viernes, 15 de agosto de 2025

Hagan sus apuestas señores

 




En la fotografía, Gianni Infantino, el todopoderoso capo del cartel FIFA, le entrega a su nuevo mejor amigo Donald Trump un balón de fútbol- Soccer, le dicen en su país- que el magnate devenido tirano mira con el aire de quien recibe un objeto incomprensible.

Es normal: tradicionalmente, los deportes venerados por el público norteamericano han sido el beisbol, el baloncesto y el fútbol americano, espectáculos a los que asisten mientras devoran toneladas de hamburguesas y beben hectolitros de Coca- Cola. Para ellos el foot-ball, el fútbol de Pedernera, Pelé, Cruyff, Maradona, Messi, Iniesta y Ronaldo fue un asunto de advenedizos sospechosos de mestizaje… hasta que descubrieron la veta: el magnetismo de ese juego atraía millones de aficionados que, en las graderías o frente a las pantallas de televisión, constituían una masa de potenciales compradores de todo: desde relojes y automóviles de lujo hasta programas políticos, pasando por el más variado surtido de chucherías.

Y entonces en el primer día una voz dijo: apoderémonos de este negocio tan rentable, fundemos un equipo, contratemos unas estrellas capaces de seducir públicos y pongamos en marcha una campaña de publicidad y mercadeo, como quien dice con todos los juguetes.

Acto seguido la voz dijo: hágase el Club Cosmos de Nueva York y el Cosmos se hizo. El 10 de diciembre de 1970 fue inscrito en la North American Soccer League y empezó su participación en 1971. Como los dólares fluían en torrente, en 1975 contrataron a Pelé, que nunca había jugado fuera del Santos de sus amores; a él se sumaron el alemán Franz Beckenbauer y el italiano Giorgio Chinaglia, que habían brillado en México 70.




El negocio marchó tan rápido y tan bien que un cuarto de siglo después, en 1994, los Estados Unidos de América organizaron su primer mundial de fútbol, del que echaron a Maradona por denunciar las fechorías de la FIFA, aunque se adujo la causa de su conocida afición a la cocaína- una institución norteamericana- a modo de justificación.

Como según el credo de los padres fundadores, business is business, la nave no podía detenerse. En 2012 se sacaron de la chistera un engendro denominado Copa América Centenario y le concedieron la sede- miren por dónde- a Estados Unidos. Siguiendo esa tónica, los amos del fútbol se llevaron el Mundial a Catar, y de paso coronaron a la argentina de Messi, para que el genial jugador no se fuera del fútbol sin el único trofeo que le faltaba.

Pero eso no era todo: como  si no bastara con el ya de por sí colosal botín, para 2026 los dueños del balón se inventaron un Mundial con cuarenta y ocho selecciones y ciento cuatro partidos, lo que deriva en una disminución del nivel de calidad… y un incremento exponencial de los ingresos en materia de   publicidad, derechos de transmisión, taquillas y comisiones por tráfico de futbolistas. Como pueden ver, el viejo y querido jogo bonito de los brasileños de otras épocas se convirtió, literalmente, en un negocio redondo.




El certamen se disputará de nuevo en Estados Unidos. Aunque, para guardar las formas se incluyó a México y Canadá no se sabe si con o sin aranceles. En todo ello fue  clave la llegada de Gianni Infantino a la presidencia de FIFA el 26 de febrero de 2016 en un movimiento propio de los bajos fondos. Para hacerse con el poder, utilizaron información privilegiada y descabezaron al suizo Joseph Blatter y sus cómplices en las federaciones nacionales acusándolos de corrupción; el colombiano Luis Bedoya fue uno de  los caídos en esa purga.

Desde entonces el control es total. Cada día se inventan un torneo nuevo, que incluye tanto categorías de profesionales como de aficionados, empezando por los niños que, aupados por la televisión, sueñan con ser Kilian Mbappé o Lamine Yamal mientras sus padres alientan la esperanza de salir de pobres en un mercado que, a diferencia del de los migrantes anónimos, no tiene fronteras.

El último embeleco fue el Mundial de Clubes, donde no por azar, Infantino y Trump posaron para el mundo en el palco principal, durante la final disputada entre el Chelsea inglés y el París Saint Germain, dos clubes cuyos dueños están precedidos de una más que dudosa reputación.  Así funciona ese círculo cerrado: los clubes más poderosos necesitan de un flujo ininterrumpido de dinero. Con esos recursos compran – el verbo es preciso, a pesar de los eufemismos y trucos legales- los mejores futbolistas en el mercado de proveedores,  provenientes casi siempre de los países más pobres, en una réplica de la más pura estructura colonial. Esas nóminas hacen que siempre ganen los mismos y por lo tanto perciban más ingresos por publicidad y mercadeo, con lo que la historia reinicia su giro.




Pero faltaban las mujeres. Como los nobles pretextos abundan, los mercaderes esgrimieron el argumento de la más que justa equidad de género para ensanchar el mercado hacia el enorme y efectivo universo de las mujeres consumidoras.  Esta  vez fue más fácil: bastaba con replicar el  exitoso modelo de los torneos masculinos.

A esta altura del juego, el fútbol en todas sus variantes, aparte de los conocidos narcos, estaba en manos de mafiosos rusos, magnates árabes, traficantes chinos, estrellas de la farándula, sectas religiosas transnacionales… y apostadores de toda laya. De ese modo  tenemos torneos y equipos patrocinados por casas de apuestas y clubes propietarios de las mismas, lo que en principio deja bastante que pensar a la hora de preguntar por la transparencia y buena fe de  los protagonistas.




Así las cosas, solo nos quedan los torneos de barrio y de vereda, hasta ahora los únicos y los últimos en que la gente juega por el gusto de la camaradería inspirada en la pasión por la pelota. Roguemos a los dioses que el cartel de FIFA y sus socios no ponga sus ojos en esas viejas canchas mal podadas y podamos seguir alentando la ilusión que animó en principio   a quienes inventaron ese juego tantas veces tocado por la gracia hasta que una voz movida por la codicia dijo: hagan sus apuestas, señores.


PDT. les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada

https://www.youtube.com/watch?v=dctzDQrjBgw&list=RDdctzDQrjBgw&start_radio=1

 

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