sábado, 9 de abril de 2011

Disculpe el señor



Hoy me pidieron que llevara-  ¿O que trajera?- una razón a través de esta ventana. Resulta que tengo varios conocidos, entre ellos  honrados y trabajadores profesionales varados en el sótano de la desocupación en esta tierra donde la palabra progreso se repite  con la monomanía de quien oye llover. Bueno, como esos ciudadanos tienen tanto tiempo disponible por estos días, se enteraron de que entre los meses de  julio y agosto de este año  Pereira será   sede de cinco partidos de un mundial  Sub 20 de fútbol como parte del negocio global montado  por la FIFA  alrededor de este deporte que millones de mortales amamos con genuina pasión.
Me cuentan , además, que han escuchado  a  un puñado de periodistas  y dirigentes gremiales repetir en todos lados que este  será  el evento más apoteósico  en la historia de la ciudad, desde que hace  tres mil años una erupción volcánica borró de la faz de la tierra a los pueblos indígenas que habitaban por estos pagos. Por eso mismo nos dicen que una oportunidad como esa  - la del mundial, digo- no la volveremos a ver en lo que nos resta de vida.
Vamos al grano: como esos conocidos además de bien informados son imaginativos resolvieron juntar lo poco que les restaba de sus ahorros  para adquirir media docena de máquinas de coser de segunda mano compradas  a una de esas fábricas  de confecciones que se han cerrado por decenas  desde los tiempos de la apertura económica de su paisano César Gaviria. Pues bien, estos hombres y mujeres andan dedicados día y noche a  producir  camisetas, banderines, banderas y bufandas con los  colores de los equipos que  participarán en el mundial, de modo que nadie puede decir que no  están  dispuestos  a  aprovechar la oportunidad tan pregonada. Pero  les ha surgido una pregunta: ¿será que los van a dejar trabajar? ¿A qué autoridad sensata tendrán que dirigirse? Por eso no puedo publicar de momento la dirección donde  funciona su fábrica improvisada: por temor a que alguna multinacional  y sus aliados locales ya tengan los  derechos exclusivos de las prendas y muevan sus poderes para que les allanen  el taller, violando de paso su  derecho al trabajo.
Y es que el asunto  no termina allí. Son cientos o talvez miles las personas del Eje Cafetero que se preparan  para vender todas esas cosas  que encuentran los visitantes en las grandes ferias. Hablo de  refrescos, así como de golosinas de dulce y de sal.  Tengo noticias  de una mujer de Mistrató que  piensa  reencauchar  su ya envejecido lorito  de adivinar la suerte. Conozco  incluso- no lo suficiente, por desgracia- a un par de muchachas prepago que ya han invertido lo suyo en silicona, liposucciones,  gimnasios y demás artificios que las hagan competitivas. Sé además de algunos periodistas  y políticos que  aspiran a vender lo que les resta de alma  en ese  evento.
Como se me está acabando el espacio y a pesar de lo importante del acontecimiento no  he conseguido volverme serio del todo, si alguno de ustedes tiene una respuesta concreta  para mis amigos confeccionistas hiperinformales, por favor  me la hacen llegar al correo electrónico que yo  sabré transmitirla de manera oportuna.  Al fin y al cabo son ciudadanos de esta  región de oportunidades y tienen muchas bocas para alimentar. De modo que por  este conducto le mandan a decir a Joseph  Blatter, capo di tutti capi de la FIFA y a sus socios colombianos que harán el negocio de sus vidas si no  hay  un campo para ellos sin que corran el riesgo de un canazo o de ser correteados por   los agentes de impuestos  que son tan ciegos para otras cosas. Independiente   de si la respuesta es favorable o no insisten  en que le diga a través de estas líneas que disculpe el señor.

4 comentarios:

  1. Saludos Maestro!:)
    Lo mejor es que no se publique ni la marca, ni la direccion del afabrica... pues las autoridades:lease la policia son losmas ladrones de todos... asi que si se dieran cuenta de donde queda la fabrica pasarian a vacunar a los empresarios... y a las prepago tambien.ja!--- por otro lado la estrategia para este tipo de empresa puede ser inundar el mercado rapidamente... sobretodo en el area metropolitana para no levantar sospechas... por la desorganizaciòn y los miles de impuestos que imponnen los "gobiernos" es mejor no decir nada y actuar rapidamente para ver las ganancias.
    att: Gabriel Trejos
    http://www.encuentrofractal.com/

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  2. Serán atendidas todas sus sugerencias, amigo Gabriel.

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  3. Hola Gustavo, ¿será que no alcanzaremos a ver algo más genial que dicho magno evento deportivo? Como dice el refrán, las dichas de unos son las desgracias de otros. Supongo que la millonada que dejará a hoteles, sitios turísticos, gente del gremio deportivo, a algunos políticos, los periodistas en busca de pautas, en fin... Lo cierto es que si se dan cuenta de entrada de este trabajo informal, le van a hacer acabar el agosto rápido -como suele decirse por acá-. Ojalá exista un forma de canalizar esa informalidad, supongo -acá muy desde mis adentros- que cuando no exista dicha necesidad de salir al rebusque de manera tan desesperada como en esta región.

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  4. Hombre, John Harold. Mucho me temo que la informalidad por eso se llama así: es un operación de emergencia no sujeta a los códigos convencionales. De modo que si se formaliza la informalidad nos metemos en un galimatías no solo linguístico sino legal.

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