jueves, 10 de mayo de 2012

A mirarnos el ombligo


Acabo de releer por enésima vez mi ejemplar de hojas amarillentas de El mercader de Venecia y, como sucede cada vez que vuelvo a sus páginas, lo siento más propio  que muchos libros  en los que de manera deliberada y con espíritu proselitista se   exaltan los valores vernáculos  haciendo énfasis en una mal entendida concepción del color  local. Como en todas las obras de  Shakespeare,  en la historia que nos ocupa se despliegan   la ambición, el deseo, la codicia, las ansias de poder, el miedo, el amor y la crueldad. Es decir, todas aquellas cosas que,  para bien o para mal, nos hacen humanos.
¿A cuento de qué viene la introducción? Adicto a la  lectura de periódicos y revistas viejos, me encontré un texto firmado por  Luis Jairo  Henao, titulado: Por la inclusión de la literatura pereirana.  Paranoico como vivo por la manía   del lenguaje incluyente y políticamente correcto sospeché lo peor: Una cruzada para promover la perspectiva de género en poemas, cuentos y novelas o algo  parecido. Ustedes ya saben: Todo eso de los jóvenes y las jóvenes, los ingenieros y las ingenieras.
Pero mis temores  se quedaron cortos. En realidad se trataba de una diatriba contra las autoridades culturales de  Pereira  ¿El delito? Haber contratado para la celebración del Día del Idioma, el 23 de abril, al escritor cartagenero Roberto Burgos Cantor para una lectura en voz alta,  complementada con charlas en establecimientos educativos, de su novela  La Ceiba  de la memoria.
Justo en ese punto comencé a extraviarme. Durante años, las quejas fluyeron en sentido inverso: Jamás íbamos a mejorar la propia  obra si no teníamos oportunidad de entablar un diálogo fructífero con el mundo a través del conocimiento de autores de otras latitudes. No sobra precisar que la premisa era y seguirá siendo coherente. El concepto mismo de cultura implica el   intercambio permanente con  las  expresiones de los otros. Así se enriquecen las músicas, las literaturas  y las  artes plásticas  en todos los rincones de la tierra. Ya lo sabemos: sin las pinturas de anónimos artistas africanos  no tendríamos hoy la obra de Picasso. Para llegar al rock, pasamos primero por el jazz, el soul, el gospel, el blues y la llamada  música clásica. En ese sentido, hablar de culturas híbridas resulta redundante: Lejos de ser un resultado, la mezcla es una necesidad. O si no  que lo digan la cantidad de hijos tarados engendrados por las familias endógamas.
En uno de los   apartes del texto de Henao  puede leerse: “No  alcanzo a comprender cómo en el marco de la celebración del Día del  Idioma, en la ciudad de Pereira se debe leer  una novela de un escritor  ajeno a nuestros  intereses". ¿Los intereses de quienes? Sería la primera pregunta a resolver. En lo que me toca, me interesa leer los libros de autores chinos, polacos, rusos, gringos, ingleses, argentinos, nigerianos, mexicanos, españoles, italianos, colombianos y todos los demás. Mientras me ayuden a conocerme y a entender el mundo serán todos bienvenidos y si  les pagan  buenos  honorarios, mucho mejor. La verdad, no veo porqué   los pocos   lectores de esta ciudad tendrían que resignarse a leer  solo a los escritores locales con quienes, para acabar de completar, se encuentran en la calle varias veces a la semana, lo que  ya es demasiado para un pobre mortal. Por lo demás, no solo me interesa la  gran literatura. Fiel a mi condición de adicto, también leo  las notas deportivas, los registros judiciales, las páginas de sociedad ( no sea que la mujer que me abandonó se haya casado y sea  yo el último en enterarme) y, por si las dudas, el horóscopo.
En el último párrafo, el autor del artículo cierra su catilinaria con  la siguiente declaración: “Me gustaría una explicación sobre semejante insulto. En lo particular, me siento agredido…” Mientras los funcionarios públicos aludidos le responden  me adelanto a precisar que en el caso del escritor invitado, lejos de  verlo como un insulto, me sentí halagado de  tener en casa un huésped de su talante, como me alegra  que por aquí pasen autores   de la talla de   Alberto Salcedo  Ramos,  Antonio Caballero, William Ospina, Darío Jaramillo Agudelo,  Germán Castro Caicedo o Alfredo Molano. La prosa y la poesía de algunos de ellos  no son de mi predilección. Pero en todo caso su presencia entre nosotros  resulta más saludable y refrescante que esa  insólita invitación a mirarnos el ombligo.

Enlace al artículo citado :
http://www.eldiario.com.co/seccion/CULTURA/por-la-inclusi-n-de-la-literatura-pereirana120421.html

17 comentarios:

  1. Estupendo artículo Gustavo. Somos ciudadanos del Mundo y como tales la buena literatura será siempre bienvenida, no importa cual sea el color del pasaporte y el estilo del escritor. Un abrazo. Olga Lucía B

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  2. Es más, apreciada Olga Lucía : Tendríamos que empezar por eliminar los pasaportes. Ese sí que sería un buen comienzo del diálogo que necesitamos para oxigenar las mentes.
    Un abrazo,
    Gustavo

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  3. mi querido Gustavo, estoy completamente de acuerdo contigo en todo lo que escribiste, eso demuestra que desde tus intereses particulares estás asumiendo tus puntos de vista tan respetables y personales como los míos. Ahí está la respuesta a tu pregunta. De otro lado, no estoy haciendo invitaciones insólitas, no necesito hacerlo, ni me hace falta hacerlo, por lo tanto, sólo esperaba que cualquier ciudadano de este mundo Glocalizado se atreviera a decir algo. Espero que algún día nos viste todos esos escritores y artistas anónimos del mundo. Un abrazo

    luis jairo

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  4. Hombre, viejo. Siempre resultará saludable poder disentir, sin que eso lo convierta a uno en enemigo de las personas. Sobre todo en parroquias como la nuestra, donde todo intento de crítica se asume como una ofensa personal.
    Un abrazo,
    Gustavo

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  5. “Hablar de culturas híbridas resulta redundante: Lejos de ser un resultado, la mezcla es una necesidad. O si no que lo digan la cantidad de hijos tarados engendrados por las familias endógamas”.
    Muy contundente y filoso su artículo, estimado Gustavo. El final de esa frase citada es como una patada en el estómago, no admite réplica, no deja aire. Ya que nos muestra ese personaje tan singular del cómic, yo tengo una palabra bien guardada (prácticamente la única) que bien puede encajar para ese patriotismo de patio, esa mentalidad tan estrecha, tan pueblerina, expresada en la figura de ese tal Jairo Henao, a quien me gustaría gritar en la cara como lo hace Mafalda en una viñeta: ¡¡Oscurantista!!

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    1. Muy respetado señor José Crespo, agradezco de corazón tus deseos de gritarme y de expresar tu opinión en estos términos pues esto afirma que "esto bien puede encajar para ese patriotismo de patio, esa mentalidad tan estrecha, tan pueblerina"... Me puedes encontrar en la Universidad Libre y allí escucharé tu grito y yo te daré los agradecimientos y un texto de como disentir del otro sin agravios. Por naturaleza no soy violento pero sí muy racional y tan universal como tu.

      Luis Jairo

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    2. Don Luis Jairo, se toma muy en serio la metáfora utilizada por el comentarista anterior, lo que al menos a mi me genera dudas sobre su capacidad de recibir las críticas y de interpretar las palabras. En literatura, desde Lewis Caroll, un gato nunca es un gato. Así que déjeme decirle que Yo, que estudié Español y Literatura no tenía ni idea de autores tan "reconocidos" y con tanta "trayectoria" como ud u otros que menciona (Julián Chica, C. Vicente Sánchez) pero si de otros a quienes admiro como R. Gil, el autor de este Blog, o por ejemplo, Ana María Jaramillo a quién por cierto ud omite.
      De eso se trata, de buenos autores, no de dónde provengan, dónde hayan nacido o dónde vivan. ¿Y cómo distinguir a los buenos de los otros? Pues en esa discusión llevamos varios siglos sin muchos resultados contundentes, pero existe un criterio más o menos fiable y es el público: la recepción que tengan las obras literarias en una época, una nación, una generación; su impacto, su legado. Nadie duda que Roberto Burgos es un autor que ha dejado mella, un escritor que además de Colombia se lee en Europa y cuya profundidad y calidad es envidiable. Así que intentaré, con todo respeto, responder su pregunta: "¿Será que yo con más de 30 años en el ejercicio de la escritura y con más de 10 libros publicados tengo que esperar a que algún funcionario de la administración cultural o de los entes culturales universitarios, tome la decisión de cuándo me pueden leer los estudiantes de las universidades y colegios de la ciudad?"

      Esa decisión no la toma ni la alcaldía, ni ud: la tomamos nosotros los lectores, la toman los muchachos de los colegios, la toma el público que decide cuándo y cómo leerlo. O no leerlo. Si su obra no tiene trascendencia, a pesar de más de 10 libros y 30 años, a pesar de los funcionarios e incluso a pesar de las instituciones, el único culpable es usted y discúlpeme la sinceridad.

      Por lo demás le deseo una feliz semana, no una patada en el estómago, que para eso mejor nos encontramos en la Libre y nos tomamos un tinto. Y le pregunto ¿Para qué ser invitados por las instituciones, si la literatura genial se defiende sola?

      Camilo.

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    3. Estimado Sr. Henao. Lamento no haber sido explícito con mi metáfora utilizada como bien interpretó don Camilo. Eso de gritar era en el sentido figurado, poniéndome en el papel de Mafalda. En ningun momento quería atacar a su persona y si le he agraviado le pido disculpas. Eso sí, sostengo lo demás, como persona joven me cuesta entender esa actitud suya que ronda la estrechez de miras, una especie de espíritu medieval (no se ofenda, me parece absurda su mezquindad hacia otros escritores colombianos por el mero hecho de no haber nacido en Pereira) y cito: “¿Cómo pretendemos construir lectores críticos en Pereira con estrategias de exclusión de los escritores de la ciudad? ¿Qué le podríamos pedir a nuestros estudiantes: sentido de identidad con los otros? ¿Con los de afuera? ¿Seguir desconociendo lo nuestro, lo made in Pereira?”. Como alguien dijo, la buena literatura es buena, y punto. No importa dónde se haya producido. Cordialmente.

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  6. Estimados todos, ha sido muy instructiva la lectura de todos estos comentarios, comenzando por el blog mismo. Gente inteligente, debatiendo sobre un tema que nos toca a todos. Muchas gracias a todos. Este blog es un buen lugar donde acudir para aprender cosas interesantes. Por mi parte, creo que mientras mas escritores, artistas en general, de otros lugares conozcamos, pues mejor para ellos y para nosotros. :-)

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  7. Apreciado José. El nombre de este blog parte de la concepción de los ácidos como catalizadores ( es lo único que recuerdo de las clases de química recibidas en la secundaria). Si no me equivoco, esos catalizadores sirven para desatar ( y despertar ) las fuerzas que permanecen en potencia. De modo que, bienvenida la discusión.

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  8. Su agudeza y su buena prosa siempre serán muy recibidos por estos pagos, apreciado Camilo. Creo que es la única manera de alentar el diálogo inteligente y respetuoso que necesitamos para empezar a salir del atolladero.
    Mil gracias.

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  9. No solo escritores y artistas, mi querido don Lalo : comidas, vestuarios,ideas políticas, futbolistas. A propósito: Sin la llegada masiva de futbolistas argentinos, paraguayos, brasileños y uruguayos, Colombia nunca hubiese podido producir un Valderrama, un Iván Córdova o un Falcao García. Mekor dicho : Sin mestizaje nos morimos.

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  10. Estoy de acuerdo con sus apreciaciones, Gustavo. Sería interesante preguntarle a nuestros indignados escritores locales si acostumbran leer las obras de sus coterráneos, y cuál es el grado de estima en que las tienen. No nos leemos nosotros mismos, y sin leernos, nos descalificamos. Ninguno de los indignados pensaría siquiera en contratar a un escritor local y pagarle lo que le pagaron (si lo hicieron) a Burgos Cantor, porque los consideran "tan malos" o "tan inferiores", que es un "premio" que se les tenga en cuenta. Así que el argumento usado para atacar al Instituto de Cultura, resulta un poco oportunista.

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  11. Creo que por allí va el agua al molino, amigos de laciudadenlaspalabras: la indignación parece estar más cruzada por un interés personal o de grupúsculo, que por una valoración real de lo que se produce en el medio.
    Muchas gracias por sus apuntes.

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  12. Tengo entendido que el propósito de este blogg, fuera de leer a Tavo, es la de armar un sistema de unidades de pensamiento en torno a un tema. No le encuentro sentido a algunos enunciados como tan cargados de juicios de valor como por ejemplo: “Indignados escritores”, “grupúsculos”, “mezquindad”. Si omitimos estas palabras creo que podríamos apreciar unos buenos textos de reflexión en torno al tema.
    Aclaro, mi intensión al escribir el texto fue poner en evidencia una situación, buena o mala, no sé, de ahí que no tengo ningún interés personal, ni en que me lean, me publiquen, me inviten, me paguen, creo y sin petulancia y sin temor a que me secuestren que mi condición económica es buena y no necesito rasgarme las vestiduras para que hablen de mí.
    Una cosa es el contexto desde donde se producen las ideas para armar un texto y otra es el documento como tal. Por mi parte no salgo en defensa de los escritores, ni menos en atacar al Instituto. El asunto es otro, ahí está en el texto. Creo que a veces se debe leer entre líneas.
    A mi amigo Camilo gracias por el comentario. Eso lo dice usted, de tomar muy en serio la metáfora, creo que en mi trayectoria como ser humano he aprendido a separar texto y contexto, de ahí que alguna vez sí leí a Mafalda y la intencionalidad de su discurso. Acaso usted querido Camilo no crees que has vivido creyendo haber visto un tres en su aspecto físico? Alguna vez has separado el tres conceptual del tres físico? De la anterior pregunta podría responder que yo sí entendí la metáfora de José al cual le envío un abrazo y la posibilidad del tinto para que vea que mi espíritu no es tan medieval ni soy mezquino con los escritores de afuera, la gran mayoría de mis amigos escritores no son de Pereira.
    También estoy de acuerdo contigo Camilo ¿cómo reconocer un buen escritor? O una buena obra literaria. Serán los que usted o los otros leen? O las malas obras literarias, serán las que no leemos? No podemos negar la existencia de públicos anónimos los cuales no hacen parte de las comunidades académicas a las que pertenecemos. Ellos también tienen sus obras y escritores. Agradezco su intensión de darle respuesta a mis preguntas, cosa que yo no estaba pidiendo, pero sí, estoy de acuerdo contigo, sólo yo soy el culpable. De qué, no sé, ni me preocupa saber. Que soy bueno o malo para escribir? No sé quienes puedan tener la razón, lo cierto del caso es que nunca he salido, ni saldré en defensa de uno de mis libros. Si no se defienden solos harán parte de ese gran cementerio literario.

    Por lo tanto seguiré con mis buenas lecturas sobre los temas que escriben Amartya Sen, Prahalat y Yunnus, los cuales sí convocan mis interese personales.

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  13. Presento disculpas a los lectores por la omisión de mi nombre en el anterior comentario

    Luis Jairo

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  14. recuerdo a luis jairo henao durante el tiempo que residí en pereira como un estereotipo de escritor europeizado con gabán largo de paño y sombrero de fieltro a las 2 pm en pereira con un calor muy fuerte; así que las contradicciones son bochornosas como el calor antes del aguacero tan típico y folclórico

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