jueves, 13 de septiembre de 2012

De cero a nunca




En 1993, cuando María Aidé Botero Serna era gerente del Instituto de Cultura de  Pereira, la ciudad  fue sede de un primer y único festival iberoamericano de teatro infantil, llamado en su momento a constituirse en punto de partida  para consolidar un gran evento capaz de  convocar compañías teatrales   reconocidas dentro y fuera del país. El  festival, coordinado por el gestor cultural Jairo Antonio Franco, contó con el decisivo  respaldo de empresas del sector privado tan representativas en la región como Frisby, Avianca, la Cámara de Comercio de Pereira y Comfamiliar Risaralda. A vista de pájaro recuerdo la presencia de propuestas tan destacadas como Diablomundo de Argentina, Chico Simoes de  Brasil y  el Teatro de Muñecos de Colombia.
La  masiva presencia de público en las salas, garantizada por el carácter   gratuito de las entradas, hizo pensar en una segunda versión del festival, con un mayor número de países invitados y presencia en  municipios distintos al Área Metropolitana. Para facilitar la organización  y la  gestión de recursos  se decidió  efectuar el evento cada dos  años a partir de la fecha. Sin embargo, para  1995  la administración de la ciudad estaba en otras manos. Fue el primer período de gobierno de Juan  Manuel Arango Vélez. Siguiendo una vieja tradición nacional, los responsables de la cultura en Pereira decidieron   hacer caso omiso de lo alcanzado en la versión inaugural del festival.  De nada valieron los balances  presentados. Ni siquiera las cifras de la relación costo beneficio, que tanto  peso tiene en otras circunstancias. Poco importaron los compromisos pactados con   grupos teatrales de distintos países, que habían apartado fecha en sus agendas.  La ciudad no lo necesita, dijeron para entonces los  nuevos responsables  de la cultura. Con todo, cada vez que se acercan unas fiestas aniversarias surge la pregunta por un evento capaz de  concitar la atención nacional. Fortalecido y ampliado, el festival de teatro infantil pudo haber cumplido ese papel. Pero  no lo dejaron.
Casi dos décadas después, la administración de Israel Londoño contrató con la Universidad Externado de Colombia, previo cumplimiento de la convocatoria  pública  y los parámetros establecidos por la ley,  un ejercicio de prospectiva dirigido   recoger la experiencia de distintos sectores de la sociedad, con miras   a pensar, tomando como base lo   conseguido hasta el presente, posibles escenarios futuros para la consolidación de la ciudad región como un polo de desarrollo social y económico  capaz de beneficiarnos a todos. Aparte de eso, estaba el incentivo de la celebración de los 150 años de Pereira en el 2013. La presencia de algunos connotados líderes  contribuyó a alimentar las esperanzas del coordinador del proyecto del sesquicentenario, el ex alcalde  Gustavo  Orozco Restrepo. El profesional siempre alentó la idea del aniversario como un punto de partida para la gestación de grandes proyectos de interés regional.
Sin embargo, el documento duerme  una suerte de sueño eterno en los archivos de la actual administración. Las razones son varias. Primero, fue formulada  por sus antecesores y  tal cosa en Colombia, un territorio  huérfano de grandes  metas colectivas, es casi un delito. Segundo, no fue adelantado por  la Universidad Tecnológica de Pereira y eso pesa en este caso : El actual  responsable de  la oficina de planeación de la alcaldía desempeñó idéntico cargo en la  Universidad cuando se abrió la convocatoria. Como ya lo expuse, el proyecto fue finalmente adjudicado al Externado. Y aunque no se puede probar que se hayan puesto trabas desde la oficina  en cuestión, es indudable  que no se ha hecho  mayor cosa por impulsarlo. Algo de resentimiento quedó gravitando en el ambiente.
A pesar de las diferencias de objetivos y de la distancia en el tiempo, los dos hechos ilustran,  para infortunio de todos, una  tendencia de nuestros gobernantes a negar los logros de  sus antecesores, aunque pertenezcan incluso  a su propio movimiento político. Las explicaciones  son varias pero hay una central : La desaparición de los partidos  como expresión de  las expectativas de la sociedad fue reemplazada por los intereses particulares de los mandatarios y   de quienes los ayudaron a llegar al poder . Por eso su consigna es una sola: Partir siempre de cero y nunca incorporar en sus acciones de gobierno los aciertos de quienes los precedieron.

6 comentarios:

  1. Ay, estimado Gustavo, cómo nos une una vez más las miserias de nuestras autoridades que siempre buscan enterrar o desconocer los gestos positivos de sus antecesores, en el ámbito de la cultura con mayor facilidad y como decimos acá, sin asco.Casualmente, el 14 de septiembre estuvimos de aniversario departamental en Cochabamba, y lo cultural para nosotros se reduce a verbenas y serenatas populares como expresion de festejo. Teatro, poesia, o narrativa es de elites y a la gente no interesa. Para causar impacto general nosotros nos trajimos al cantante español Dyango, cuyo concierto gratuito será recordado como uno de los mejores regalos para la ciudad, dijeron sus solemnes organizadores.

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  2. Ya no parece importar si los funcionarios son apparatchiks o cuentapropistas, porque la cagan como si la porquería estuviese en la descripción del trabajo. Por lo menos en Pereira hay o hubo proyectos encomiables. En otros sitios la deformacion política y el conformismo que describes han paralizado a la razón. Con amigos solíamos divertirnos imaginando quién excretaría más en un cargo como el de director de cultura de nuestra sufrida provincia, y el candidato que reunió más votos fue un profesor de literatura y filosofía muy prestigioso… que a poco andar llegó al cargo y nos dejó con la boca abierta porque superó todas nuestras expectativas: ahora los expertos pueden ser los mas peligrosos.

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  3. "Ay utopía/ como te quiero/ porque les alborotas el gallinero", canta el poeta catalán Joan Manuel Serrat, apreciado José. Frente a tamaña dosis de indolencia como la de nuestro expertos, solo queda la utopía, al menos para ayudarnos a seguir vivos.

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  4. Un experto es muy peligroso, mi querido don Lalo : Sabe cómo hacer las trampas, o como evadir las tareas que le corresponden, esgrimiendo siempre argumentos creíbles, ya que no razonables.

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  5. Gustavo, creo que es un afán por dar un golpe en la historia. Por creer, cada gobierno, cada nuevo alcalde, que sus ideas son mejores que las anteriores, sus reformas de mayor alcance, sus políticas más acertadas. Tiene razón, allí se ve los propósitos que ciertas personas tienen, y por lo tanto es un nuevo iniciar y todo igual. Por nada pocas cosas cambian en los municipios.

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  6. " Cambiar todo para que todo siga igual" decía el personaje de El Gatopardo, la novela de Lampedussa, apreciado Eskimal. Parafraseando esa expresión, entre nosotros la premisa es borrar todo para que nada pueda perdurar. De ahí el mísero panorama que nos rodea.

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