miércoles, 21 de diciembre de 2016

Cualquier parecido...




En un intento por comprender la delirante realidad colombiana me di a la lectura del libro Discursos sobre la primera década de Tito Livio, de Nicolás Maquiavelo, una obra injustamente  opacada por el prestigio de El príncipe. En ella, el autor florentino despliega todo su conocimiento de  los entresijos del poder para mostrarnos la trama de violencia, intrigas y corrupción que lo rodean.
Pero decir que el libro nos muestra la corriente subterránea de aguas nauseabundas por las que transitan los poderosos sería una redundancia inútil, pues a menudo olvidamos un detalle: contra el deseo enunciado por Platón en La República, la política está hecha menos de grandes ideales que de pasiones y apetitos rastreros.  Por eso, como lo da a entender Maquiavelo en el capítulo XXXIX: “En pueblos distintos a menudo se observan las mismas circunstancias”. Acto seguido nos dice que: “Y, quien examine las cosas presentes y las antiguas, verá fácilmente que, en todas las ciudades y en todos los pueblos, aparecen los mismos deseos y los mismos humores, y que ellos existieron siempre”.


Revisar el pasado nos da así algunas claves  para afrontar el presente. Y es aquí donde uno encuentra elementos para descifrar pasajes enteros de la actual encrucijada nacional: Uno  de los grandes impedimentos para encontrar la paz ha estado en el fracaso de los intentos de reforma agraria, al punto de que los expertos  extranjeros siempre se asombren de encontrar un país anclado en un  conflicto que otros resolvieron  hace siglos: el de la propiedad de la tierra.
A propósito, en los Discursos sobre la  primera década de Tito Livio, capítulo  XXXVII se advierte: “ Qué escándalos provocó en Roma la ley agraria, y cómo hacer una ley  en una república que sea retroactiva y esté contra una costumbre antigua  de la ciudad, provocando desórdenes”.
Si señores: una ley agraria. La misma que hoy está en discusión  en Colombia como condición para llevar a buen término los acuerdos firmados con las Farc- Ep. Ese es el punto clave de la violencia guerrillera y paramilitar en nuestro país . Por  eso sus opositores exigieron revisarlo, conocidos los resultados del plebiscito del 2 de octubre.
Maquiavelo lo  expresa con precisión: “Esta ley tenía dos puntos principales: por uno se disponía que ningún ciudadano podía poseer más que una cantidad de yugadas de tierras y, por el otro, que los campos quitados a los enemigos se dividieran entre el pueblo romano. Entonces, venía a atacar de dos modos a los nobles porque, quienes poseían más bienes de los permitidos por la ley-de hecho, la mayor parte de los nobles-serían despojados de ellos. Y, al repartirse entre la plebe los bienes de los enemigos, se quitaba a los nobles la posibilidad de enriquecerse”.


¿Les suena conocido? Bueno, cualquier parecido no es mera coincidencia. Y es aquí donde  en Colombia las cosas  cambian de color pues, según algunos estimativos modestos, al menos  la tercera parte de los latifundios  existentes en el territorio colombiano tienen origen criminal. Ya se trate de las guerras de independencia en el siglo XIX, de la violencia liberal conservadora o de acciones de los  paramilitares, las guerrillas o el narcotráfico, la   gran propiedad ha sido el resultado de alguna forma de  despojo.
Si damos un gran salto en el tiempo, comprendemos parte de nuestra tragedia nacional, expresada, según algunos, en una forma extrema de esquizofrenia colectiva: medio país, es decir, los habitantes de las ciudades, está anclado en el ciclo XXI, con sus  prodigios tecnológicos y su acceso al consumo desenfrenado. No por casualidad su gran metáfora son los centros comerciales. La otra mitad, en cambio, padece turbulencias propias de hace 2000  años, centradas en pugnas por la tierra y por eso su gran símbolo son los machetes, las motosierras y la sangre derramada ¿ puede alguien imaginarse una tragedia peor?  Esos dos países salieron a votar en el plebiscito, con los resultados conocidos.
A menudo    hacemos caso omiso de un pequeño detalle: cuando los políticos hablan de “Los grandes intereses de la patria” se refieren en realidad a sus intereses más mezquinos y a los de  los grupos de poder que representan. Por eso, si se animan, los invito a revisitar a Maquiavelo, ahora  que navegamos en  mares de  confusión.

PDT . les comparto enlace a la banda sonora de esta entrada

Discursos sobre  la primera década de Tito Livio
Nicolás Maquiavelo
Editorial Losada
Biblioteca de Obras Maestras del  Pensamiento
2004
455 páginas.

8 comentarios:

  1. He buscado citas de Tito Livio. Era un genio, como se puede deducir de estas dos:
    -El pueblo es como el mar, esa masa inmóvil pero agitada por cada viento, hasta por la brisa más tenue.
    -Nuestros vicios nos parecen tan intolerables como sus remedios.
    Bien mirado, Tito Livio es el modelo antiguo, original, de Maquiavelo.

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    1. Qué formidables citas nos comparte, mi querido don Lalo.
      Pero lo mejor de todo es su conclusión : Tito Livio como un precursor de Maquiavelo. Y eso ya son palabras mayores.

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  2. Reforma agraria, la expresión más temida por las élites y más deseada por el campesinado colombiano, en este, el país de las emociones y donde el statu quo es ley debido en buena medida -y como paradoja- a la inercia de esa masa inmóvil que menciona Don Lalo.

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    1. Cuantas acepciones tiene esa palabra, querido Abel: inercia. Uno se descuida y lo inerte ya está muerto.
      De ahí que en Colombia no precisemos tanto de una revolución sino de una resurrección.

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  3. En verdad, me asombra que en pleno siglo 21 se siga hablando de Reforma agraria. En mi país hace más de sesenta años que se produjo la dotación de tierras a los campesinos bajo el lema de “la tierra es para quien la trabaja”. Aquel proceso fue traumático para los hacendados, quienes abandonaron el campo para ir a establecerse en las ciudades. Si bien persisten algunos latifundios, sin embargo, prácticamente todos están en la región de los llanos, en tierras que antaño fueron fiscales y que algunos empresarios consiguieron gracias a sus influencias con gobiernos de turno. En estas plantaciones es donde se asienta toda la agroindustria (soya, mijo, girasol, arroz, caña de azúcar) de Santa Cruz, que junto con el gas es el motor de la economía nacional.

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  4. De ese tamaño nos van las cosas, apreciado José. Si usted pensaba que los bolivianos encabezan el escalafón del absurdo, en Colombia nos esforzamos bastante por arrebatarles la camiseta de líder.

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  5. Se que no viene al caso, pero no puedo resistir la tentación de copiarles este link con grabaciones de grandes escritores leyendo sus obras. Rulfo, Onetti, Borges, Hemingway, Neruda, en castellano e inglés. Rulfo, por ejemplo, también tiene imagen.
    http://eternacadencia.com.ar/blog/contenidos-originales/youlit/item/veo-una-voz.html

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  6. Por supuesto que viene al caso, mi querido don Lalo. Las corrientes subterráneas nos unen a todos.
    Mil gracias,
    Gustavo

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