las aves.
Ellas nos recuerdan con sus trinos
que el silencio es anterior al mundo
y nos aguarda allá
muy al fondo de los trabajos
y los días.
-“En el principio era el silencio”-.
Si le prestamos atención
el sonido del gong
-persistente, eterno- nos enseña
que el camino a la iluminación
no es el de ida sino el de regreso.
Que no es en el mundo
sino en la propia casa
donde alienta la sabiduría.
De ahí la insistencia del gong:
Su paciente llamado
encierra las formas supremas del silencio.
Pereira, diciembre de 2020. Año de la peste.
PDT. les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada
https://www.youtube.com/watch?v=Les39aIKbzE
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