lunes, 6 de julio de 2015

Mesa de diálogos




Allá por el año  2011, durante una de las reuniones preparatorias para la celebración de los ciento cincuenta años de Pereira, uno de los asistentes tomó  palabra y expresó: “ La ciudad necesita un gran evento cultural que la represente ante el país y el mundo. Algo así como el Carnaval de Barranquilla, el Carnaval del Diablo en Riosucio  o las Fiestas de Negros y Blancos en Pasto”.
Entonces recordé que en 1993,  cuando María Aydee Botero Serna fue directora del Instituto de Cultura de Pereira, la ciudad fue sede del primer- y único- Festival Internacional de  Teatro Infantil, bajo la coordinación  general de Jairo Antonio  Franco. Todavía guardo en la memoria la imagen de los teatros llenos y sobre todo el entusiasmo del público ante puestas en escena  tan bien logradas como las de Diablo Mundo de Argentina, Chico Simoes de Brasil o el Teatro de Muñecos de Colombia, para mencionar solo tres entre  una docena de agrupaciones participantes.


El festival contó con el respaldo de las universidades y de las instituciones privadas que han hecho la gestión cultural en la ciudad: el Centro Colombo Americano, la Alianza Francesa, la Cámara de Comercio, Comfamiliar Risaralda. La empresa Frisby  se vinculó con almuerzos  y refrigerios para quienes trabajábamos en la logística desde las seis de la mañana hasta la una o dos de la madrugada del día siguiente. Por supuesto, las agrupaciones teatrales  de la ciudad enfocadas  al teatro infantil,  de marionetas , títeres y muñecos contaron con su propio espacio en el evento.
Pues bien. Una vez finalizado el festival y concluidos los balances, se pusieron en marcha las gestiones para su  segunda edición a realizarse en 1995, ya que estaba pensado   para efectuarse cada dos años. Se hicieron los contactos con artistas y organizaciones culturales de  diez países de América Latina , aparte de España y  Portugal. Por su lado, María Aydee Botero asumió la tarea de asegurar la financiación.


Pero, por candor o exceso de entusiasmo ninguno de  los responsables contaba con  el papel de esa cosa gaseosa que se ha dado en llamar “ voluntad política”, como si no fuera obligación de los gobernantes cumplir con su deber. Llegó un nuevo alcalde, nombró un director de cultura para cumplir compromisos politiqueros  y este último  determinó  que un segundo festival no estaba en su esfera de intereses. Sin tomarse la molestia de  evaluar el impacto de la primera edición , lo sepultó de por vida en algún cajón.
Traigo a cuento todo esto por una razón: absurdos como esos son  la consecuencia de la falta de políticas de Estado que, desde lo local y lo regional, garanticen el cumplimiento de los enunciados constitucionales en materia cultural que , entre otras cosas, definen la cultura como la base de la nacionalidad y le asignan  tareas puntuales  a los mandatarios. Por eso, con la política convertida en un negocio privado, cada vez que se produce un cambio de alcalde o gobernador, se borran  de un plumazo los logros de la gestión anterior, despilfarrando así los recursos y frustrando las aspiraciones de artistas, creadores, instituciones y gestores culturales.

De  ahí la importancia del  foro Cultura: Eje del  Desarrollo, convocado para el lunes 13 de julio a las : 6:30  pm en el teatro de la Cámara de Comercio de Pereira. Se trata de una mesa de diálogos, en la que los candidatos a gobernar a Pereira entre los años 2016 y 2019 puedan enterarse acerca del  patrimonio cultural construido en la ciudad a lo largo de su historia por artistas, organizaciones, academia y gestores. Con ese conocimiento los  aspirantes deberán formular una propuesta de políticas y acciones públicas en materia de cultura.  Estás habrán de ser sostenibles y susceptibles de seguimiento por  parte de  los ciudadanos. A ese capital se suma el hecho de que la gestión  adelantada en los últimos cuatro años logró trazarle un rumbo a la ciudad en materia cultural. Ese  legado no se puede despilfarrar. El próximo alcalde y sus funcionarios  en este campo tendrán entonces, con el acompañamiento de la academia, las organizaciones culturales,  los artistas y los gestores, la ocasión de  brindarle por fin a la ciudad, no un evento, sino una estructura cultural sólida y de calidad que, nos identifique o no ante el país y el mundo, contribuya a mejorar las condiciones de convivencia entre nosotros.

4 comentarios:

  1. Qué bonita iniciativa eso de tener un festival de teatro para niños y no entiendo la reticencia o desinterés de los funcionarios locales para financiarlo y hacerlo sostenible. Quizás los burócratas, siempre pensando con los bolsillos, estiman que tales actividades no convocarían suficientes turistas para Pereira, como lo harían un festival de música, de trajes típicos, carnavalitos o cosa parecida. El mundo esta lleno de tales acontecimientos, y como la competencia por sobresalir es intensa muchos espectáculos se banalizan o incurren en detalles esperpénticos o de mal gusto, con el alegre despilfarro de por medio. Ojalá se imponga el sentido común, aunque pedirlo a los políticos suena a utopía.

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  2. Apreciado José: para empezar, lo primero es conseguir que piensen en algo distinto a sus propios intereses. Si se consigue eso, el segundo paso será exigirles que se ocupen de la cultura.

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  3. Los políticos y burócratas desconfían de los proyectos ajenos porque suponen, o saben, que no podrán presentarlos como suyos.
    Su utilidad pública no tiene importancia. Lo realmente importante es su utilidad personal para el firmante de la ordenanza o decreto habilitando tal cosa u otra.

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  4. Estamos de acuerdo mi querido don Lalo : a esa forma de operar ahora la llaman " Aritmética electoral". Pero alguien tiene que hacer ese trabajo.

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