LIBRO DE VISITAS
Pronto aprendemos una verdad:
el dolor y la pesadumbre son intransferibles
son nuestra corona de espinas
cada quien tiene la suya
a la medida de su frente.
Podemos compartir el pan y el vino
sentados a la mesa con los camaradas
pero no podemos compartir
el pan y el vino ausentes.
La alegría pero no el dolor.
La alegría es de todos
el dolor es sólo nuestro.
Por eso los rituales de condolencia
son falsos:
pura cuestión de utilería.
Así que, te ruego amigo mío,
No firmes el libro de visitas.
Pereira, junio de 2O22
PDT. Les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada
https://www.youtube.com/watch?v=6s9M-52fRGU
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