“Dime de qué presumes y te diré qué te hace falta”, reza un viejo proverbio oriental. Al final del texto les explicaré el motivo de la cita.
Como algunos de ustedes saben, mi
vecino, el poeta Aranguren , desembarca en mi puerta armado de una botella de
ron, cada vez que su ofuscación por la
que considera estupidez absoluta de los
mortales alcanza límites insoportables para
él.
Para contribuir a su desahogo le he ayudado a
confeccionar una larga lista de asuntos particularmente ofensivos, entre los
que se cuentan:
La verborrea de los conferenciantes de auto
superación.
Los correos masivos desbordantes de
afecto hacia una masa abstracta.
Los reportajes a estrellas de la farándula
embarazadas.
El lenguaje ampuloso de los comentaristas
deportivos.
Las hierbas mágicas que todo lo curan.
Los anti taurinos energúmenos.
El lenguaje incluyente y todas las variables de la corrección política.
La manía de utilizar expresiones en inglés,
aunque se esté entre paisanos cuasi campesinos.
El acto irresponsable de hablar por teléfono
celular mientras se conduce un vehículo.
Los fanáticos colombianos de equipos de fútbol
extranjeros.
En fin, que esta vez Aranguren andaba indignado por la atención mediática dedicada a esa curiosa
encuesta en la que, una vez más, los colombianos resultamos ser los fulanos más felices de este desquiciado
planeta. Incluso La Tarde, el periódico
que me soporta como columnista, publicó
un artículo en el que el autor se preguntaba, filosófico, por el significado de la felicidad.
¿Acaso no sabes que las encuestas
se convirtieron de la noche a la mañana en una pandemia tan grave como el Sida o el trastorno bipolar? Le esgrimí con la esperanza de mitigar su indignación. Al fin y al cabo, uno
utiliza un baño público y a la salida un feligrés con cara de palo le
asesta un cuestionario en el que los
administradores tratan de verificar la
calidad del papel higiénico, el aroma del desinfectante o el sonido del agua al
caer. Poco importa si para sacárselos de encima uno responde lo primero que le
viene a la cabeza.
Hay encuestas para todo: el precio de los tubérculos, el contenido de las clases en la universidad, los discursos de los políticos, el rendimiento de los jugadores de fútbol, los sermones en las iglesias, los servicios en los prostíbulos y hasta sobre el estado del clima ¿a cuento de qué preocuparse entonces porque a alguna agencia le dio por preguntarle a un grupo de individuos por el estado de sus relaciones con el mundo? Bien sabemos que la respuesta a ese tipo de interrogantes depende del qué, cómo, cuándo, dónde y a quién. Si el encuestado acaba de enamorarse, se encuentra en la playa o atiborrado de paquetes a la salida de un centro comercial, responderá que es feliz, aunque el resto de los 364 días del año sea el más inconsolable de los desgraciados. Así funcionan esas cosas. De modo que lo más saludable es no prestarles atención.
Pero Aranguren andaba en
su día malo y me enumeró el conocido catálogo de razones para sentirse infeliz
en estos andurriales: la violencia, los políticos, la corrupción, la incivilidad y todas esas cosas. Vencido, le dije entonces
que los colombianos entrevistados,
atendiendo a un curioso rapto de lucidez, dijeron ser tan felices quizás
atendiendo a la advertencia del proverbio mencionado : “ Dime de qué presumes y
te diré qué te hace falta".Hay encuestas para todo: el precio de los tubérculos, el contenido de las clases en la universidad, los discursos de los políticos, el rendimiento de los jugadores de fútbol, los sermones en las iglesias, los servicios en los prostíbulos y hasta sobre el estado del clima ¿a cuento de qué preocuparse entonces porque a alguna agencia le dio por preguntarle a un grupo de individuos por el estado de sus relaciones con el mundo? Bien sabemos que la respuesta a ese tipo de interrogantes depende del qué, cómo, cuándo, dónde y a quién. Si el encuestado acaba de enamorarse, se encuentra en la playa o atiborrado de paquetes a la salida de un centro comercial, responderá que es feliz, aunque el resto de los 364 días del año sea el más inconsolable de los desgraciados. Así funcionan esas cosas. De modo que lo más saludable es no prestarles atención.
PDT: A propósito, les comparto enlace a una canción en la que Joaquín Sabina se ocupa del asunto.
http://www.youtube.com/watch?v=i0D06Qpmfrg
Estimado/estimada Gustavo (a), te deseo los mejores éxitos para ti y los tuyos y tuyas en este 2014 en el que el Barsa será campeón(ona). También te recomiendo que no dejes pasar este año sin probar el jarabe de noni, rico en antioxidantes y compuestos naturales que llenarán tu vida de buena energía, como dijo Shakira después de parir su vástago, de buena vibra, sentimientos positivos, conexión con el universo y amor por los animales con cuernos (no se trata de Aranguren sino de los toros).
ResponderBorrarComo un insight se me ocurre que tu web-blog con todos sus posts podría ser algo así como el cluster de los desencantados: más amargo que ácido, más oscuro que Colorado, y es precisamente por eso que quiero que llenes tu vida de afecto, ternura, éxito y todas las carajadas maravillosas que Walter Mercado y su horóscopo -no incluído en la lista de Aranguren- tienen para ti.
Camilo.
Ja, jaja. No jodás Camilo. Como diría el personaje de una novela gringa traducido por un español : " Vete a tomar por culo".
ResponderBorrarMil gracias por esa refrescante- y necesaria- dosis de inteligencia y humor negro -¿ será políticamente incorrecta esta última expresión- prodigada a lo largo de tres años de existencia de este blog.
De todos modos te doy un consejo, afligido corresponsal : " Ama y no sufras".
Por toda esa lista de atropellos al sentido común que enumera y las quichicientas que faltan, dan ganas de ser sordo o ciego, estimado Gustavo. Y ojala Shakira se hubiera quedado sordomuda después de haber parido esa canción. Si hasta me agradaba su aire rockero inicial que lamentablemente cambió por unos vulgares movimientos de cadera. Y más vulgares son sus constantes tenidas de pelo, no saben cómo deploro que las morenas quieran ser rubias a la fuerza. Espero no ser políticamente incorrecto con los hermanos colombianos por cebarme con su paisana. Y a tono con su respuesta a Camilo, esa escatológica expresión es lo más bruto pero exquisito que he oído en tierras hispanas, y en boca de una chica guapa era hasta un cumplido, se lo juro yo que alguna vez me la han soltado en la cara, jeje.. Simplemente, no admite replica.
ResponderBorrarSupongo que a Shakira le sucedió algo parecido a lo de Juanes, apreciado José: al principio eran músicos genuinos y talentosos... hasta que sucumbieron al llamado de esa industria del espectáculo capaz de fabricar éxitos en serie. Tanto que, una vez distanciado de su empresario Fernán Martínez Mahecha, a Juanes se le vino la estantería abajo.
ResponderBorrarAl dato que mencionas sobre las encuestas y la (in)felicidad podríamos agregar el de una encuesta “internacional” que hoy publica el Times de Londres con bombos y platillos (es su título principal de portada): el hombre más rico, Bill Gates (que ha desplazado al pobre mexicano Carlos Slim), ¡es la persona más admirada en el mundo ! Después vienen Obama, ¡Putin!, el Papa Francisco, Sachin Tendulkar… Aquí conviene aclarar que Tendulkar es un jugador indio de cricket, famoso en… la India, uno de los países donde se hizo la encuesta. Lionel Messi, que tiene una base de popularidad más extendida en todo el planeta, quedó 15, Stephen Hawking 16 (suponemos que por la silla de ruedas y la voz digital, no por ser un científico) y George W. Bush 25. Sí, el ex presidente de Estados Unidos. ¿A quién le habrán preguntado? Si el “público internacional” tiene respuestas tan estúpidas… ¿qué deberíamos decir de las preguntas? De paso, y sin ánimo de ofender, tu vecino el poeta me suena un poco como Diógenes, ¿no? En el sentido de que la felicidad y la rectitud moral suponen un retorno a la naturaleza, a las cosas simples… siempre y cuando esta generalización… en fin, dejémoslo así.
ResponderBorrarBienvenido al reino del absurdo, mi querido don Lalo. Aunque, según un personaje de Samuel Becket, decir " mundo absurdo" resulta redundante. Y tiene usted razón ¡ pobre Slim! porque a los millonarios puede aplicarse lo mismo que dijo un aforista sobre los artistas ( incluidos en ese rango escritores, músicos, pintores y demás) : " El único elogio que puede satisfacer por un momento el ego de un artista es decirle que es el mejor del mundo y de todos los tiempos " ¿hacemos la encuesta?
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